Atlas Precious Metals Inc. una compañía privada de Ontario Corporation, fundada el 4 de mayo de 1983 y que llegó a registrar ventas de $us 100 millones, presenta a la mina Karachipampa como su principal activo.
“El activo principal de la empresa es el contrato de riesgo compartido con la Comibol” para la explotación de la mina Karachipampa, dice la página web de la mencionada compañía.
Con ese acuerdo, Atlas Precious Metals Inc. asume una cuota de participación del 65% y Comibol asume el restante 35%, según la información de la empresa.
Comibol asigna sus 51.100 toneladas por año de la fundición de estaño y plomo, una fundición que se terminó de construir en 1988 por un capital de $us 180 millones y que nunca fue operada. Atlas Precious Metals Inc. administrará el contrato de riesgo compartido.
Para completar su parte del 65% de acciones, Atlas Precious Metals Inc. aceptó instalar una fundición y refinadora de zinc de capacidad mínima de 800.000 toneladas de concentrado por año.
El primer paso para la consolidación del contrato fue completado cuando la empresa estadounidense terminó un estudio de posibilidades de instalación de la mencionada fundición.
La empresa recientemente envió a Comibol el estudio de factibilidad por una capacidad de 150.000 toneladas por año.
Atlas Precious Metals Inc. retendrá la propiedad de la fundición de zinc y Comibol de la fundición de plomo y plata. Ambas empresas operarán bajo esas condiciones por un plazo de 20 años y el contrato se podrá renovar por otros 20 años.
En noviembre del año pasado, el presidente de la Comibol, Hugo Miranda informó la culminación del proceso de inventariación y valoración de los bienes de Karachipampa para completar la suscripción de un contrato que empezó a gestarse en mayo de 2005.
La ejecución del acuerdo contrastó con medidas de línea estatista tomadas previamente por el gobierno de Evo Morales, entre ellas la nacionalización a principios del 2006 de una fundición de estaño que operaba el grupo suizo Glencore Internacional, según cables de prensa internacional.
El presidente de Atlas, Roy Shipes, dijo al recibir el complejo que la inversión programada servirá para poner en marcha la fundición ya construida y para la construcción de una refinería aledaña de zinc, con capacidad de tratamiento de 150.000 toneladas anuales, y una fábrica de ácido sulfúrico.
“Potosí era en el año 1700 la tercera ciudad del mundo, por el Cerro Rico (enorme yacimiento de plata todavía en explotación), y hoy día creo que ha llegado al mismo punto, será la capital industrial de Bolivia,” proclamó Shipes, según un informe de la cadena radial Erbol.
El ministro de Minería, Alberto Echazú, afirmó que el acuerdo con Atlas “muestra la vocación del gobierno de trabajar codo a codo con empresas que quieran realmente ser socias”.
“El activo principal de la empresa es el contrato de riesgo compartido con la Comibol” para la explotación de la mina Karachipampa, dice la página web de la mencionada compañía.
Con ese acuerdo, Atlas Precious Metals Inc. asume una cuota de participación del 65% y Comibol asume el restante 35%, según la información de la empresa.
Comibol asigna sus 51.100 toneladas por año de la fundición de estaño y plomo, una fundición que se terminó de construir en 1988 por un capital de $us 180 millones y que nunca fue operada. Atlas Precious Metals Inc. administrará el contrato de riesgo compartido.
Para completar su parte del 65% de acciones, Atlas Precious Metals Inc. aceptó instalar una fundición y refinadora de zinc de capacidad mínima de 800.000 toneladas de concentrado por año.
El primer paso para la consolidación del contrato fue completado cuando la empresa estadounidense terminó un estudio de posibilidades de instalación de la mencionada fundición.
La empresa recientemente envió a Comibol el estudio de factibilidad por una capacidad de 150.000 toneladas por año.
Atlas Precious Metals Inc. retendrá la propiedad de la fundición de zinc y Comibol de la fundición de plomo y plata. Ambas empresas operarán bajo esas condiciones por un plazo de 20 años y el contrato se podrá renovar por otros 20 años.
En noviembre del año pasado, el presidente de la Comibol, Hugo Miranda informó la culminación del proceso de inventariación y valoración de los bienes de Karachipampa para completar la suscripción de un contrato que empezó a gestarse en mayo de 2005.
La ejecución del acuerdo contrastó con medidas de línea estatista tomadas previamente por el gobierno de Evo Morales, entre ellas la nacionalización a principios del 2006 de una fundición de estaño que operaba el grupo suizo Glencore Internacional, según cables de prensa internacional.
El presidente de Atlas, Roy Shipes, dijo al recibir el complejo que la inversión programada servirá para poner en marcha la fundición ya construida y para la construcción de una refinería aledaña de zinc, con capacidad de tratamiento de 150.000 toneladas anuales, y una fábrica de ácido sulfúrico.
“Potosí era en el año 1700 la tercera ciudad del mundo, por el Cerro Rico (enorme yacimiento de plata todavía en explotación), y hoy día creo que ha llegado al mismo punto, será la capital industrial de Bolivia,” proclamó Shipes, según un informe de la cadena radial Erbol.
El ministro de Minería, Alberto Echazú, afirmó que el acuerdo con Atlas “muestra la vocación del gobierno de trabajar codo a codo con empresas que quieran realmente ser socias”.
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