En la pasada gestión en el Ministerio de Minería se mencionaba un plan de incentivos y de seguridad jurídica dentro la nueva política minera que permita asegurar e incrementar los niveles de producción nacional del sector.
En el caso de la “gran minería” se perfilaban ya interesantes proyectos que debían consolidarse a través de ciertas leyes de la república para viabilizar las operaciones de manera que las futuras actividades se encuadren en las disposiciones de la Nueva Constitución.
Han sucedido avances interesantes en ese nivel, caso del convenio con la hindú Jindal Steel para la explotación de hierro en El Mutún o el convenio con la asiática Kores para la explotación de cobre en Coro Coro, además de dar visto bueno a la transferencia del proyecto de San Cristóbal en Potosí que se ha convertido de momento en el referente más importante de la generación de divisas y regalías.
Se han aplicado medidas iniciales para el mega proyecto del litio y de manera inicial ya existe una inversión para la implementación de una planta piloto en tanto las autoridades nacionales resuelvan el tratamiento que puede darse a la propuesta de la francesa Bolloré para explotar los salares bolivianos.
Los mineros cooperativistas también han recibido su parte, especialmente en Potosí, aunque todavía no se concretó la compra de un ingenio para los mineros cooperativistas de Oruro que esperan ansiosamente esa adquisición que les permitirá mejorar la ley de los minerales que producen.
La minería chica
Lo interesante es saber que en el Ministerio de Minería se reconoce que el Estado aún se encuentra en deuda con la pequeña minería. El ministro del ramo señaló tiempo atrás que “tenemos pendiente un apoyo efectivo a la minería chica”. Sin embargo acotó “que más temprano que tarde se reactivará un fondo de producción”. Los mineros chicos esperan la reposición del Banco Minero que les permitirá financiar sus operaciones futuras.
En el caso de la “gran minería” se perfilaban ya interesantes proyectos que debían consolidarse a través de ciertas leyes de la república para viabilizar las operaciones de manera que las futuras actividades se encuadren en las disposiciones de la Nueva Constitución.
Han sucedido avances interesantes en ese nivel, caso del convenio con la hindú Jindal Steel para la explotación de hierro en El Mutún o el convenio con la asiática Kores para la explotación de cobre en Coro Coro, además de dar visto bueno a la transferencia del proyecto de San Cristóbal en Potosí que se ha convertido de momento en el referente más importante de la generación de divisas y regalías.
Se han aplicado medidas iniciales para el mega proyecto del litio y de manera inicial ya existe una inversión para la implementación de una planta piloto en tanto las autoridades nacionales resuelvan el tratamiento que puede darse a la propuesta de la francesa Bolloré para explotar los salares bolivianos.
Los mineros cooperativistas también han recibido su parte, especialmente en Potosí, aunque todavía no se concretó la compra de un ingenio para los mineros cooperativistas de Oruro que esperan ansiosamente esa adquisición que les permitirá mejorar la ley de los minerales que producen.
La minería chica
Lo interesante es saber que en el Ministerio de Minería se reconoce que el Estado aún se encuentra en deuda con la pequeña minería. El ministro del ramo señaló tiempo atrás que “tenemos pendiente un apoyo efectivo a la minería chica”. Sin embargo acotó “que más temprano que tarde se reactivará un fondo de producción”. Los mineros chicos esperan la reposición del Banco Minero que les permitirá financiar sus operaciones futuras.
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