El director de Minería, Freddy Beltrán, anunció ayer la posibilidad de paralizar definitivamente los trabajos en la socavada cúspide del Cerro Rico de Potosí, explotado con pequeñas pausas desde el siglo XVI y que amenaza desplomarse.
"Es posible que se deba paralizar las labores desde la cota 4 400 hacia arriba y que nadie tendrá que trabajar ahí más", afirmó Beltrán.
Una comisión técnica, conformada en 2008 y que entregará su veredicto a más tardar a fin de año, se ha hecho cargo de estudiar la estructura de la cúspide del cerro.
La comisión conformada por geólogos, geotecnistas, estructuralistas, trabaja periódicamente en el interior del Cerro Rico para garantizar su estabilidad.
Diariamente, al menos 3.000 mineros cooperativistas explotan yacimientos de plomo, zinc, plata, estaño y cobre dentro del emblemático cerro, descubierto a mediados del siglo XVI por el indígena quechua Diego Huallpa y de cuyas entrañas se han explotado millones de toneladas de plata, sustento del imperio español de Carlos V.
En los exteriores del cerro, la empresa minera Manquiri se ha hecho cargo de la explotación de los desmontes, en virtud a un contrato suscrito con la Corporación Minera de Bolvia (Comibol).
La empresa privada no puede explotar la superficie rocosa ubicada en la cota 4-400.
"Mientras el informe salga, el Estado, a través de Comibol, está haciendo la supervisión y está vigilando para que los contratos se cumplan y no se altere la morfología del cerro", agregó Beltrán.
En pasados días se realizó una reunión convocada por el Consejo Consultivo del Comité Cívico de Potosí (Comcipo), a la que asistieron representantes de varias instituciones y organizaciones sociales.
El encuentro tuvo el objetivo de pedir al Ejecutivo la abrogación de un decreto aprobado en 2004, para evitar la explotación de minerales en la cúspide del Cerro Rico y, a contramano, la promulgación de un decreto que prohíba la explotación por encima de los 4.400 metros sobre el nivel del mar (cota 4-440).
"Es posible que se deba paralizar las labores desde la cota 4 400 hacia arriba y que nadie tendrá que trabajar ahí más", afirmó Beltrán.
Una comisión técnica, conformada en 2008 y que entregará su veredicto a más tardar a fin de año, se ha hecho cargo de estudiar la estructura de la cúspide del cerro.
La comisión conformada por geólogos, geotecnistas, estructuralistas, trabaja periódicamente en el interior del Cerro Rico para garantizar su estabilidad.
Diariamente, al menos 3.000 mineros cooperativistas explotan yacimientos de plomo, zinc, plata, estaño y cobre dentro del emblemático cerro, descubierto a mediados del siglo XVI por el indígena quechua Diego Huallpa y de cuyas entrañas se han explotado millones de toneladas de plata, sustento del imperio español de Carlos V.
En los exteriores del cerro, la empresa minera Manquiri se ha hecho cargo de la explotación de los desmontes, en virtud a un contrato suscrito con la Corporación Minera de Bolvia (Comibol).
La empresa privada no puede explotar la superficie rocosa ubicada en la cota 4-400.
"Mientras el informe salga, el Estado, a través de Comibol, está haciendo la supervisión y está vigilando para que los contratos se cumplan y no se altere la morfología del cerro", agregó Beltrán.
En pasados días se realizó una reunión convocada por el Consejo Consultivo del Comité Cívico de Potosí (Comcipo), a la que asistieron representantes de varias instituciones y organizaciones sociales.
El encuentro tuvo el objetivo de pedir al Ejecutivo la abrogación de un decreto aprobado en 2004, para evitar la explotación de minerales en la cúspide del Cerro Rico y, a contramano, la promulgación de un decreto que prohíba la explotación por encima de los 4.400 metros sobre el nivel del mar (cota 4-440).
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