El Gobierno nacional mediante Decreto Supremo 29496 del primer día de abril del pasado año, declaró de prioridad nacional la explotación e industrialización de los recursos evaporíticos del Salar de Uyuni, dejándose entrever que deberá cumplirse la máxima aspiración de producir con sello boliviano las próximas baterías o pilas de litio, tras varias etapas que deberán cumplirse obligadamente para llegar al perfeccionamiento industrial del nuevo sistema de energía para vehículos motorizados reemplazando los combustibles
Las informaciones ratificadas sobre la potencial reserva de litio que poseemos en los Salares de Uyuni y Coipasa han despertado el interés de poderosas industrias europeas y asiáticas que han enviado sus emisarios para observar en el terreno el majestuoso reservorio de “oro gris” como se denomina ahora al litio y que podrá ser explotado una vez que el gobierno defina un convenio de “riesgo compartido” con la empresa que ofrezca las mejores condiciones, entre estas las japonesas Sumitomo, Mitsubishi, la coreana LG y la francesa Bolloré.
Se habló de conformar un Comité Científico con profesionales bolivianos y al que se sumarían emisarios de las empresas interesadas en la explotación del litio, como ya lo hizo la francesa Bolloré – Eramet, que efectuarán algunas pruebas junto a los expertos de otras industrias, especialmente con tratamiento de muestras cuya obtención ha sido autorizada para fines de investigación.
La valoración de las reservas – no probadas – de litio contenido en los salares de acuerdo a un informe de la Dirección Nacional de Recursos Evaporíticos, anticipa que la reserva disponible de este metal complejo permitirá extraer en una primera etapa el 40 por ciento de los más de 350 millones de toneladas de litio metálico que se encuentran en los salares bolivianos.
Hasta el presente y a pesar de una serie de investigaciones hechas especialmente en el salar de Uyuni, trabajos que estuvieron a cargo de prestigiosas empresas consultoras y oficinas de investigación científica europeas y americanas, no se pudo determinar el “tope” de profundidad de las salmueras pese a que en más de dos trabajos se perforaron pozos entre 120 y más de 200 metros de profundidad sin alcanzar la base, lo que demuestra el potencial de la reserva de litio en Bolivia.
En el curso del presente mes es posible la realización de nuevas reuniones entre autoridades del Ministerio de Minería y representantes de las empresas interesadas en adjudicarse la explotación de litio en territorio boliviano.
Mientras tanto por cuenta y riesgo de la Comibol avanza el trabajo de instalación de la primera planta piloto en el salar que podría entrar en labores hacia fines del año en curso.
Las informaciones ratificadas sobre la potencial reserva de litio que poseemos en los Salares de Uyuni y Coipasa han despertado el interés de poderosas industrias europeas y asiáticas que han enviado sus emisarios para observar en el terreno el majestuoso reservorio de “oro gris” como se denomina ahora al litio y que podrá ser explotado una vez que el gobierno defina un convenio de “riesgo compartido” con la empresa que ofrezca las mejores condiciones, entre estas las japonesas Sumitomo, Mitsubishi, la coreana LG y la francesa Bolloré.
Se habló de conformar un Comité Científico con profesionales bolivianos y al que se sumarían emisarios de las empresas interesadas en la explotación del litio, como ya lo hizo la francesa Bolloré – Eramet, que efectuarán algunas pruebas junto a los expertos de otras industrias, especialmente con tratamiento de muestras cuya obtención ha sido autorizada para fines de investigación.
La valoración de las reservas – no probadas – de litio contenido en los salares de acuerdo a un informe de la Dirección Nacional de Recursos Evaporíticos, anticipa que la reserva disponible de este metal complejo permitirá extraer en una primera etapa el 40 por ciento de los más de 350 millones de toneladas de litio metálico que se encuentran en los salares bolivianos.
Hasta el presente y a pesar de una serie de investigaciones hechas especialmente en el salar de Uyuni, trabajos que estuvieron a cargo de prestigiosas empresas consultoras y oficinas de investigación científica europeas y americanas, no se pudo determinar el “tope” de profundidad de las salmueras pese a que en más de dos trabajos se perforaron pozos entre 120 y más de 200 metros de profundidad sin alcanzar la base, lo que demuestra el potencial de la reserva de litio en Bolivia.
En el curso del presente mes es posible la realización de nuevas reuniones entre autoridades del Ministerio de Minería y representantes de las empresas interesadas en adjudicarse la explotación de litio en territorio boliviano.
Mientras tanto por cuenta y riesgo de la Comibol avanza el trabajo de instalación de la primera planta piloto en el salar que podría entrar en labores hacia fines del año en curso.
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