¿Dos fundiciones de zinc para Oruro?

Una reciente información de nivel oficial y emitida en una conferencia de prensa por el Gerente General de la Empresa Metalúrgica de Vinto (EMV), según publica La Razón en su edición del sábado 9 pasado, señala que esa orureña "contará con otro horno Ausmelt para fundir y refinar concentrados de zinc y los subproductos que lo acompañan como plata, plomo, galio, indio, germanio y vanadio". Se afirma que el objeto del (nuevo) horno será dar mayor valor agregado a estos minerales y tener más utilidades.

El justificativo es plausible y por supuesto hace pensar en que por fin se pondrá en marcha el proyecto de instalar en Oruro una fundidora de zinc, empero por los antecedentes que existen surgen interrogantes pues parecería que existe falta de coordinación entres autoridades superiores del ramo, ya que sigue pendiente de ejecución el proyecto que lanzó el Gobierno a fines del 2010 y cuya primera licitación convoca a las empresas especializadas para construir una fundición de zinc en el departamento de Oruro con un costo de 250 millones de dólares.

La construcción de esa planta significa la creación de mayor número de fuentes de trabajo además que permitirá a Bolivia obtener ganancias adicionales por la extracción de otros metales que hasta ahora benefician a fundiciones extranjeras.

Se completa el detalle de la licitación, señalando que las empresas oferentes deberán adjudicarse la obra bajo a modalidad de "llave en mano" y determinar además, el lugar más adecuado para la instalación de la fundición.

Se estableció además que un proyecto similar, de iguales características y por el mismo monto se implementaría para Potosí. Quiere decir que entonces se aprobó un financiamiento de 500 millones de dólares. Lamentablemente mucha demora en la implementación de estas fundiciones ha estado acrecentando las dudas sobre la funcionalidad de los proyectos, en este caso dos, que no se han consolidado pese a las características de prioridad que señaló el Gobierno a tiempo de lanzar la primera licitación el año 2011.

En referidas publicaciones de Perspectiva Minera nos hemos referido al proyecto, en mayo del 2014, hace un año incluimos un documento del Ing. José Alconcé Vedia, gerente técnico y operaciones de la Comibol, quien resalta la importancia del proyecto señalando que "la construcción de refinerías de zinc en el país es una necesidad imperiosa y estratégica que se justifica por lo siguiente: La exportación de zinc en forma de concentrados es el mayor rubro de la minería boliviana. Su exportación es obligada porque el país no cuenta con refinerías para su procesamiento".

La apreciación profesional añadía en el artículo publicado, que "el ingreso que genera su comercialización (zinc) como concentrado no guarda relación con el valor contenido en estos, vale decir que las refinerías sólo pagan un porcentaje mínimo de zinc y algo por la plata, pero no reconocen pago algunos por los otros minerales acompañantes como el oro, estaño, plata, cadmio, indio, galio, germanio y otros que se encuentran en los concentrados de zinc".

Frente a esa realidad es que se justifica la construcción de refinerías de zinc, para lograr el valor agregado necesario que permita en su comercialización la recuperación correcta, legal y práctica del valor de todo el contenido mineralizado que tiene el zinc boliviano.

Sobre el tema y en función al interés de contar con las fundiciones de zinc, se recomendaba la conformación de una comisión multidisciplinaria responsable del proceso hasta la firma del contrato correspondiente, encabezada por el ministro del ramo e integrada por profesionales de alto nivel en la materia, que se encargue de calificar las propuestas y aseguren los tiempos de ejecución de la construcción de las plantas refinadoras de zinc.

Por lo visto no se habrían cumplido los pasos elementales para que marche el doble proyecto de instalar fundiciones de zinc en Oruro y Potosí, pese a existir el financiamiento asegurado por el Gobierno de 250 millones de dólares para cada una.

Un nuevo proyecto?

En realidad parece que de eso se trata, pues con los mismos argumentos, con las necesidades imperiosas de procesar el zinc producido en yacimientos nacionales, ahora se plantea la instalación de otro horno Ausmelt, también en la metalúrgica de Oruro para fundir y refinar zinc.

El ejecutivo de la EMV, señala que "con este horno la metalúrgica estatal ya no quiere dedicarse sólo a la fundición de estaño, sino al zinc y sus derivados para que de esa manera se convierta en un verdadero complejo metalúrgico".

Se adelantó el envío de muestras de zinc a laboratorios de Australia para que sean analizadas y permitan proceder a los trabajos de ingeniería que determinen los factores técnicos de la construcción (del horno) e instalación y montaje de la planta.

Por supuesto sin confirmación y sujeto a las condiciones que puedan darse, el ejecutivo de la EMV, considera que la fundición de zinc en Vinto significará una inversión aproximada de 195 millones de dólares, para un tratamiento de cerca de 140.000 toneladas métricas netas de concentrados de zinc al año, lo que representa unas 55.000 toneladas métricas de zinc metálico. Se menciona también que la provisión de concentrados de zinc para alimentar al nuevo horno Ausmelt corresponderá a los distritos de Colquiri y Mina Bolívar.

Un dato importante es que el proyecto de instalar un nuevo horno Ausmelt en Vinto para fundir y refinar zinc, fue elaborado en coordinación con el Ministerio de Minería y Metalurgia y la Universidad Técnica de Oruro (UTO).

El asunto es interesante y se plantea como alternativa al que se arrastra por varios años y todavía no marcha. La aclaración es pertinente: Se trata de un proyecto sustitutivo que además puede resultar más económico o es que tenemos las posibilidades y condiciones para tener dos refinerías de zinc?. La lógica dice que no, pero como se dan las informaciones y sin las aclaraciones pertinentes, las dudas quedan, aunque hay que remarcar que el proyecto de tener una fundición de zinc en Oruro, es de orden prioritario. La de Potosí marchará y se dice que la experiencia de Oruro será válida para que el distrito vecino procese los concentrados de zinc que proveerá la minera San Cristóbal.