Levantar información científica para proyectar un manejo sustentable en el tiempo de los salares que se ubican en la zona norte de Chile, es el objetivo central de una de las investigaciones que están desarrollando investigadores de la Universidad de Antofagasta, en conjunto con profesionales egresados del programa de Magíster en Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Maydes) que imparte dicho plantel.
El trabajo en terreno, específicamente en los salares de Aguas Calientes y Loyoques, ha sido extenuante y sacrificado, tanto por la altura geográfica, las temperaturas extremas y las distancias. También han sido horas de análisis y estructuración de la información recogida.
Uno de los investigadores y coordinadores del estudio, doctor Gabriel Álvarez, del Departamento de Ingeniería en Geomensura de la UA, explica que la intención del trabajo inicial fue comparar dos salares muy parecidos en sus condiciones naturales; uno que ha tenido intervención humana, básicamente minera, como es el Salar de Surire, ubicado en la Región de Arica y Parinacota y otro que permanece casi sin ser alterado, como es el de Loyoques, al interior de San Pedro de Atacama.
“Este último se ubica un poco antes de llegar al Paso Jama y lo primero que hicimos fue medir la calidad y cantidad de agua, la presencia de boro, la flora y fauna, entre otras variantes. Queremos comparar y saber cómo eran estos lugares y su gran riqueza antes de la intervención humana“, explicó el académico de la UA.
Internacional
En la realización de éste y otros estudios, se cuenta con los resultados de la investigación que desde años viene sosteniendo la doctora Ingrid Garcés, en conjunto con otros académicos de la universidad y del extranjero, sobre los depósitos salinos del norte de Chile.
La doctora Ingrid Garcés, del Departamento de Ingeniería Química de la UA, comenzó sus estudios en los salares del norte de Chile a partir de 1990, incentivando a los alumnos a estudiar los mecanismos y procesos de estos ecosistemas andinos, con el fin de conservarlos y en caso especiales, crear las acciones remediales y de restauración.
“El cambio climático también repercute negativamente en la conservación de los ecosistemas naturales, la modificación de la distribución de especies, los ciclos biogeoquímicos y los procesos de los ecosistemas. El efecto de la interacción entre el clima, plantas, animales, y la intervención humana a lo largo de grandes escalas temporales y espaciales, es una de las principales tareas que se abordan en el programa del magíster en Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable“, puntualizó.
Comparación
En esta investigación participan dos estudiantes egresados de dicho magíster. José Luis González es uno de ellos y explica respecto al estudio.
“Estudiamos dos salares, uno con intervención humana y otro casi sin intervención. Sin embargo, queremos ir más allá y realizar modelos respecto a otros salares de la zona norte, ver cuáles son sus capacidades, qué tipo de minerales existen, que flora y fauna está asociada, pero principalmente, qué tipo y régimen de agua los nutre, pues sabemos del constante interés de las mineras por ocuparlas, aún estando conscientes de la escasez del recurso hídrico“, explicó.
Fondos
En esta primera etapa, el estudio ha sido financiado por la UA, pero no se descarta que en el futuro puedan postular a fondos provenientes de otras fuentes. No obstante, el no recibir financiamiento de alguna empresa u otra organización fuera de la Universidad de Antofagasta, entrega un valioso factor de independencia a sus realizadores.
El trabajo en terreno, específicamente en los salares de Aguas Calientes y Loyoques, ha sido extenuante y sacrificado, tanto por la altura geográfica, las temperaturas extremas y las distancias. También han sido horas de análisis y estructuración de la información recogida.
Uno de los investigadores y coordinadores del estudio, doctor Gabriel Álvarez, del Departamento de Ingeniería en Geomensura de la UA, explica que la intención del trabajo inicial fue comparar dos salares muy parecidos en sus condiciones naturales; uno que ha tenido intervención humana, básicamente minera, como es el Salar de Surire, ubicado en la Región de Arica y Parinacota y otro que permanece casi sin ser alterado, como es el de Loyoques, al interior de San Pedro de Atacama.
“Este último se ubica un poco antes de llegar al Paso Jama y lo primero que hicimos fue medir la calidad y cantidad de agua, la presencia de boro, la flora y fauna, entre otras variantes. Queremos comparar y saber cómo eran estos lugares y su gran riqueza antes de la intervención humana“, explicó el académico de la UA.
Internacional
En la realización de éste y otros estudios, se cuenta con los resultados de la investigación que desde años viene sosteniendo la doctora Ingrid Garcés, en conjunto con otros académicos de la universidad y del extranjero, sobre los depósitos salinos del norte de Chile.
La doctora Ingrid Garcés, del Departamento de Ingeniería Química de la UA, comenzó sus estudios en los salares del norte de Chile a partir de 1990, incentivando a los alumnos a estudiar los mecanismos y procesos de estos ecosistemas andinos, con el fin de conservarlos y en caso especiales, crear las acciones remediales y de restauración.
“El cambio climático también repercute negativamente en la conservación de los ecosistemas naturales, la modificación de la distribución de especies, los ciclos biogeoquímicos y los procesos de los ecosistemas. El efecto de la interacción entre el clima, plantas, animales, y la intervención humana a lo largo de grandes escalas temporales y espaciales, es una de las principales tareas que se abordan en el programa del magíster en Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable“, puntualizó.
Comparación
En esta investigación participan dos estudiantes egresados de dicho magíster. José Luis González es uno de ellos y explica respecto al estudio.
“Estudiamos dos salares, uno con intervención humana y otro casi sin intervención. Sin embargo, queremos ir más allá y realizar modelos respecto a otros salares de la zona norte, ver cuáles son sus capacidades, qué tipo de minerales existen, que flora y fauna está asociada, pero principalmente, qué tipo y régimen de agua los nutre, pues sabemos del constante interés de las mineras por ocuparlas, aún estando conscientes de la escasez del recurso hídrico“, explicó.
Fondos
En esta primera etapa, el estudio ha sido financiado por la UA, pero no se descarta que en el futuro puedan postular a fondos provenientes de otras fuentes. No obstante, el no recibir financiamiento de alguna empresa u otra organización fuera de la Universidad de Antofagasta, entrega un valioso factor de independencia a sus realizadores.
“Por ejemplo, si observamos que un salar está siendo dañado o puede llegar a serlo por parte de determinada industria, no tendremos ningún problema en denunciar tal situación“, expresó el doctor Gabriel Álvarez.
La protección de todos los salares del norte chileno debe ser una misión compartida entre las comunidades indígenas, universidades, ONGs y el Estado, pues poseen una delicada y única riqueza natural difícil de calcular, la cual siempre está amenazada por la industria minera.
También se debe valorar el rico patrimonio cultural que poseen estas áreas, pues sirvieron como corredores humanos en tiempos precolombinos, estableciéndose incluso áreas pobladas, de cultivos o ceremoniales en sus inmediaciones (EL Mercurio de Antofagasta, David Pastén Ramos, Comunicaciones Universidad de Antofagasta).
Portal Minero
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