Quince días atrás, propiamente el viernes 17 del mes que concluye, el Ministro de Minería presentó públicamente su rendición de cuentas de la gestión 2013 en dos sesiones que sirvieron para conocer detalles sobre los objetivos estratégicos del Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) propiamente a través de la Corporación Minera de Bolivia, (Comibol).
Se hace énfasis en la misión empresarial para "desarrollar la cadena productiva de la minería estatal, logrando niveles superiores de producción, potenciando y promoviendo la diversificación de actividades minero metalúrgicas para contribuir en la generación de excedentes económicos aportando al desarrollo del país, con responsabilidad social y medio ambiental, demostrando confiabilidad, sostenibilidad y competitividad".
Así planteada la responsabilidad de trabajo desde el MMM y su "brazo ejecutor" la Comibol, es posible pensar en un aparato debidamente organizado y cuyas piezas funcionan a la perfección para alcanzar objetivos reales de beneficio común explotando los recursos mineros del país y llevando los mismos a mercados internacionales, pero con valor agregado, esto último a través de un proceso de industrialización que debería ser implementado con mayor dinamismo y alta responsabilidad profesional.
En la "rendición de cuentas" se habló de los objetivos estratégicos, se hizo conocer la estructura orgánica y el personal que trabaja en toda la cadena a nivel nacional, mostrándose también siete proyectos de inversión, entre los que se consigna como elemento principal la prospección y exploración de nuevos yacimientos, se toma en cuenta los proyectos de la Gerencia Nacional de Recursos Evaporíticos, (GNRE) que corresponde exclusivamente al proyecto litio.
Otros proyectos de inversión tomados en cuenta en el informe son los medioambientales y los que corresponden a las empresas estatales de Huanuni, Colquiri y la Metalúrgica de Karachipampa, incluyendo otros proyectos no especificados, se menciona un presupuesto aprobado de 1.032.886.651 bolivianos, monto del que se ejecutó el 68 % de manera general y que representa un gasto de 707.150.329 bolivianos.
En la preferencia de concesión de recursos, los proyectos de la GNRE tienen el mayor porcentaje con un registro de 510.434.732 bolivianos aprobados y una ejecución de 458.759.892 bolivianos. Huanuni tuvo una asignación de 170.851.544 bolivianos, el segundo presupuesto de inversión en importancia del que se ejecutó 124.833. 864 bolivianos. Como hecho especial se observa que el ítem de prospección y exploración fue apenas de 92.262.486 bolivianos y la ejecución fue apenas de 20.372.278 bolivianos. Este último aspecto es preocupante – para los entendidos – pues se trata de una mínima inversión y una peor ejecución, cuando en realidad este proyecto debería tener amplio respaldo financiero y un objetivo cumplimiento de metas para mejorar el sistema productivo del sector minero estatal.
En cumplimiento de las disposiciones vigentes se conoció la "rendición de cuentas" de la actividad de la minería estatal, que en criterio de autoridades del sector permitió algunas utilidades durante el periodo del 2013, pese a que fue un año muy difícil por la baja paulatina de las cotizaciones internacionales de minerales y una serie de factores adversos que impidieron el cumplimiento de proyectos, como el caso del Mutún, la puesta en marcha de Karachipampa y el estreno productivo del horno Ausmelt en la Fundición de Vinto - Oruro.
Pese a esas contingencias el ministro de área, como el presidente de Comibol, se mostraron optimistas por el cumplimiento de metas propuestas para la nueva gestión del 2014 que avanza en su primer mes, dicho sea de paso con mínima información sobre desarrollo de planes mineros.
Fue notoria, según observadores que asistieron a la rendición de cuentas, la falta de información actualizada sobre la producción minera nacional, la cantidad de mineral exportado y un detalle completo de la percepción de regalías mineras por departamentos, se reclamó según un exdirector de la Comibol "un informe estadístico minero de la gestión 2013", documento sin el cual es muy difícil efectuar una correcta evaluación de la actividad minera de la gestión pasada en la que se reiteró que la producción de la minería privada sigue siendo la más importante con un 65 % de toda la producción nacional.
Se han fijado algunas metas para la nueva gestión, especialmente dirigidas a fortalecer la producción de centros importantes como Huanuni y Colquiri, por lo menos ambos obligados a triplicar su producción para cubrir la futura demanda de la Metalúrgica de Vinto, cuya producción actual es de 12 mil toneladas métricas finas por año y una vez que funcione el horno Ausmelt subirá a 18 mil toneladas, por tanto la producción de los centros estanníferos tendrá que triplicarse para alimentar ese requerimiento. De momento en el caso de Huanuni se menciona una producción promedio de 800 Toneladas Métricas Finas (TMF) anuales, mientras que Colquiri entrega 320 TMF. Un último registro al comienzo del año mostró alentadoras cifras en Colquiri y se esperaba un óptimo registro en Huanuni, donde también se incrementará la producción con el funcionamiento de un nuevo ingenio, la habilitación de la "rampa Dolores" y aprovechar los recortes de varios parajes de la mina.
Algo de lo que sólo se hace mención pero sin mayores detalles es el caso del proyecto Mallku Khota, cuyo potencial en realidad ya fue "medido" en la prospección de la empresa internacional que tuvo que abandonar su trabajo, tras una positiva evaluación, que deberá repetirse para establecer la veracidad de los informes técnicos que "abrieron la codicia" de los comunarios del lugar.
La rendición de cuentas fue hecha, pero ahora falta el inicio de un verdadero proceso reactivador de la minería nacional en general, en base a la proyección de los diferentes sectores y las seguridades que posiblemente surgirán una vez que sea aprobada la nueva ley minera.
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