Como van las cosas hasta el presente, los expertos en la materia, consideran que deberán efectuarse ajustes importantes en el "Plan de Desarrollo Minero" que fue planteado meses atrás y que todavía no arranca, porque no se define una adecuada política sectorial que movilice especialmente la parte financiera que necesita la minería para impulsar sus proyectos, empezando particularmente por el tratamiento de los planes de prospección y exploración, pues en la medida que se pierda más tiempo, más tarde se pondrán en ejecución los proyectos de la renovación minera nacional.
En el sector estatal, los distritos de Huanuni y Colquiri, están sosteniendo a duras penas la vigencia de sus operaciones, uno con más dificultades que el otro, pero también con restricciones propias de la vigencia de precios bajos para minerales y las todavía restringidas concesiones financieras para "reimpulsar" la actividad minera.
La información del Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) confirmó en su Anuario Estadístico 2015, y no hay otra información más actualizada, que en esa gestión disminuyó la producción de cuatro minerales considerados como los de mayor importancia en el rubro de explotación en las minas todavía productivas, pero cuyas vetas en explotación se hacen cada vez menos rendidoras.
El problema se produjo en la extracción de zinc, oro, plata y plomo, antimonio, cobre y ulexita, en unos casos por falta de adecuada preparación en los procesos de explotación, en otros casos por que los costos de extracción no pueden ser compensados y las operaciones se reducen paulatinamente, ocasionando un bajón de ingresos que se reflejan más tarde en las dificultades para cubrir las obligaciones sociales y las que corresponden a suministros y desplazamiento de equipos.
La minería es compleja evidentemente, por lo que los planes que se perfilen deben estar debidamente respaldados en función de recursos financieros, de apropiada tecnología, de un manejo profesional responsable en cada caso, pero además en nuestro país, lo que está faltando es la aplicación normativa adecuada a una Ley, la 535 promulgada hace dos años y que no tiene reglamentación, como si fuera poco tampoco tiene listo el apéndice obligado con la regulación de orden tributario que determine un correcto, equitativo y justo pago de impuestos, en un marco referencial con lo que sucede en países vecinos, de modo que futuros inversionistas encuentren en nuestro sistema minero, incentivos para desarrollar grandes emprendimientos.
Lo que está faltando es que se afinen y definan las líneas productivas, pero en un contexto de coordinación entre las autoridades del MMM, las operativas de la Comibol, si fuera posible los trabajadores a través de sus sindicatos y los ejecutivos que deberán proponer y desarrollar planes de explotación en los "cuadros actuales" para mantener cierto volumen productivo, pero al mismo tiempo y como se planificó a principio de año, disponer de recursos para mejorar equipos y tecnología que permitan diversificar la exploración interna de nuevas vetas y nuevos minerales, cuya existencia aseguraron en Huanuni, donde es urgente una renovación en la extracción de minerales.
Reglamentación a la Ley Minera, aprobación de una escala tributaria justa, definición de una política minera y reestructuración de la Comibol, para tener el instrumento ejecutor del movimiento minero son aspectos que merecen un ajuste inmediato desde la superioridad.
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