La Empresa Nacional de Fundiciones (Enaf) fue creada en el año 1971 y comenzó a operar en la gestión del Presidente Alfredo Ovando Candia, eso significa que desde hace 40 años se mantenía la tecnología original, aunque parte de la misma fue renovada por exigencias operativas.
La recuperación de la empresa que se encontraba bajo administración de Sinchi Wayra, se produjo hace 7 años, ocurrió el 9 de febrero del 2007, fecha que fue recordada recientemente con una promesa técnica y operativa de poner en funcionamiento el horno Ausmelt, que permitirá incrementar de manera sustancial la producción de los ya famosos lingotes de estaño que son reconocidos por su calidad del 99,96 por ciento de pureza y certificados por las normas internacionales del ISO 9001, ISO 17025 y NB 1101003, que avalan su producción en el ámbito mundial.
Los ejecutivos de la metalúrgica de Vinto mencionan la modernización en la plata fundidora con la incorporación de otros hornos que facilitaron el aumento productivo y las utilidades logradas como sucedió el 2009 con 25,1 millones de bolivianos; el 2001 la suma fue de 66,7 millones, el 2011 subió a 96,8 millones y aunque no se especifican los montos exactos de las últimas gestiones, se aclara que con el funcionamiento del horno Ausmelt, posiblemente en el segundo semestre del año en curso, la producción se elevará de 11 mil a 18 mil Toneladas Métricas Finas (TMF) de estaño anualmente.
El Primer Mandatario participó del séptimo aniversario de la nacionalización de la fundidora y en la ocasión enfatizó que su gobierno "realiza millonarias inversiones en proyectos hidrocarburíferos, como nunca antes en la historia boliviana y el pueblo es sabio para defender esa política".
La frase ha sido rescatada por algunos expertos en minería y metalurgia, al señalar que "el Mandatario debe dar similar tratamiento a la minería, para modernizarla plenamente y permitir un avance hacia la industrialización de nuestras materias primas… la riqueza minera necesita grandes inversiones para seguir siendo parte fundamental de la generación de recursos para el Estado y las regiones donde se producen emprendimientos mineros.
Una de las metas del Gobierno es que la fundidora de Vinto Oruro se convierta en un complejo metalúrgico que pueda fundir y refinar los concentrados de estaño, zinc, plomo, plata y también lograr aleaciones de fierro y wólfram.
En la futura línea productiva de la fundición de Vinto, la incorporación del horno Ausmelt demandará prácticamente toda la producción de concentrados de estaño que produzca el sector minero estatal, los cooperativistas, y el sector privado, mediano y chico, lo que eliminará la exportación de este mineral a los mercados externos. Se dice que "el estaño boliviano ya se venderá como mineral básico y llegará al exterior convertido en lingotes de alta calidad".
Según los datos sobre demanda de estaño, en la gestión del 2012, la producción nacional alcanzó a 19.000 TMF, de las cuales 12.000 eran absorbidas por la metalúrgica de Vinto; la empresa privada OMSA, utilizaba unas 4.000 TMF y el resto era material de exportación.
La visión futurista del Complejo Metalúrgico de Vinto está en alcanzar un ritmo sostenido productivo de por lo menos 18.000 TMF volumen que comparado con otras fundiciones internacionales, colocará a la boliviana en un quinto lugar reconocido mundialmente, lo que significa un ascenso del noveno puesto en el que actualmente se encuentra de acuerdo al ranking de la gestión 2012, entre las productoras de estañó metálico del mundo.
Si la metalúrgica de Vinto, pone en marcha el horno Ausmelt en el primer semestre del año en curso, se entiende que hasta fines de la gestión presente se podrá evaluar el comportamiento del "horno monstruo" que para entonces exigirá realmente una provisión sostenida de materia prima, en este caso toda la producción de Huanuni y Colquiri, los dos principales distritos de la minería estatal que ya han sido conminados a triplicar los volúmenes de producción.
En el caso de Huanuni, todo está en función de la habilitación del nuevo ingenio, lo que también ocurrirá en el curso del año presente, para mejorar su producción de cerca a 10 mil TMF anualmente. Colquiri debe encarar un proceso de modernización para elevar su producción, en este caso se dice que existen ricas vetas de estaño, pero hay necesidad de incorporar tecnología de punta para hacer altamente rendidor su tratamiento en mina.
Este año 2014, tendrá que convertirse en el periodo de recuperación de tiempo perdido en los planes metalúrgicos de Vinto, que tienen una demora de más de dos años, atribuible el hecho a diversos factores que eliminados en la práctica abren la alternativa de iniciar un nuevo rol, en el proceso de la industrialización de nuestros minerales.
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