Por Clovis Díaz de O.F. (Puerto Suárez, Santa Cruz, para EL DIARIO).- En julio 2007, la provincia Germán Busch y poblaciones inmediatas, Puerto Suárez, Puerto Quijarro, Puerto Aguirre, Carmen Rivero Torrez, Arroyo Concepción, Pantanal, boliviano; Puerto Busch y comunidades vecinas, festejaron el contrato entre el Gobierno boliviano y la empresa hindú Jindal Steel & Power.
El acuerdo suscrito busca la explotación del fabuloso yacimiento de El Mutún, cuyas entrañas albergan 40 mil millones de toneladas de hierro; 10 mil millones de toneladas de manganeso y otros minerales.
De acuerdo al convenio de Riesgo Compartido, la empresa Jindal debe invertir 2 mil 100 millones de dólares durante los primeros ocho años de explotación; Bolivia recibiría 200 millones de dólares de ganancia, cada año. La producción de hierro de El Mutún generaría 6 mil empleos directos; más de 30 mil indirectos e ingresos adicionales por el consumo del gas boliviano a emplearse en el complejo siderúrgico.
Enero 2009, el consorcio hindú, a decir de su presidente, Pritam Singh Rana, aún espera que el Instituto de Reforma Agraria (INRA) entregue las tierras saneadas a la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM), y ésta a su vez, las deposite en manos del consorcio para la construcción de la futura planta de acero.
Los alcaldes de Puerto Suárez, Romualdo Hurtado y de Puerto Guijarro, Aldo Clavijo, coinciden en que, en efecto, por la burocracia del INRA y Superintendencia Agraria “no están funcionando” para viabilizar el saneamiento, pero, además, que Organizaciones No Gubernamentales entorpecen y frenan una ficha ambiental.
Pritam Singh Rana, agregó que “todo está en proceso, pero no dan fecha ni cuándo concluirá este proceso. Vivimos en un mundo de incertidumbre, puede suceder mañana, pero no sé exactamente cuándo. Mientras tanto, continuamos en el diseño de la planta principal; en la última semana de enero, llegará probablemente una chancadora de minerales, pero necesitamos el terreno. Esperamos las decisiones de las instancias oficiales para iniciar el trabajo. Jindal, definitivamente ha venido a la provincia Germán Busch para triunfar en esta región y desarrollar la industria del hierro y con ella, cumplir con el sueño de las poblaciones vecinas. Con ese objetivo se firmó el contrato entre la empresa Jindal y el Gobierno de Bolivia”,.
Sin embargo, expertos en temas mineros indican que el precio del hierro baja y puede ahuyentar la inversión y provocar pérdidas al Estado.
“Indudablemente, -dijo el principal ejecutivo de Jindal-, sucederá que esta región tenga mejor nivel de vida; será una realidad. Todos saldremos beneficiados. Estos retrasos, pueden ser parte del procedimiento de un proyecto de tal envergadura; toma tiempo. Sin embargo, el dilema de la tierra ha causado gran daño al demorar el proyecto. La Empresa Siderúrgica El Mutún y el INRA, han estado trabajando sobre ello constantemente, pero sin mayores resultados”.
El 15 de agosto 2008, se había logrado un acercamiento entre la ESM-INRA y ganaderos. Aquel encuentro no tuvo seguimiento; se fue postergando. “Todos estos problemas deben ser solucionados porque son de interés de la región y de Bolivia”, concluyó.
Jindal Steel &Power Limited producirá, siempre y cuando el Gobierno y sus instancias despierten del letargo, 10 millones de toneladas anuales de concentrados; 5 millones de toneladas métricas anuales de pelets; cerca de 2 millones de toneladas métricas anuales de acero, etc.
El acuerdo suscrito busca la explotación del fabuloso yacimiento de El Mutún, cuyas entrañas albergan 40 mil millones de toneladas de hierro; 10 mil millones de toneladas de manganeso y otros minerales.
De acuerdo al convenio de Riesgo Compartido, la empresa Jindal debe invertir 2 mil 100 millones de dólares durante los primeros ocho años de explotación; Bolivia recibiría 200 millones de dólares de ganancia, cada año. La producción de hierro de El Mutún generaría 6 mil empleos directos; más de 30 mil indirectos e ingresos adicionales por el consumo del gas boliviano a emplearse en el complejo siderúrgico.
Enero 2009, el consorcio hindú, a decir de su presidente, Pritam Singh Rana, aún espera que el Instituto de Reforma Agraria (INRA) entregue las tierras saneadas a la Empresa Siderúrgica Mutún (ESM), y ésta a su vez, las deposite en manos del consorcio para la construcción de la futura planta de acero.
Los alcaldes de Puerto Suárez, Romualdo Hurtado y de Puerto Guijarro, Aldo Clavijo, coinciden en que, en efecto, por la burocracia del INRA y Superintendencia Agraria “no están funcionando” para viabilizar el saneamiento, pero, además, que Organizaciones No Gubernamentales entorpecen y frenan una ficha ambiental.
Pritam Singh Rana, agregó que “todo está en proceso, pero no dan fecha ni cuándo concluirá este proceso. Vivimos en un mundo de incertidumbre, puede suceder mañana, pero no sé exactamente cuándo. Mientras tanto, continuamos en el diseño de la planta principal; en la última semana de enero, llegará probablemente una chancadora de minerales, pero necesitamos el terreno. Esperamos las decisiones de las instancias oficiales para iniciar el trabajo. Jindal, definitivamente ha venido a la provincia Germán Busch para triunfar en esta región y desarrollar la industria del hierro y con ella, cumplir con el sueño de las poblaciones vecinas. Con ese objetivo se firmó el contrato entre la empresa Jindal y el Gobierno de Bolivia”,.
Sin embargo, expertos en temas mineros indican que el precio del hierro baja y puede ahuyentar la inversión y provocar pérdidas al Estado.
“Indudablemente, -dijo el principal ejecutivo de Jindal-, sucederá que esta región tenga mejor nivel de vida; será una realidad. Todos saldremos beneficiados. Estos retrasos, pueden ser parte del procedimiento de un proyecto de tal envergadura; toma tiempo. Sin embargo, el dilema de la tierra ha causado gran daño al demorar el proyecto. La Empresa Siderúrgica El Mutún y el INRA, han estado trabajando sobre ello constantemente, pero sin mayores resultados”.
El 15 de agosto 2008, se había logrado un acercamiento entre la ESM-INRA y ganaderos. Aquel encuentro no tuvo seguimiento; se fue postergando. “Todos estos problemas deben ser solucionados porque son de interés de la región y de Bolivia”, concluyó.
Jindal Steel &Power Limited producirá, siempre y cuando el Gobierno y sus instancias despierten del letargo, 10 millones de toneladas anuales de concentrados; 5 millones de toneladas métricas anuales de pelets; cerca de 2 millones de toneladas métricas anuales de acero, etc.
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