Si bien se ha determinado la “emergencia ambiental” en Oruro, como efecto de una fuerte contaminación especialmente de las aguas por la carga de residuos tóxicos provenientes de las minas que operan en las cuencas próximas a las localidades de Huanuni, Desaguadero, Cañadón Antequera y Poopó es poco lo que se hace para evitar ese daño ecológico que complica la salud de miles de personas que están obligadas a utilizar agua de los ríos.
Comunarios de muchas poblaciones del sector han denunciado los problemas que ocasiona la contaminación de las aguas, especialmente con la depredación de la fauna piscícola, degradación de los suelos, desaparición de manantiales con lo que se hace muy difícil el cultivo de forrajes cuya calidad y cantidad disminuye ostensiblemente en la medida que se demora en la remediación del problema que si bien proviene de hace años, tampoco ha sido atendido de manera seria y practica.
Los afectados por la contaminación de las aguas y luego de haber recibido un asesoramiento especial lanzaron su pedido de socorro a las autoridades del área para que las mismas instruyan a los empresarios mineros, a los cooperativistas e inclusive a la propia Comibol por el caso Huanuni la construcción de “diques de colas” con el objeto de contener los desechos tóxicos y evitar que lleguen a los ríos.
La preocupación de autoridades provinciales conlleva una implícita advertencia a las autoridades que al no poner remedio a la situación podría generarse un airado reclamo de comunarios en defensa de su salud y en la preservación de terrenos de cultivo para pastizales, totora y paja, pero también en el cuidado de la existencia y multiplicación de aves silvestres y para evitar la desaparición del pejerrey y el karachi en los lagos de Oruro.
Representantes de los comunarios explicaron que “no están en contra de las actividades mineras, pero exigen un cuidado directo de orden técnico para evitar la contaminación de aguas, disponiendo diques de colas y la remediación ambiental de los terrenos que han sido afectados por el mismo fenómeno de la contaminación minera, especialmente el uso de cianuro en algunas minas con el peligro de afectar también la salud humana. La representante de la cuenca Poopó lamentó que siendo esa (cuenca) la más afectada las autoridades no exijan a las grandes empresas medianas y las cooperativizadas, la aplicación de tecnología para evitar la expulsión de aguas contaminadas. Frente a esa situación hay un plazo que corre y que al vencerse sin soluciones concretas dará lugar a un vehemente reclamo que justificadamente tienen los comunarios.
Comunarios de muchas poblaciones del sector han denunciado los problemas que ocasiona la contaminación de las aguas, especialmente con la depredación de la fauna piscícola, degradación de los suelos, desaparición de manantiales con lo que se hace muy difícil el cultivo de forrajes cuya calidad y cantidad disminuye ostensiblemente en la medida que se demora en la remediación del problema que si bien proviene de hace años, tampoco ha sido atendido de manera seria y practica.
Los afectados por la contaminación de las aguas y luego de haber recibido un asesoramiento especial lanzaron su pedido de socorro a las autoridades del área para que las mismas instruyan a los empresarios mineros, a los cooperativistas e inclusive a la propia Comibol por el caso Huanuni la construcción de “diques de colas” con el objeto de contener los desechos tóxicos y evitar que lleguen a los ríos.
La preocupación de autoridades provinciales conlleva una implícita advertencia a las autoridades que al no poner remedio a la situación podría generarse un airado reclamo de comunarios en defensa de su salud y en la preservación de terrenos de cultivo para pastizales, totora y paja, pero también en el cuidado de la existencia y multiplicación de aves silvestres y para evitar la desaparición del pejerrey y el karachi en los lagos de Oruro.
Representantes de los comunarios explicaron que “no están en contra de las actividades mineras, pero exigen un cuidado directo de orden técnico para evitar la contaminación de aguas, disponiendo diques de colas y la remediación ambiental de los terrenos que han sido afectados por el mismo fenómeno de la contaminación minera, especialmente el uso de cianuro en algunas minas con el peligro de afectar también la salud humana. La representante de la cuenca Poopó lamentó que siendo esa (cuenca) la más afectada las autoridades no exijan a las grandes empresas medianas y las cooperativizadas, la aplicación de tecnología para evitar la expulsión de aguas contaminadas. Frente a esa situación hay un plazo que corre y que al vencerse sin soluciones concretas dará lugar a un vehemente reclamo que justificadamente tienen los comunarios.
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