En el último quinquenio, unas 64 cooperativas mineras asentadas en la región, cada una con un promedio de 110 trabajadores, explotan grandes yacimientos mineralógicos de complejos de plomo, plata y zinc en varias zonas de Mizque, Morochata y Arque; antimonio en los mismos municipios; y estaño y wólfram en el legendario centro minero de Kami, en la provincia Independencia. Hay irrupción de no metales.
La fortaleza productiva del Departamento de Cochabamba, tradicionalmente reconocida como agropecuaria, lechera, avícola, petrolera y gran transformadora de materias primas empezó a expandirse los últimos 5 años a la extracción y comercialización de minerales metálicos y no metálicos, generando más de 8 mil fuentes de trabajo directa, solamente en el sector cooperativo.
Resulta que el último quinquenio, alrededor de 64 cooperativas mineras asentadas en el Departamento de Cochabamba, cada una con un promedio de 110 trabajadores, explotan grandes yacimientos mineralógicos de complejos Plomo, Plata y Zing en varias regiones de Mizque, Morochata, y Arque; Antimonio en las los mismos municipios; estaño y complejos en Bolívar y Wolfran en el legendario centro minero de Kami, provincia Independencia.
Desprovistos de asistencia técnica y mucho menos financiera, de parte del Estado, “los topos humanos” trabajan entre 8 y 12 horas diarias en procura de extraer la mayor cantidad de minerales que son tratados en ingenios, artesanales y semi Industriales, para su comercialización posterior, en Cochabamba y Oruro, indistintamente.
Los minerales no metálicos como piedra caliza, yeso y mármol, sulfatos de bario y arcillas, entre otros, son entregados a “rescatadores” que tienen hornos artesanales en Montenegro y Suticollo; mientras que las cargas de los metálicos son transportados hasta Oruro, donde existen ingenios privados que obtienen barrilla de exportación, sin reconocer precio alguno por agregados y otros minerales.
Característica y Venta
A tiempo de confirmar que la zonas zonas andina y sub andina del departamento contienen una diversidad de yacimientos mineralógicos, el presidente de la Cámara Departamental de Minería (Cademi), Javier Bellot afirmó que los mineros de Cochabamba, al margen de explotar minerales metálicos, se distinguen de sus similares de occidente por realizar grandes inversiones en la transformación de una variedad de minerales no metálicos en productos industriales.
Puso como ejemplo los grandes volúmenes de carbonaro de calcio (materia prima para producir cemento); sulfato de calcio (yeso) para construcción; sulfato de bario requerido para perforar pozos petroleros; variedad de arcillas para la industria cerámica y rocas industriales, entre otros, con alto valor agregado.
En cuanto a comercialización Alain Torrico, presidente de la Federación departamental de Cooperativas Mineras (Fedecomin), dijo que los intermediarios perjudican el engocio minero.
“Por ejemplo cuando entregamos 20 toneladas de complejos, las comercializadoras particulares nos pagaban en precio que querían, jugaban con nuestras papeletas de ensayo. Reconocían solamente la ley de un mineral, por decir plata y por plomo y zing no reconocían ningún valor, incluso nos descontaban por las pruebas”, explicó.
Torrico dijo que con la premisa de reconocer a los mineros cooperativistas un precio justo por la entrega de sus minerales y complejos metálicos provenientes de yacimientos mineralógicos de Cochabamba y de todo el país, el 20 de febrero pasado los cooperativistas y el presidente Evo Morales inauguraron en Oruro la comercializadora de Minerales (Comermin) de la que se espera pague lo justo por los minerales.
Sólo operan 85 concesiones
Hasta diciembre del año 2008, alrededor de 480 beneficiarios, entre empresas privadas, cooperativas y comunidades indígenas, obtuvieron concesiones mineras de la ex Superintendencia Regional de Minas, para trabajar yacimientos mineralógicos existentes en las localidades de Tapacarí, Arque, Tiraque, Quillacollo, Independencia y Ayopaya.
De ese total apenas 85 concesionarios (64 cooperativas y 21 empresas privadas) mantienen operaciones de explotación y el resto se encuentran abandonadas por falta de pago de patentes, por haber sido ocupadas por comunidades campesinas y por falta de recursos económicos y humanos para realizar trabajos de prospección y explotación, según evaluación preliminar de Javier Bellot, presiente de la Cámara Departamental de Minería (CDM).
En su criterio las concesiones abandonadas podrían incorporarse al proceso productivo de minerales metálicos, si el Gobierno resuelve tres incógnitas: contenidos y alcances del Nuevo Código Minero; los avasallamientos y ocupación campesina de grandes yacimientos y la escasa disponibilidad de recursos financieros para operaciones extractivas.
“Varias concesiones mineras no pueden activarse, porque quién se atreve a invertir en la apertura de un camino, si después los comunitarios del lugar no le permiten ingresar y explotar su concesión. Por otra parte; el Gobierno no ha definido aún una política clara sobre la actividad minera en Bolivia”, explicó.
Bajan las regalías mineras
Las regalías mineras del departamento el año 2009 cayeron de 827.572 a 369.729 dólares del 2008; es decir Cochabamba dejo de percibir 457.843 dólares, debido a la crisis mundial de precios.
La plata, mineral que más regalías reportó al resto de los departamentos productores, disminuyó también en Cochabamba, de 203.817 a 91.512 dólares. Lo mismo sucedió con las regalías por estaño que se desplomaron de 13.105 el año 2008 a 1.552 dólares el 2009, según estadísticas del Ministerio de Minería.
Resta identificar potencial
En todo el territorio de Cochabamba existen grandes yacimientos de minerales metálicos y no metálicos, cuyo potencial y valor económico, aun no fue identificado, ni cuantificado.
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