La estatal Corporación Minera de Bolivia recuperó el control de la planta polimetalúrgica de Karachipampa, en el departamento de Potosí, después de un arreglo amistoso con la canadiense Atlas Precious Metals, informaron ayer fuentes oficiales a la agencia ABI.
“Hemos recuperado Karachipampa para el Estado”, dijo el viceministro de Minería, Héctor Córdova, en una conferencia de prensa, donde explicó que el viernes pasado la empresa minera canadiense entregó las llaves de esa planta de fundición frente a un notario de Fe Pública.
“Hemos firmado tres actas de entrega: de los inventarios, de la documentación y de la planta misma. El representante de Atlas ha expresado que se está entregando voluntariamente, que se está entregando en buenas condiciones y deseando suerte al operador del Estado, a la Comibol”, destacó la autoridad.
La compensación
Córdova aclaró que el tema de la compensación de 750 mil dólares que pidió Atlas Precious Metals por su salida del complejo está en manos del Ministerio de Defensa Legal del Estado.
“En lo que respecta al Ministerio de Minería y Metalurgia ha concluido nuestra labor y relación con la empresa Atlas. Hemos recibido la planta, ahora es nuestra responsabilidad hacerla funcionar durante esta gestión”, dijo el funcionario.
“Las negociaciones y demás ya corren por cuenta del Ministerio de Defensa Legal del Estado”, sostuvo Córdova.
Explicó que los trabajadores que operaban en Karachipampa ya fueron recontratados y sólo se aguarda los resultados de una evaluación técnica “para que esa planta empiece a funcionar lo más rápidamente posible”.
En este sentido, reiteró que todos los trabajadores tienen seguridad laboral y contarán con el pago de sus salarios al día.
La negociación con la Atlas no fue sencilla. Al contrario, comenzó a mediados del año pasado y, a momentos, por ejemplo en noviembre de 2010, se puso tensa e incluso con amenazas de juicios internacionales.
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