Según informe de la Revista Minera, la mina Cotaje, ubicada en la localidad de Sevaruyo, será rehabilitada para la explotación de uranio. De acuerdo a datos proporcionados por las prefecturas de Potosí y Oruro, se estableció que desde la década del 70 funcionó el proyecto experimental para la explotación de este mineral.
Los resultados de una primera investigación establecen que en la zona de Cotaje existía uranio, como también en el departamento de Santa Cruz, conocida como “El Manomó” y en Tarija en la población de Cañas, los cuales tuvieron un tiempo en el trabajo de operaciones.
Según el Departamento de Exploración de Minerales Radiactivos de la desaparecida Comisión Boliviana de Energía Nuclear (Coboen), parte de los profesionales especializados en centros europeos en la búsqueda de minerales radiactivos, se ocuparán de una prospección de alto nivel en ciertos lugares del territorio nacional donde se presumía la existencia de uranio.
El intento de explotación se definió en Cotaje con resultado preliminarmente positivo, pues existe uranio, que se ha podido precisar su potencialidad. Lo único evidente es que tras un largo proceso se obtuvieron (sin confirmación) unos cincuenta kilos de la torta amarilla, cuyo paradero o utilización se desconoce oficialmente.
Al respecto algunos profesionales que trabajaron por entonces con el cerrado Instituto Minero Metalúrgico, explicaron que el destino de la reducida cantidad de uranio procesado, según un informe filtrado de la inteligencia israelí, tenía alguna sospechosa relación con Irán.
Nada de lo aseverado se pudo comprobar al cerciorare que la mina ya no era explotada. La “torta amarilla” no fue ubicada y la cantidad resulta ínfima para fines bélicos. Se estableció que en el país hay más de tres sitios donde puede explotarse uranio y thorio, este último también radiactivo y con posibilidades de existencia en los mismos reservorios de uranio.
Sólo la obtención de uranio enriquecido, es sumamente complejo y la torta amarilla debería pasar por un proceso para convertirse en gas de uranio, y posteriormente, envasado para otra fase de purificación, todo ello en una planta especial de enriquecimiento, todo un complejo y carísimo proceso para tener un producto que sea utilizado como un combustible útil en reactores nucleares.
Según informe de Uru, el uranio tiene la peculiaridad generar radiaciones de diferentes intensidades del orden Alfa Gama y Beta, que pueden ser determinados con el uso de sofisticados equipos técnicos y la experiencia reconocida de geólogos que han hecho trabajos preliminares.
Este mineral en un trabajo industrial puede convertirse en combustible para generación de energía eléctrica, producción de isótopos para uso médico o para la agricultura.
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