A 61 años de la nacionalización de las minas, la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) aún no tiene un claro rol definido y se encuentra en transición a convertirse en una empresa productiva.
El 31 de octubre de 1952, el primer gobierno de Víctor Paz Estenssoro expropió para el Estado las minas de los llamados "Barones del estaño”, Simón I. Patiño, Carlos Víctor Aramayo y Mauricio Hochschild.
Como paso previo, el 2 de octubre de ese año, mediante el Decreto Supremo 31196, se dio nacimiento a la empresa estatal para que asuma la dirección de la exploración, prospección, explotación, beneficio y comercialización de minerales. Además, le autorizó a constituir sociedades que mantuvieran para el Estado el 51% de las acciones emitidas.
El expresidente de la Comibol Héctor Córdova aseguró que en la actualidad la minera estatal está en transición a convertirse en una empresa productiva, pero eso depende de la decisión política del Estado para renovar su sistema de gestión, sus recursos humanos y la investigación.
"La situación no es catastrófica; después de la nacionalización de las minas vemos a la Comibol en un momento crucial de su historia, ya que necesita todo el apoyo de parte del Estado para recomponer sus fuerzas y lanzarse al desafío para hacer una nueva forma de minería, no sólo en Bolivia, sino en el contexto internacional; de otra manera, cualquier esfuerzo que se haga en la estatal quedará limitado”, dijo.
Comibol está a cargo de Huanuni, Corocoro, Colquiri, Vinto y administra contratos de asociación, arrendamiento y otros.
El exministro de Minería Dionisio Garzón afirmó que la estatal minera precisa ser más grande para alcanzar la dimensión de una verdadera corporación que explote todas las concesiones que administra y para que atraiga inversiones del exterior.
Puede impulsar contratos de operación con empresas privadas y pagarles por su servicio, sin perder el control ni ceder soberanía sobre los recursos mineralógicos, explicó. El desafío es impulsar una mayor inversión en exploración, porque de lo contrario habrá problemas en la siguiente década, dijo.
Todos estos aspectos deberían estar definidos en la nueva Ley Minera, que podía haber sido el mejor regalo para Comibol en un aniversario más de la nacionalización de la minas, agregó.
El Estado controla cerca del 40% del valor de la producción minera, las cooperativas y la minería chica el 30% y la minería mediana el 30%.
Para el experto Henry Oporto, la minería estatal se estancó por el agotamiento de yacimientos, la falta de inversión, la baja productividad y los problemas de administración.
Desde 2006, la Comibol tuvo seis presidentes y hoy gana más administrando contratos que operando Colquiri o Huanuni.
El modelo debería ser Codelco de Chile, que es administrada sin injerencia del Gobierno, no está maniatada al poder sindical y reinvierte sus utilidades; además, firma contratos con empresas privadas para explorar nuevas reservas, dijo Oporto.
En cambio, Comibol nunca pudo reinvertir sus ganancias, ni siquiera luego del 52, porque las transfería al Gobierno.
La Comibol en la nueva Ley Minera
Funciones Según el proyecto de nueva Ley Minera, la Comibol es responsable de dirigir y administrar la industria minera estatal, con excepción de las empresas mineras públicas que no estén bajo su dependencia. Ejercerá, en nombre del Estado, el derecho de realizar las actividades de prospección, exploración, explotación, concentración, fundición, refinación, comercialización e industrialización de minerales, metales, piedras preciosas y semipreciosas existentes en las áreas mineras bajo su administración. Las empresas dependientes como Huanuni le transferirán sus ganancias.
Mandato Se ejercerá mediante empresas dependientes, unidades productivas y otras a crearse, sin perjuicio del derecho a suscribir contratos con otros actores mineros.
El Gobierno devolverá rol productivo a la estatal
El Gobierno anunció ayer que devolverá su rol productivo a Comibol en nuevas áreas de exploración y explotación, y la aplicación de tecnología en todo el sistema de producción.
"Entre las tareas que se hará en la minería, se fortalecerá a la Comibol, se le devolverá su rol productivo, para que impulse proyectos de exploración y explotación para descubrir más minas productivas, y se implementará tecnología de punta en el sistema de producción”, afirmó ayer el viceministro de Minería, Eugenio Mendoza, quien participó en un acto de celebración de los 61 años de la Nacionalización de la Minas.
La autoridad afirmó que las tareas impulsadas desde la estatal minera y que son estratégicas para Bolivia son la explotación del litio en Uyuni y del hierro del Mutún, en Puerto Suárez; en este último caso, se apuntará a producir acero de exportación.
El presidente de la Comibol, Marcelino Quispe, admitió que en la actualidad la actividad minera de la estatal está reducida, pero dijo que la compañía es un pilar de la economía nacional y la esperanza a futuro.
"Con seguridad, la Comibol en el futuro se constituirá en una empresa productiva mejor que antes y es el compromiso de todos los técnicos y trabajadores”, aseguró.
El secretario de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Miguel Pérez, aseguró que urge reencauzar la función productiva de la estatal minera.
En la actualidad Comibol se encuentra encargada de administrar la cadena productiva de la minería estatal y busca niveles superiores de producción, al promover la diversificación de sus actividades.
Punto de vista
Rolando jordán
Experto del área minera
"El Estado debe definir el rol que tendrá la Comibol”
Los que administran el Estado no pueden repetir los errores del pasado. Cuando se creó la Comibol se cometieron los mismos errores que hoy.
Me refiero a saldar la deuda social mediante la contratación de más trabajadores de los que necesita una empresa productiva y que simultáneamente se le obligue a generar excedentes. Por supuesto que en ese entonces, en 1952, no pudo cumplir ni una función ni otra y terminó con supernumerarios y con pérdidas, hasta que se desató el proceso hiperinflacionario en 1956.
Sin embargo, entre 1963 y 1969, la Comibol funcionó de manera óptima, generó utilidades y pagó impuestos al Estado. ¿Cómo lo hizo? Priorizando la generación de excedentes y racionalizando personal. En esos años llegó a ser la base de la economía, que alcanzó tasas de crecimiento más altas que la actual de 6,5%.
La Comibol tiene que adoptar formas de administración modernas, hacer contratos de riesgo compartido con empresas y promover la inversión de riesgo en exploración y debe adoptar un sistema de subcontratación para abaratar costos de producción.
Comparativamente, Codelco de Chile es una verdadera transnacional estatal, no sólo porque gana dinero, sino porque invierte y reinvierte sus ganancias. Comibol está lejos de eso, porque el Estado le asigna objetivos contradictorios.
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