El proyecto metalúrgico Karachipampa tiene pocas perspectivas debido a la falta de garantía en la provisión de materia prima, según establece Fundación Milenio en su Informe Nacional de Coyuntura.
El documento define que el “cuello de botella” del suministro de concentrados seguirá siendo el principal tema de debate, cuya solución dependerá de las posibilidades de inversión a ser implementadas en las leyes reglamentarias de la Constitución Política del Estado y el Código de Minería a aprobarse.
La planta entregada en 1985 tiene una capacidad instalada de 51.100 toneladas por año pero para esa época el país no contaba con esos volúmenes.
El proyecto que Atlas Precious Metals pretende implementar establece el tratamiento de 80.000 toneladas por año de concentrados de plomo-plata para lo cual requiere garantizar el acceso a la cantidad necesaria de concentrados.
Se detalla que Atlas siempre consideró que el suministro de concentrados debiera ser competencia de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) a partir de sus viejas minas o de nuevos proyectos generados en sus concesiones y a través de alianzas estratégicas generadas por el Estado en los megaproyectos mineros en actual operación.
El informe detalla que el plan de suministros de corto plazo considera a San Cristóbal, Bolívar, Porco, San Lorenzo, Colquiri (operaciones privadas con compromisos de venta a mediano y largo plazo, con grandes comercializadoras y metalúrgicas de ultramar”.
Asimismo se detalla que un remanente de las cargas podría provenir de la producción que genera la minería chica además de las cooperativas mineras de todo el país.
El gobierno anunció la inversión de 8 millones de dólares para exploración pero hasta el momento solo existirían trabajos de importancia en Yarvicoma además de El Asiento.
Sobre la viabilidad del proyecto y las reservas para su tratamiento no se pudo consultar a Atlas Precious Metals ya que no tiene un vocero acreditado en esta parte del territorio nacional.
Datos de Karachipampa
El proyecto se pensó y planificó en la gestión 1975 cuando se produjo la sociedad entre la Empresa Nacional de Fundiciones (ENAF) y la Comibol para desarrollar la planta.
En 1985 la planta fue entregada pero desde ese momento nunca entró en funcionamiento pese a que su inversión fue de al menos 200 millones de dólares.
Se trata de una planta diseñada por la alemana Klockner y construida con la tecnología rusa Kivcet para la fundición de complejos de plomo-plata aunque el país tiene una metalogenia que apunta al predominio de mineralización del tipo zinc-plata o zinc-estaño, tal como la Fundación Milenio da cuenta en su Informe Nacional de Coyuntura para el mes de diciembre de este año.
Avance
El pesimismo que se nota en la información de Fundación Milenio contrasta con los avances que existen en la planta en la que Atlas Precious Metals está construyendo el área en el que instalarán una refinería e zinc.
Se conoció que hasta el momento la empresa invirtió más de 20 millones de dólares y que la planta está en el puerto de Houston Texas y se está encarando trámites para traerla al país.
Los trabajadores de la planta exteriorizan su esperanza de que la misma entre en funcionamiento y señala que San Cristóbal tiene que dar las cargas que se requieren para que se mantenga la alimentación de Karachipampa.
El documento define que el “cuello de botella” del suministro de concentrados seguirá siendo el principal tema de debate, cuya solución dependerá de las posibilidades de inversión a ser implementadas en las leyes reglamentarias de la Constitución Política del Estado y el Código de Minería a aprobarse.
La planta entregada en 1985 tiene una capacidad instalada de 51.100 toneladas por año pero para esa época el país no contaba con esos volúmenes.
El proyecto que Atlas Precious Metals pretende implementar establece el tratamiento de 80.000 toneladas por año de concentrados de plomo-plata para lo cual requiere garantizar el acceso a la cantidad necesaria de concentrados.
Se detalla que Atlas siempre consideró que el suministro de concentrados debiera ser competencia de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) a partir de sus viejas minas o de nuevos proyectos generados en sus concesiones y a través de alianzas estratégicas generadas por el Estado en los megaproyectos mineros en actual operación.
El informe detalla que el plan de suministros de corto plazo considera a San Cristóbal, Bolívar, Porco, San Lorenzo, Colquiri (operaciones privadas con compromisos de venta a mediano y largo plazo, con grandes comercializadoras y metalúrgicas de ultramar”.
Asimismo se detalla que un remanente de las cargas podría provenir de la producción que genera la minería chica además de las cooperativas mineras de todo el país.
El gobierno anunció la inversión de 8 millones de dólares para exploración pero hasta el momento solo existirían trabajos de importancia en Yarvicoma además de El Asiento.
Sobre la viabilidad del proyecto y las reservas para su tratamiento no se pudo consultar a Atlas Precious Metals ya que no tiene un vocero acreditado en esta parte del territorio nacional.
Datos de Karachipampa
El proyecto se pensó y planificó en la gestión 1975 cuando se produjo la sociedad entre la Empresa Nacional de Fundiciones (ENAF) y la Comibol para desarrollar la planta.
En 1985 la planta fue entregada pero desde ese momento nunca entró en funcionamiento pese a que su inversión fue de al menos 200 millones de dólares.
Se trata de una planta diseñada por la alemana Klockner y construida con la tecnología rusa Kivcet para la fundición de complejos de plomo-plata aunque el país tiene una metalogenia que apunta al predominio de mineralización del tipo zinc-plata o zinc-estaño, tal como la Fundación Milenio da cuenta en su Informe Nacional de Coyuntura para el mes de diciembre de este año.
Avance
El pesimismo que se nota en la información de Fundación Milenio contrasta con los avances que existen en la planta en la que Atlas Precious Metals está construyendo el área en el que instalarán una refinería e zinc.
Se conoció que hasta el momento la empresa invirtió más de 20 millones de dólares y que la planta está en el puerto de Houston Texas y se está encarando trámites para traerla al país.
Los trabajadores de la planta exteriorizan su esperanza de que la misma entre en funcionamiento y señala que San Cristóbal tiene que dar las cargas que se requieren para que se mantenga la alimentación de Karachipampa.
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