Hay coincidencias sobre los beneficios que proporciona al país en su conjunto el repunte de los precios y el sostenimiento de los mismos en una escala que favorece las operaciones en ejecución y garantizará nuevos emprendimientos que puedan ser parte de los planes de incentivo que tiene el Gobierno para la gestión venidera.
Los ingresos que perciben el Estado y las empresas del rubro son parte de un proceso externo en el que juega papel determinante el poder adquisitivo de las potencias y su afán de competencia para consolidar sus economías, hecho que repercute en países como el nuestro que exporta sus concentrados de minerales, que alimentan fundiciones externas que producen acero y otras materias primas de gran demanda para la industria mundial.
Los datos que difunde el ministerio de minería dan cuenta del repunte en los precios de minerales y los réditos que este fenómeno produce como excedente económico generado por la explotación de minerales que a su vez incrementa el activo del TGN a través del Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE) y en el caso de las regiones vía regalías mineras.
Altos ejecutivos del sector minero privado opinan que “se trata de un periodo muy interesante que debe ser aprovechado no en el sentido de lograr más utilidades, sino en la perspectiva de poner en marcha proyectos que estuvieron paralizados por falta de incentivos económicos”
Al percibirse utilidades en operaciones mineras, de manera directa se impulsan mayores niveles de producción, lo que significa además mayores inversiones para más proyectos que abrirán nuevas fuentes de empleo o garantizarán los ya existentes. Esta cadena de beneficios que otorga la minería debería obligar a la aplicación de medidas que aseguren mayores “prospectos” mineros, sabiendo de su rentabilidad y su amplio beneficio social al disminuir los índices del desempleo y generar más divisas para diversificar nuestra economía.
Mostramos en la infografía ministerial la evolución de precios de minerales entre las gestiones 2007 al 2009
Los ingresos que perciben el Estado y las empresas del rubro son parte de un proceso externo en el que juega papel determinante el poder adquisitivo de las potencias y su afán de competencia para consolidar sus economías, hecho que repercute en países como el nuestro que exporta sus concentrados de minerales, que alimentan fundiciones externas que producen acero y otras materias primas de gran demanda para la industria mundial.
Los datos que difunde el ministerio de minería dan cuenta del repunte en los precios de minerales y los réditos que este fenómeno produce como excedente económico generado por la explotación de minerales que a su vez incrementa el activo del TGN a través del Impuesto a las Utilidades de las Empresas (IUE) y en el caso de las regiones vía regalías mineras.
Altos ejecutivos del sector minero privado opinan que “se trata de un periodo muy interesante que debe ser aprovechado no en el sentido de lograr más utilidades, sino en la perspectiva de poner en marcha proyectos que estuvieron paralizados por falta de incentivos económicos”
Al percibirse utilidades en operaciones mineras, de manera directa se impulsan mayores niveles de producción, lo que significa además mayores inversiones para más proyectos que abrirán nuevas fuentes de empleo o garantizarán los ya existentes. Esta cadena de beneficios que otorga la minería debería obligar a la aplicación de medidas que aseguren mayores “prospectos” mineros, sabiendo de su rentabilidad y su amplio beneficio social al disminuir los índices del desempleo y generar más divisas para diversificar nuestra economía.
Mostramos en la infografía ministerial la evolución de precios de minerales entre las gestiones 2007 al 2009
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