La empresa norteamericana Atlas Precious Metals, expresó su desconfianza ante la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) sobre honrar el acuerdo suscrito entre ambas partes, para que la compañía extranjera se haga cargo de la planta de fundición de Karachipampa.
Según el presidente de Comibol, Hugo Miranda, los empresarios estadounidenses exigieron estabilidad en el gobierno para confirmar sus intenciones de hacerse cargo de Karachipampa, lo cual fue suscrito el 28 de junio de 2005 en un contrato de riesgo compartido.
“Los inversionistas han manifestado su desconfianza de llevar adelante este proyecto y no se encuentran seguros; exigieron estabilidad. Sin embargo mediante una carta del Ministerio de Minería dirigida a los empresarios de la Atlas Precious Metals se ha dado plena garantía de su inversión” aseguró Miranda.
Atlas tiene previsto invertir unos 85 millones de dólares para el tratamiento de plata, zinc y plomo; otorgándose ganancias del 35 por ciento para Comibol, como empresa estatal propietaria; y de 65 por ciento para la compañía extranjera.
El contrato concluyó el 28 de septiembre pero a pedido del representante de Atlas en Bolivia, Luis Botanni, se extendió el plazo de espera hasta el 15 de octubre, fecha en que la empresa dará su respuesta final.
Hasta que esto no ocurra, Comibol no puede buscar otro inversionista, por lo que Miranda afirmó que “estamos atados de manos” y dejando pasar el buen precio que tienen los metales en el mercado internacional.
La fundición de plomo y plata de Karachipampa fue montada e instalada entre 1977 y 1983 pero no pudo operar por el déficit de producción de la época que no permitió llegar a una capacidad instalada de concentrados de plomo y plata de 51.000 toneladas al año, entre otros motivos.
Según el presidente de Comibol, Hugo Miranda, los empresarios estadounidenses exigieron estabilidad en el gobierno para confirmar sus intenciones de hacerse cargo de Karachipampa, lo cual fue suscrito el 28 de junio de 2005 en un contrato de riesgo compartido.
“Los inversionistas han manifestado su desconfianza de llevar adelante este proyecto y no se encuentran seguros; exigieron estabilidad. Sin embargo mediante una carta del Ministerio de Minería dirigida a los empresarios de la Atlas Precious Metals se ha dado plena garantía de su inversión” aseguró Miranda.
Atlas tiene previsto invertir unos 85 millones de dólares para el tratamiento de plata, zinc y plomo; otorgándose ganancias del 35 por ciento para Comibol, como empresa estatal propietaria; y de 65 por ciento para la compañía extranjera.
El contrato concluyó el 28 de septiembre pero a pedido del representante de Atlas en Bolivia, Luis Botanni, se extendió el plazo de espera hasta el 15 de octubre, fecha en que la empresa dará su respuesta final.
Hasta que esto no ocurra, Comibol no puede buscar otro inversionista, por lo que Miranda afirmó que “estamos atados de manos” y dejando pasar el buen precio que tienen los metales en el mercado internacional.
La fundición de plomo y plata de Karachipampa fue montada e instalada entre 1977 y 1983 pero no pudo operar por el déficit de producción de la época que no permitió llegar a una capacidad instalada de concentrados de plomo y plata de 51.000 toneladas al año, entre otros motivos.
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