Mientras las conversaciones continúan con el gobierno central de Pakistán, el proyecto Reko Diq, del joint venture entre Barrick Gold y Antofagasta Minerals, brazo minero del grupo Luksic, avanza a pasos agigantados.
En julio recién pasado terminó el estudio de prefactibilidad, que "nos permitió determinar el tamaño inicial de la planta. El módulo uno va a tener una capacidad (de producción) de 200 mil toneladas de cobre fino y poco más de 150 mil onzas de oro al año", dice Marcelo Awad, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals.
Y aunque aún no está definido cuántos módulos va a tener el proyecto, según el mandamás de la empresa minera, "en su mejor escenario (Reko Diq) podrá llegar a producir 500 mil toneladas de cobre por año", asegura Awad.
A modo de ejemplo, Antofagasta Minerals produjo 478 mil toneladas métricas de cobre en todo 2008, incluyendo Los Pelambres y Minera El Tesoro.
La inversión inicial en Reko Diq superará a la destinada para el proyecto Esperanza, ubicado en la Región de Antofagasta, por US$ 2.300 millones, debido a que a diferencia de Chile, en Pakistán se necesita más infraestructura. "No hay nada. No están los caminos para transportar el mineral, no hay líneas eléctricas y el puerto está a 750 kilómetros", agrega el ejecutivo.
El estudio final de factibilidad estará listo en la primera mitad de 2010.
A principios de julio, un grupo de ejecutivos de la firma chilena viajó a Islamabad, capital de Pakistán, para reunirse con el ministro de Petróleo y Recursos Naturales de esa nación, Ahsanullah Khanlas.
La idea es discutir con él la protección de inversiones para la explotación del yacimiento Reko Diq, ubicado en la provincia de Balochistán, con la intención de que el gobierno de Pervez Musharraf le asegure tasas de impuestos y aranceles fijos durante los 30 años de vida útil que tendría el futuro yacimiento de cobre y oro.
Marcelo Awad cuenta que están "negociando el contrato de inversiones extranjeras, y el royalty debería ser lo mismo que le cobran al sector petróleo y gas, de 2%. Es lo que estamos usando como esqueleto en las negociaciones".
Y como ocurre en Canadá y en Australia, el royalty a la minería se destinaría 100% a la provincia de Balochistán, mientras el impuesto corporativo, al gobierno central.
En julio recién pasado terminó el estudio de prefactibilidad, que "nos permitió determinar el tamaño inicial de la planta. El módulo uno va a tener una capacidad (de producción) de 200 mil toneladas de cobre fino y poco más de 150 mil onzas de oro al año", dice Marcelo Awad, presidente ejecutivo de Antofagasta Minerals.
Y aunque aún no está definido cuántos módulos va a tener el proyecto, según el mandamás de la empresa minera, "en su mejor escenario (Reko Diq) podrá llegar a producir 500 mil toneladas de cobre por año", asegura Awad.
A modo de ejemplo, Antofagasta Minerals produjo 478 mil toneladas métricas de cobre en todo 2008, incluyendo Los Pelambres y Minera El Tesoro.
La inversión inicial en Reko Diq superará a la destinada para el proyecto Esperanza, ubicado en la Región de Antofagasta, por US$ 2.300 millones, debido a que a diferencia de Chile, en Pakistán se necesita más infraestructura. "No hay nada. No están los caminos para transportar el mineral, no hay líneas eléctricas y el puerto está a 750 kilómetros", agrega el ejecutivo.
El estudio final de factibilidad estará listo en la primera mitad de 2010.
A principios de julio, un grupo de ejecutivos de la firma chilena viajó a Islamabad, capital de Pakistán, para reunirse con el ministro de Petróleo y Recursos Naturales de esa nación, Ahsanullah Khanlas.
La idea es discutir con él la protección de inversiones para la explotación del yacimiento Reko Diq, ubicado en la provincia de Balochistán, con la intención de que el gobierno de Pervez Musharraf le asegure tasas de impuestos y aranceles fijos durante los 30 años de vida útil que tendría el futuro yacimiento de cobre y oro.
Marcelo Awad cuenta que están "negociando el contrato de inversiones extranjeras, y el royalty debería ser lo mismo que le cobran al sector petróleo y gas, de 2%. Es lo que estamos usando como esqueleto en las negociaciones".
Y como ocurre en Canadá y en Australia, el royalty a la minería se destinaría 100% a la provincia de Balochistán, mientras el impuesto corporativo, al gobierno central.
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