La firma del contrato para la explotación del hierro del Mutún fue un paso más hacia el anhelado proyecto siderúrgico. No obstante, antes de que esta industria pueda siquiera comenzar a operar, se debe superar al menos dos obstáculos para garantizar su éxito.
Dionisio Garzón y Jorge Espinoza, ambos ex ministros de Minería, coincidieron al señalar que la provisión de gas y el desarrollo de la infraestructura para el transporte de la producción de hierro y sus derivados son las principales tareas que se deben atender.
Se calcula que el proyecto demandará entre ocho y 10 millones de metros cúbicos por día (MMmcd). El 70% de estos volúmenes estará destinado a la reducción del hierro y el otro 30% a la termoeléctrica que dotará de energía al complejo siderúrgico.
“La infraestructura para asegurar este suministro de gas al proyecto necesitará una inversión importante que deberá asumir el Estado y que incidirá fuertemente en la economía de este emprendimiento”, apunta Garzón.
Espinoza acota que la provisión de gas al Mutún será un problema si no se aumenta la capacidad de producción del energético.
La ex autoridad realiza esta consideración teniendo en cuenta el consumo nacional de gas, que llega a seis MMmcd, más los volúmenes de entrega comprometidos con el Brasil y la Argentina. “Si no se desarrollan nuevos campos, nos vamos a ver en serios problemas”.
El otro reto que se debe superar es la construcción de la infraestructura caminera, férrea y portuaria para el transporte de la producción del Mutún. Dionisio Garzón indica que la exportación supone la concreción de una importante ferroportuaria que el Estado pretende controlar en 65%.
“¿Quién financiará esta unidad y en qué condiciones? La incidencia en el flujo de caja y en la rentabilidad del proyecto será importante y decisiva”, cuestiona.
En coincidencia con Garzón, Jorge Espinoza se pregunta de dónde saldrá el dinero que se invertirá en esta infraestructura.
En marzo, el ministro de Hacienda, Luis Alberto Arce, anunció que el Estado boliviano encararía la construcción del complejo ferroportuario Motacucito-Puerto Busch, que comprende una vía férrea y un puerto con salida hacia el río Paraguay.
El ministro de Minería, Luis Alberto Echazú, sostiene que la inversión que realice el Gobierno en este proyecto ferroportuario será recuperada a través del servicio que brindará el complejo.
“Son servicios que han de usarse de manera intensiva y el Estado boliviano recibirá su beneficio permanente. El puerto tiene que ser para todos, entonces adicionalmente hay un beneficio para otras exportaciones como las de la agroindustria”, afirma.
Al margen del impacto que tendrá la explotación del Mutún en el país y particularmente en la región donde se encuentra el yacimiento, el ex ministro Garzón plantea una pregunta referida al negocio en sí.
“La industria del hierro y el acero es un negocio donde ganan los más competitivos. ¿Podremos ser competitivos con las acerías de los países vecinos y de ultramar mejor ubicadas con respecto a la costa y a los mercados externos?”. El ex ministro añade que, según el contrato firmado entre el Gobierno y la empresa india Jindal Steel & Power Limited (JSPL), la participación nacional en el negocio se calculará previa deducción de los costos de transporte, “que son de los más caros del continente”.
Previamente, el precio del gas que se suministrará al Mutún fue el principal factor por el que se retrasó la firma del contrato.
El 2006, tras el primer preacuerdo entre el Gobierno y la JSPL, el analista Roberto Laserna observó que el precio del gas cifrado en $us 2,5 por millón de Unidades Térmicas Británicas (BTU) significaría una pérdida para el Estado.
En marzo, el Ejecutivo y la empresa india llegaron a un acuerdo de venta de $us 3,91 para el gas que se empleará en la reducción del hierro y $us 1,955 para la termoeléctrica. Espinoza indica que “aun así hay una subvención muy fuerte”.
Echazú niega que exista tal subvención. “Estamos utilizando el precio de exportación en boca de pozo, que es $us 3,91 por millón de BTU. Es inferior al de la Argentina, pero superior al del Brasil”.
ALGUNAS PARTES DEL CONTRATO
Contratantes • Las partes contratantes son la Empresa Siderúrgica Mutún, la Corporación Minera de Bolivia, la Jindal Steel & Power Limited, la Jindal Steel Bolivia, y los ministros de Minería, Hidrocarburos y Producción y Microempresa.
Objeto • El contrato establece la explotación minera, concentración, peletización, reducción directa, aceleración, industrialización y comercialización de productos obtenidos del hierro del Mutún.
Exclusión • Se excluye del contrato la explotación de manganeso, calizas, piedras preciosas, semipreciosas y otros minerales distintos al hierro, mismos que permanecerán en propiedad de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol).
Inversión • La Jindal Steel Bolivia comprometió una inversión de $us 2.100 millones en dos fases. A la conclusión del segundo año de vigencia del contrato se verificará el cumplimiento del compromiso.
ANÁLISIS
Comentarios al contrato del Mutún
DIONISIO GARZÓN
Ex ministro de Minería
Aunque a esta altura de los acontecimientos sólo queda esperar que el proyecto siderúrgico se concrete, algunos aspectos del contrato que lo viabilizará, a los que se ha tenido acceso, merecen comentarse con miras a tener la figura clara de cómo se pretenden hacer las cosas.
En el contrato se presupone que las reservas de yacimiento son 40.000 millones de toneladas (MT) de mineral de hierro y 10.000 MT de mineral de manganeso, lo cual es especulativo.
Estas cifras representan el potencial que se espera contenga el yacimiento (...) ¿Quién invertirá en positivizar el potencial remanente, a qué costo y cuándo se lo hará? (...)
¿Podremos ser competitivos con las acerías de los países vecinos y de ultramar mejor ubicadas con respecto a la costa y a los mercados externos? (...)
Los aspectos básicos de todo negocio minero ‘sustentable’ en el tiempo son: reservas de mineral, infraestructura, costos y capacidad de reinversión. Cada uno de estos puntos debería tratarse con el detalle posible antes de encarar la distribución de presuntas utilidades que dependen además de factores relacionados a los mercados de metales, que no controlamos y donde una sola empresa, Mittal Arcelor, una fusión que costó 34 mil millones de dólares, ya está camino de controlar el 20% del mercado mundial del acero.
Contra ese tipo de cosas nos enfrentaremos en el futuro cercano y si bien creo un deber el apoyar la siderurgia nacional y el proyecto en curso, hagámoslo con el mayor cuidado y con la máxima tecnología a la que podamos acceder.
“Los aspectos básicos de todo negocio minero sustentable son las reservas, infraestructura, costos y capacidad de reinversión”.
ANÁLISIS
La provisión de gas es un problema
JORGE ESPINOZA
Ex ministro de Minería
Uno de los principales problemas que ha de tener el proyecto siderúrgico del Mutún está referido a la provisión de gas, porque se dice que aproximadamente necesitará ocho millones de metros cúbicos por día (Mmcd).
El consumo nacional está en aproximadamente seis Mmcd y en este momento ya la capacidad de producción con lo que se tiene comprometido al
Brasil —que ha de pedir 30 Mmcd— más seis millones del consumo, más la demanda de la Argentina y los ocho del Mutún es un serio problema (...)
El otro problema es que existe nomás una subvención al gas. La Ley 3058 de Hidrocarburos dice que para consumo interno, el precio del gas ha de ser la mitad del precio mínimo de exportación. Calculando el precio mínimo en $us 4,20, más bien que el Gobierno negoció bien, no están pagando el 50%, sino aproximadamente se está pagando el 79%, pero aun así hay una subvención muy fuerte (...)
Ahora, el Mutún es un yacimiento mucho más grande que la parte situada en el Brasil, en el lado brasileño tienen más contenido de hierro, un 71% aproximadamente contra el 52% del Mutún. Además, tienen menos fósforo y azufre, que influyen en el proceso siderúrgico. Entonces, la única ventaja que hay en el Mutún es justamente el gas.
Por eso es que la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) tantos años ha licitado el Mutún y ha fracasado varias veces esta licitación. Pero ahora el gas le ha dado un atractivo especial. Es un problema lo del suministro de gas. Si no se desarrollan nuevos campos, nos vamos a ver en serios problemas.
“Tantos años se ha licitado el Mutún y ha fracasado varias veces esta licitación. Ahora el gas le ha dado un atractivo especial al proyecto”.
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