sábado, 1 de agosto de 2015

Precio de los commodities en su más bajo nivel

El fenómeno del bajón de precios para los commodities, nuestras materias primas, coloca a nuestros dos principales sectores productivos, como los hidrocarburos y la minería, en un momento crítico por la caída en los precios internacionales y las circunstancias propias de un periodo que puede prolongarse por largo tiempo, en tanto los grandes países compradores como la China y otros de Europa sigan en el ritmo de sobreoferta de su producción, lo que mantendrá vigente una reducción muy marcada en la demanda de nuestros principales recursos naturales de exportación, hidrocarburos y minerales.

La situación presente es realmente compleja y aunque en el nivel estatal se empeñan en mostrarnos el panorama con cierto optimismo para enfrentar la crisis, lo evidente es que tras el periodo de las vacas flacas en un largo periodo que puede marcarse entre el 2005 al 2013, las cosas han cambiando en las dos últimas gestiones y el bajo precio de nuestros commodities están haciendo sentir la diferencia en las restricciones especialmente en la percepción de regalías.

Hubo un "boom" de precios que fue aprovechado en países vecinos con el ahorro estratégico para contrarrestar eventuales caídas en el valor de las materias primas considerando que se avecinaba un cambio de ciclo, en cambio en el nuestro no se tomó ninguna previsión y hasta se aseguraba que los buenos precios se mantendrían por tiempo indefinido.

En el caso de los hidrocarburos, para no darle vueltas al asunto el precio del crudo cotizado por barril bajó de 100 a 50 dólares, mientras que en el caso de minerales, el precio del estaño descendió del límite de equilibrio en los costo de producción, ocasionando dificultades en el sector estatal y de las cooperativas, que trabajan con un límite de $us 7,50 a 8.00 por libra fina(LF) y ese valor está ahora menos de 6,50 LF y con muy pocas posibilidades de recuperarse en corto tiempo. La suerte de otros minerales, quizá salvando el oro, no es de las mejores, por lo mismo todo el sistema productivo minero está contraído.

El proceso tiene característica internacional, pues en el periodo de auge, países vecinos y con las mismas características productivas nacionales, anticiparon una serie de inversiones marcadamente Argentina, Chile y Perú concretaron varios acuerdos con importantes inversionistas, los que a su vez, conocedores de los movimientos financieros en las potencias importadoras, adoptaron estrategias muy importantes que al presentarse el tiempo de las vacas flacas, tienen un colchón financiero especial que les permite conjurar el mal tiempo.

En el caso boliviano, en el rubro de los hidrocarburos, hay ciertas defensas de orden financiero debido a las inversiones anticipadas y cumplidas por el Gobierno para alentar programas de exploración y en esa fase, lograr una exista respuesta con el hallazgo de un nuevo pozo productor de petróleo.



REDUCCIÓN DE INGRESOS

En minería nada que ver. Los precios bajos están haciendo sentir su efecto al reducirse ingresos importantes tanto para el Erario Nacional como para los Tesoros Departamentales, donde los ingresos han disminuido sustancialmente.

Las previsiones de los expertos se cumplen, en el caso del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), su gerente técnica señaló que "los efectos se sentirán en corto plazo debido a la caída de los precios de los commodities que pasarán por una reducción del saldo comercial del país que, de hecho para el 2014 fue 16% menor que el 2013, lo que deriva en un menor crecimiento de las RIN (Reservas Internacionales Netas)".

En lo que corresponde específicamente a los minerales, un análisis de Energy Press (febrero 2015) refleja la "caída en picada" del precio de minerales y las consecuencias de esa situación, acudiendo a cifras del INE apunta que las ventas de minerales denotaron una caída en sus exportaciones tomando en cuenta que el estaño disminuyó en proporción del 45%, el antimonio 17%, la plata 16% y el plomo 5%, además de los concentrados de manganeso que bajaron en más del 90% y el antimonio en 37%, lo que causó problemas entre los productores mineros. El informe se complementa señalando en tiempo que "la principal caída se dio entre las gestiones pasadas, cuando de 46 minerales exportados en el 2013 se redujo la cuenta a 39 en la gestión del 2014.



VENDEMOS CONCENTRADOS

En el caso minero boliviano el asunto se complica puesto que más del 80 por ciento de nuestra exportación minera es de concentrados, minerales sin valor agregado, lo que significa que aparte de recibir menos ingresos por la caída de precios, encima ese rescate de ingresos se reduce en cerca a un 50 por ciento de su valor real de producción debido a que nuestra materia prima carece de un adecuado "valor agregado".

Los países industrializados compran minerales bolivianos, con categoría de "concentrados", lo que rebaja sustancialmente el valor de esos commodities, pues los grandes compradores pagan menos para compensar el gasto de fundición de nuestra materia prima.



CONSECUENCIAS

Este proceso que estamos viviendo en la actualidad y fue previsto tiempo atrás, pero sin tomar muy en serio sus efectos de corto y mediano plazo, tenían que incidir de todos modos en la disminución de nuestros ingresos frenando los planes de crecimiento, incrementando de algún modo el desempleo y poniendo en riesgo los sistemas productivos de materias primas, especialmente de minerales.

Según el analista Carlos Schlink el asunto es muy grave "si no se diversifican las inversiones y si no se apertura exportaciones, si no se buscan nuevos mercados y se otorga seguridad jurídica, reformulando además las normas y trabas burocráticas". Algo hay que hacer seria y prontamente para evitar que el país se sumerja en una crisis profunda que afecte la producción y exportación de nuestros principales commodities (materias primas).

No hay comentarios:

Publicar un comentario