Una fría apreciación de los dirigentes de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) señala claramente que “el Gobierno no supo aprovechar el alza de los precios de los minerales” a propósito del vaivén que actualmente se produce con algunas cotizaciones que si bien descienden algunos puntos vuelven a recuperar sus parámetros de expectativa para los productores nacionales.
El análisis de quienes están permanentemente en la actividad productiva tiene sentido realista, pues según ellos “el estado no aprendió nada de la crisis económica de los metales el 2008, ni tampoco aprovechar ahora la bonanza minera… para controlar la producción de las grandes empresas y aumentar las recaudaciones por concepto de regalías y utilidades”.
Algo más rescatable en la observación de la Fstmb es el criterio en sentido de que “las autoridades nacionales se olvidaron de proyectar la reinversión en la actividad minera con el objetivo de crear más fuentes de empleo con nuevos prospectos mineros, situación que no se dio en esta bonanza”.
Esta serie de opiniones que son parte del criterio formal de “trabajadores mineros en acción” naturalmente difieren de algunos criterios específicamente teóricos de ejecutivos de las entidades estatales que proceden sólo en base a estimaciones aproximadas y no reales, de ahí que no se ha dictado normas oportunas para aprovechar el tiempo de los buenos precios que hubiese permitido establecer, quién sabe, un fondo financiero minero como el que plantean los mineros chicos, en justificada demanda, frente a las facilidades otorgadas por ejemplo a las cooperativas mineras.
Las fuentes de empleo del sector minero resultan actualmente más seguras y por supuesto las de mayor volumen en cantidad tomando en cuenta que se cuenta por miles y que responden a una lógica de permanente sostenibilidad en materia salarial, aunque con variantes “comprendidas” en su justa magnitud por los propios mineros cuando las cosas se ponen tensas por efecto de los bruscos cambios en el comportamiento de la pizarra de precios en los mercados internacionales, causa fundamental para hablar de una minería sostenible y sustentable.
REACTIVACION MINERA
Todos los sectores de la minería nacional están pendientes de la aplicación de medidas que vayan directamente a “reactivar la minería nacional”, pues hasta el presente todo lo que se ha hecho es sólo parte de políticas de emergencia o coyunturalmente posibles para mantener la producción sin alteraciones “dramáticas” que alteren su curso…casi regular.
Lo que se desea sin embargo es que la minería en su conjunto entrelace sus engranajes para que funcione la gran maquinaria del sistema minero productivo boliviano permitiendo a sus componentes participar de manera activa en cada uno de los emprendimientos que se hagan con una serie de medidas de apoyo, incentivo y sobre todo garantías y seguridad.
El sector sindicalizado de la minería, según su dirigente Guido Mitma, sigue apostando por la reactivación de la minería exigiendo que sea la Comibol ejecutora de nuevos proyectos “para generar mayor inclusión social con empleo y con más aportes al erario Nacional”.
En realidad la misma propuesta con algunas variantes importantes corresponde al sector privado de la minería mediana y chica, que también esperan la aplicación de medidas favorables a las inversiones partiendo del hecho de que a mayor producción serán mayores los beneficios para el Estado, vía impuestos y divisas, como serán mejores los ingresos para las regiones y municipios donde se producen los hechos mineros…pero todo dependerá del contexto que presente la nueva Ley Minera.
En todo caso la propuesta que ha sido ya entregada a las autoridades del Gobierno se reduce a la exigencia de soluciones legales al problema de la “consulta previa con los comunarios originarios” allí donde puedan hacerse exploraciones y explotaciones mineras, el caso pasa por garantías y seguridad jurídica que impidan avasallamientos y enfrentamientos.
Otro aspecto que debe ser manejado “con pinzas”, como dicen los expertos, es el relacionado con el sistema tributario que se piensa aplicar y que supuestamente será un factor que elimine las iniciativas o emprendimientos nuevos del sector privado que considera “la existencia de mucha carga impositiva” frente a las obligaciones sociales y de reinversión en proyectos que, si no tienen apoyo, pueden disminuir paulatinamente reduciendo la capacidad de producción y las fuentes de empleo. Además y esto es importante, en materia de inversiones, ahora hay mercados favorables y con muchas ventajas en los países vecinos, caso del Perú, Chile e incluso la Argentina donde están abriendo las puertas a los inversionistas y con una serie de ventajas y seguridades. En el país lo que falta es una Ley Minera realista de incentivos a las inversiones y de crecimiento de la fuerza operativa con ventajas tributarias y no con restricciones que ahuyenten los capitales ahora fácilmente “asimilados” por las ofertas de los países mineros de nuestro inmediato entorno.
RESERVAS MINERALES
La parte más importante de todo este proceso es que en el país contamos con “maravillosas reservas de minerales”, lo que garantiza un futuro de alto rendimiento económico, pero en base a la explotación racional de esos nuestros recursos, con adecuadas inversiones financieras, con el añadido de tecnología de punta y transferencia de experiencia y capacidad técnica.
Es importante que las autoridades de Gobierno asuman responsablemente el papel de orden empresarial que no es otro que adoptar medidas que permitan el desarrollo práctico de proyectos en condiciones favorables para los socios que conformen empresas transitorias mixtas o de otra índole, pero con las suficientes garantías de operación. Sólo de ese modo podrá lograrse éxito en los macro proyectos como el Mutún, el litio, el cobre, los metales tradicionales el oro y los estratégicos como el uranio y otros.
Fuera de los planes que están en marcha como el hierro del Mutún con la participación de la Jindal, por una parte y el Estado en el otro 50% del terreno mineralizado, el caso del litio que necesariamente debería incorporar uno o más socios estratégicos, especialmente en la fase de industrialización, nos permitiría también avanzar en los otros rubros como el cobre en el que también hay sociedad con una empresa coreana y tal parece que para el próximo año 2011 se verán las posibilidades de encarar tareas de exploración en cuatro zonas potenciales de la geografía nacional para verificar la “presencia de oro” el mineral precioso que podría ser explotado masivamente, en otro emprendimiento mixto.
Las condiciones naturales son excepcionales sólo falta la aplicación de medidas especiales que nos permitan avizorar mejores días en el uso de nuestras riquezas, bajo condiciones de equidad, seguridad y sobre todo de incentivos a las inversiones, recursos sin los cuales será difícil encarar de manera directa los grandes proyectos del tratamiento de nuestras riquezas.
Si hasta el presente se ha perdido un tiempo precioso, con precios excelentes en las pizarras internacionales, es posible recuperar ese tiempo y lanzar las nuevas reglas de juego que permitan a todos los sectores “activar” un plan minero de alta proyección y rentabilidad común.
(Agencia URU)
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