El primer mes del año 2010 no registró variantes negativas en cuestión de los precios internacionales de minerales, por tanto la proyección para el tiempo futuro es de tendencia positiva lo que significa asegurar varios proyectos que se han diseñado en materia de explotación de nuestros recursos mineralógicos
Los registros sobre el vaivén de las cotizaciones de minerales muestran varias épocas especiales, lo que también se conoce como ciclos de la minería activa y que cuando se presentan como alternativas ascendentes como sucede en la actualidad, hay que aprovechar al máximo ese tiempo que puede ser corto o con mucha suerte algo prolongado pero nunca sostenible o invariable.
Al margen de los aspectos directamente relacionados con los ciclos de la minería hay otros de orden estrictamente financiero que son dependientes de los movimientos que producen los grandes negocios de los países altamente industrializados y que pueden ser responsables de las variantes en el uso de ciertas materias primas con mayor incidencia en factores de industrialización que mueven –a su antojo– las cifras en las pizarras de los grandes mercados.
El tiempo presente debe ser aprovecharlo al máximo para el logro de objetivos concretos en la tan mentada reactivación minera que, dicho sea de paso, no se dio efectivamente en la gestión de los cuatro años que culminaron con un esquema casi estático -en minería- y que debería ser totalmente diferente, activo, dinámico, competitivo y serio en la nueva gestión de los próximos cinco años que ojalá y de manera paralela mantenga un promedio estable de precios
El proceso ascendente de precios que comenzó en el segundo semestre del año pasado se desarrolla con muy pocas variantes, de tal suerte que podrían sostenerse vigentes en los próximos meses (o años), alcanzando por lo menos los niveles de los primeros meses del 2008.
El registro de precios en las pizarras de Londres o Nueva York muestran cotizaciones positivas para el estaño, zinc, cobre, plomo y también el oro y la plata minerales que se explotan en nuestro país en algunos casos en grandes proyectos como los ubicados en Potosí, el caso de San Cristóbal, San Vicente y San Bartolomé, además de Coro Coro en La Paz o Huanuni en Oruro.
Datos del Ministerio de Minería recuerdan que en el mes de mayo del 2008 la libra fina de estaño alcanzó un precio excepcional de 11.56 dólares por libra fina (LF), mientras que el zinc en ese mismo mes batió un record en su precio al registrar -luego de una década- el valor de 1,28 $us por LF. El cobre que también es uno de los minerales de mayor requerimiento llegó a venderse a más de 4.00 $us la libra fina. Fueron precios que marcaron el “boom” minero.
Los datos del ministerio reflejan también que el auge de precios en la minería comenzó a declinar en el último trimestre del 2008, acentuándose en los primeros meses del 2009 como efecto de la crisis global que puso por el suelo el precios de las materias primas, especialmente provenientes de la minería lo que ocasionó una grave crisis en la economía del sector que obligó al gobierno a tomar medidas de emergencia, aunque las mismas sólo favorecieron al sector de los mineros cooperativistas.
Luego de un periodo de crisis -ya lo saben los expertos en minería- se presenta un periodo de recuperación y puede ampliarse a una etapa de excelencia que debe ser convenientemente aprovechada. Estamos justamente en ese periodo que ya tiene varios meses de vigencia y que todavía el Estado a través de su ministerio no ha tomado en cuenta el valor cíclico que es inmejorable para dinamizar los grandes proyectos de la minería.
Las perspectivas de la minería son halagüeñas con los precios actuales y con un repunte que podría registrarse más adelante, sin embargo nada podrá aprovecharse al máximo si de manera paralela no se aplican disposiciones de seguridad y de incentivos a las inversiones, reconociendo que las mismas son absolutamente necesarias para encarar la política minero – metalúrgica que le permitirá al país avanzar hacia la industrialización de materias primas como el hierro del Mutún o el litio en los salares de Uyuni y Coipasa.
El nuevo ministro de minería, José Pimentel de amplia experiencia sindical en el sector, tiene un serio desafío -como lo reconoce- al establecer la real importancia del sector productivo de la minería que se traduce en miles de empleos y en igual proporción divisas para el TGN y regalías para las regiones.
La nueva autoridad no ignora lo que está ocurriendo en países vecinos en los cuales se han asentado las más enormes inversionistas mineras, respaldando sus actividades con reglas claras de juego, pero sobre todo con garantías para el desarrollo armónico de las grandes operaciones mineras.
La elaboración de un nuevo Código de Minería, la aplicación de una política para el sector, el diseño de un plan completo que comience en la exploración y termine en la exportación de nuestro recursos naturales mineralógicos debe ser prioridad en la agenda del nuevo ministro, que seguramente más allá del hecho discursivo tomará en cuenta la posición del Primer Mandatario de flexibilizar y reglamentar adecuadamente los artículos de la nueva Constitución que estén relacionados con tierra, territorio, pero además subsuelo donde se guardan las grandes riquezas naturales no renovables del país.
Los registros sobre el vaivén de las cotizaciones de minerales muestran varias épocas especiales, lo que también se conoce como ciclos de la minería activa y que cuando se presentan como alternativas ascendentes como sucede en la actualidad, hay que aprovechar al máximo ese tiempo que puede ser corto o con mucha suerte algo prolongado pero nunca sostenible o invariable.
Al margen de los aspectos directamente relacionados con los ciclos de la minería hay otros de orden estrictamente financiero que son dependientes de los movimientos que producen los grandes negocios de los países altamente industrializados y que pueden ser responsables de las variantes en el uso de ciertas materias primas con mayor incidencia en factores de industrialización que mueven –a su antojo– las cifras en las pizarras de los grandes mercados.
El tiempo presente debe ser aprovecharlo al máximo para el logro de objetivos concretos en la tan mentada reactivación minera que, dicho sea de paso, no se dio efectivamente en la gestión de los cuatro años que culminaron con un esquema casi estático -en minería- y que debería ser totalmente diferente, activo, dinámico, competitivo y serio en la nueva gestión de los próximos cinco años que ojalá y de manera paralela mantenga un promedio estable de precios
El proceso ascendente de precios que comenzó en el segundo semestre del año pasado se desarrolla con muy pocas variantes, de tal suerte que podrían sostenerse vigentes en los próximos meses (o años), alcanzando por lo menos los niveles de los primeros meses del 2008.
El registro de precios en las pizarras de Londres o Nueva York muestran cotizaciones positivas para el estaño, zinc, cobre, plomo y también el oro y la plata minerales que se explotan en nuestro país en algunos casos en grandes proyectos como los ubicados en Potosí, el caso de San Cristóbal, San Vicente y San Bartolomé, además de Coro Coro en La Paz o Huanuni en Oruro.
Datos del Ministerio de Minería recuerdan que en el mes de mayo del 2008 la libra fina de estaño alcanzó un precio excepcional de 11.56 dólares por libra fina (LF), mientras que el zinc en ese mismo mes batió un record en su precio al registrar -luego de una década- el valor de 1,28 $us por LF. El cobre que también es uno de los minerales de mayor requerimiento llegó a venderse a más de 4.00 $us la libra fina. Fueron precios que marcaron el “boom” minero.
Los datos del ministerio reflejan también que el auge de precios en la minería comenzó a declinar en el último trimestre del 2008, acentuándose en los primeros meses del 2009 como efecto de la crisis global que puso por el suelo el precios de las materias primas, especialmente provenientes de la minería lo que ocasionó una grave crisis en la economía del sector que obligó al gobierno a tomar medidas de emergencia, aunque las mismas sólo favorecieron al sector de los mineros cooperativistas.
Luego de un periodo de crisis -ya lo saben los expertos en minería- se presenta un periodo de recuperación y puede ampliarse a una etapa de excelencia que debe ser convenientemente aprovechada. Estamos justamente en ese periodo que ya tiene varios meses de vigencia y que todavía el Estado a través de su ministerio no ha tomado en cuenta el valor cíclico que es inmejorable para dinamizar los grandes proyectos de la minería.
Las perspectivas de la minería son halagüeñas con los precios actuales y con un repunte que podría registrarse más adelante, sin embargo nada podrá aprovecharse al máximo si de manera paralela no se aplican disposiciones de seguridad y de incentivos a las inversiones, reconociendo que las mismas son absolutamente necesarias para encarar la política minero – metalúrgica que le permitirá al país avanzar hacia la industrialización de materias primas como el hierro del Mutún o el litio en los salares de Uyuni y Coipasa.
El nuevo ministro de minería, José Pimentel de amplia experiencia sindical en el sector, tiene un serio desafío -como lo reconoce- al establecer la real importancia del sector productivo de la minería que se traduce en miles de empleos y en igual proporción divisas para el TGN y regalías para las regiones.
La nueva autoridad no ignora lo que está ocurriendo en países vecinos en los cuales se han asentado las más enormes inversionistas mineras, respaldando sus actividades con reglas claras de juego, pero sobre todo con garantías para el desarrollo armónico de las grandes operaciones mineras.
La elaboración de un nuevo Código de Minería, la aplicación de una política para el sector, el diseño de un plan completo que comience en la exploración y termine en la exportación de nuestro recursos naturales mineralógicos debe ser prioridad en la agenda del nuevo ministro, que seguramente más allá del hecho discursivo tomará en cuenta la posición del Primer Mandatario de flexibilizar y reglamentar adecuadamente los artículos de la nueva Constitución que estén relacionados con tierra, territorio, pero además subsuelo donde se guardan las grandes riquezas naturales no renovables del país.
(Agencia URU)
Cotización de minerales, mercado externo. |
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