Se avanza lentamente, pero con seguridad, hacia la concreción del proyecto de explotación del hierro del Mutún a cargo de la empresa hindú Jindal Steel Bolivia (JSB) que en cumplimiento de un contrato de riesgo compartido con la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) podrá explotar 25 millones de toneladas de mineral bruto en el yacimiento del Mutún en Santa Cruz.
De acuerdo a lo establecido en el contrato de Joint Venture la hindú debe cumplir el compromiso de explotación de hierro pasando por algunas etapas como la obtención de concentrados y pellets que es la materia prima para entrar a la fase siderúrgica hasta obtener acero para exportación.
Por su parte la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) deberá cumplir otra fase ineludible para laminar 200 mil toneladas anuales hasta cubrir lo exigido en el contrato que son 300 mil toneladas que servirán para la fase industrial en la producción de hierro, luego fierro de construcción, alambrón y otros materiales requeridos en el mercado nacional de la construcción.
La segunda etapa de trabajo la JSB comenzará más adelante con la instalación de hornos de reducción directa para procesar 2 millones de toneladas por año y paralelamente la fundición de “hierro esponja” como paso previo a la obtención de 1.73 millones de toneladas del acero, material con valor agregado listo para la exportación.
Se trata de un emprendimiento gigante por los volúmenes de materiales que deben ser procesados en varias etapas y que exigirán a los inversionistas el desembolso de 1.500 de un total de 2.500 millones de dólares para incluir tecnología de punta en los procesos que se producirán por lo menos en los primeros años de las operaciones, entre los cinco y ocho años, cuando realmente el complejo minero siderúrgico del Mutún alcance su fase de crecimiento y mantenga hasta los 40 años un modelo que podrá ser mejorado circunstancialmente, para interés de la sociedad compartida entre Jindal y Comibol.
Actualmente la operación está moviéndose lentamente pero generando desde su inicio un importante factor multiplicador económicamente en el entorno de la ciudad próxima a las operaciones y que más adelante significará un ingreso de tipo departamental, por la vía de regalías e impuestos. La minería genera fuentes de empleo, multiplica ese beneficio para muchos bolivianos y garantiza divisas para sostener el TGN.
De acuerdo a lo establecido en el contrato de Joint Venture la hindú debe cumplir el compromiso de explotación de hierro pasando por algunas etapas como la obtención de concentrados y pellets que es la materia prima para entrar a la fase siderúrgica hasta obtener acero para exportación.
Por su parte la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) deberá cumplir otra fase ineludible para laminar 200 mil toneladas anuales hasta cubrir lo exigido en el contrato que son 300 mil toneladas que servirán para la fase industrial en la producción de hierro, luego fierro de construcción, alambrón y otros materiales requeridos en el mercado nacional de la construcción.
La segunda etapa de trabajo la JSB comenzará más adelante con la instalación de hornos de reducción directa para procesar 2 millones de toneladas por año y paralelamente la fundición de “hierro esponja” como paso previo a la obtención de 1.73 millones de toneladas del acero, material con valor agregado listo para la exportación.
Se trata de un emprendimiento gigante por los volúmenes de materiales que deben ser procesados en varias etapas y que exigirán a los inversionistas el desembolso de 1.500 de un total de 2.500 millones de dólares para incluir tecnología de punta en los procesos que se producirán por lo menos en los primeros años de las operaciones, entre los cinco y ocho años, cuando realmente el complejo minero siderúrgico del Mutún alcance su fase de crecimiento y mantenga hasta los 40 años un modelo que podrá ser mejorado circunstancialmente, para interés de la sociedad compartida entre Jindal y Comibol.
Actualmente la operación está moviéndose lentamente pero generando desde su inicio un importante factor multiplicador económicamente en el entorno de la ciudad próxima a las operaciones y que más adelante significará un ingreso de tipo departamental, por la vía de regalías e impuestos. La minería genera fuentes de empleo, multiplica ese beneficio para muchos bolivianos y garantiza divisas para sostener el TGN.
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