viernes, 11 de junio de 2010

Minería y construcción serán pilares del 2010

La minería, la construcción, el consumo interno y la inversión pública, serán los sectores que impulsarán el crecimiento económico durante la gestión 2010, según las proyecciones del ministerio de Economía y Finanzas Públicas.

De acuerdo al informe, pese a la caída de precios internacionales de los minerales la actividad minera, continuará liderando la actividad productiva con una expansión, aunque no en la magnitud del 60% del 2008.

Los proyectos mineros serán parte estratégica para mejorar la expansión del crecimiento con inversiones en proyectos del hierro del Mutún, el litio de Uyuni y Coipasa.

El crecimiento de las operaciones en las cooperativas mineras y la continuidad de la expansión de trabajo en la fundición de Vinto y el Ingenio en Huanuni, será parte importante para elevar los índices de producción que se traducirán en exportaciones e ingresos para el Estado.

CONSTRUCCIÓN

La construcción, que en los primeros tres meses creció en 7,3 % gracias a la actividad privada (edificación de viviendas y edificios en general) llegó a un crecimiento cercano al 10% y estos podrán crecer más si existe un control de los precios de los materiales y sus variables

Los estudios demostraron que la crisis golpea en forma persistente a la construcción, la industria manufacturera, en forma transitoria a la minería, y el comercio que comienzan a mostrar señales de recuperación y tiene menor impacto en los servicios.

En el nuevo escenario se evidencian importantes modificaciones en la demanda agregada en el país. De un año a otro, se reduce el crecimiento del consumo final de los hogares y se contraen la inversión privada nacional y extranjera.

El consumo de los hogares pasa de un crecimiento de 6,2% a sólo 3,6% y su incidencia en la demanda final disminuye de 4,3 a 2,5%.

Siguiendo la composición de la demanda final en el 2009, un porcentaje cada vez mayor pasa a depender del consumo de los hogares, en un escenario de menor disponibilidad de ingresos familiares por efecto del desempleo, la incertidumbre laboral, los bajos salarios y la disminución en el flujo de remesas de los trabajadores bolivianos.

Esta recomposición de la dinámica del producto y de la demanda agregada siguen teniendo un impacto negativo en el empleo y su calidad, en particular, en los rubros empresariales que producen bienes transables con el exterior, lo que ha ocasionado el aumento de la tasa de desempleo y, por primera vez en el curso de la década, de la ocupación en el llamado sector informal urbano, indica el informe.

DESTRUCCIÓN DE EMPLEO

En la presente gestión, se eliminaron más empleos de los que se pudo crear. El grado en que la crisis ha llevado a la destrucción de empleos se observa a través de la tasa neta de creación de empleo, mientras la economía generó empleos a un ritmo de 4,8% anual, la destrucción de empleos alcanzó una tasa de 8,9%.

En cifras absolutas, se estima que durante el período se habrían eliminado cerca de 74 mil empleos en las ciudades del eje, 25 mil en el comercio, 16 mil en la industria, otros 13 mil en transporte y comunicaciones y cerca de 10 mil en la construcción.

En los servicios, el número de empleos perdidos fue el más bajo con 8.611, por el peso que tiene en este sector el empleo en la administración pública.

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