Las comunidades campesinas e indígenas han comenzado a hacer valer sus derechos respecto a la explotación de minerales, pero lo están haciendo por la fuerza.
Rufo Calle, secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), indica que por años, las leyes mineras “no han sabido respetar el derecho consuetudinario de una comunidad”.
El dirigente señala que el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en sus artículos 13 y 15, indica que toda concesión que quiera otorgarse debe ser consultada con la comunidad donde se halla el yacimiento. Agrega que los originarios también tiene derecho de asociarse en empresas o cooperativas para “explotar sus propios recursos naturales y tributar al Estado”.
“Aquello no se cumple. Por eso, desde que expulsamos a Gonzalo Sánchez de Lozada nosotros habíamos empezado a recuperar tierras latifundas, por ejemplo. De la misma manera las minas”.
Calle señala que en ocasiones, las concesiones mineras aparecen “de la noche a la mañana”, sin previa consulta e incluso algunas causan daños al medio ambiente.
Pese a que el dirigente indica que el sector campesino no quiere confrontación, las tomas de minas por parte de comunarios se han vuelto frecuentes. Así lo denuncian la Asociación Nacional de Mineros Medianos, la Cámara Nacional de la Minería (Canalmin) y la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin).
Ramiro Aguilar, presidente de Canalmin; Marco Calderón, secretario general de la Asociación de Mineros Medianos, y Andrés Villca, presidente de Fencomin, coinciden al exigir respeto y seguridad jurídica para los operadores .
“Es irónico que teniendo los precios altos en minería no podamos trabajar”, lamenta Aguilar.
El dirigente concuerda con Andrés Villca en que no está clara la interpretación que los originarios hacen sobre el tema tierra-territorio y el convenio 169. “Ellos (los originarios) tienen en mente que son dueños absolutos del suelo y del subsuelo”, indica Villca.
Marco Calderón indica que hay una “honda preocupación” en las empresas medianas “porque las señales que se dan a los inversores es que no existe un Estado de Derecho que proteja la inversión”.
Trabajadores piden estabilidad
La Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) ha manifestado su preocupación por las tomas de minas que impiden el desarrollo de las actividades mineras.
César Lugo, secretario general de la FSTMB, indica que se solicitó garantías a la estabilidad laboral de los trabajadores. “Tiene que haber respeto a las fuentes de trabajo. No puede continuar el avasallamiento a título de que son comunarios. Hay algunas dificultades que tienen que arreglar, pero eso no significa que tengan que tomar las minas”, asevera.
Lugo indica que los mineros asalariados están preocupados por lo sucedido en las minas Himalaya, Lipichi y Caracoles, puesto que las ocupaciones ilegales por parte de comunarios han hecho que varios trabajadores se queden sin empleo.
Cita el caso de los trabajadores de Himalaya. “Niños que no están yendo a la escuela, jóvenes que no están pudiendo trabajar, las esposas que no pueden volver a sus casas porque la mina ha sido tomada”. El sector aguarda soluciones por parte del Gobierno.
Rufo Calle, secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), indica que por años, las leyes mineras “no han sabido respetar el derecho consuetudinario de una comunidad”.
El dirigente señala que el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en sus artículos 13 y 15, indica que toda concesión que quiera otorgarse debe ser consultada con la comunidad donde se halla el yacimiento. Agrega que los originarios también tiene derecho de asociarse en empresas o cooperativas para “explotar sus propios recursos naturales y tributar al Estado”.
“Aquello no se cumple. Por eso, desde que expulsamos a Gonzalo Sánchez de Lozada nosotros habíamos empezado a recuperar tierras latifundas, por ejemplo. De la misma manera las minas”.
Calle señala que en ocasiones, las concesiones mineras aparecen “de la noche a la mañana”, sin previa consulta e incluso algunas causan daños al medio ambiente.
Pese a que el dirigente indica que el sector campesino no quiere confrontación, las tomas de minas por parte de comunarios se han vuelto frecuentes. Así lo denuncian la Asociación Nacional de Mineros Medianos, la Cámara Nacional de la Minería (Canalmin) y la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin).
Ramiro Aguilar, presidente de Canalmin; Marco Calderón, secretario general de la Asociación de Mineros Medianos, y Andrés Villca, presidente de Fencomin, coinciden al exigir respeto y seguridad jurídica para los operadores .
“Es irónico que teniendo los precios altos en minería no podamos trabajar”, lamenta Aguilar.
El dirigente concuerda con Andrés Villca en que no está clara la interpretación que los originarios hacen sobre el tema tierra-territorio y el convenio 169. “Ellos (los originarios) tienen en mente que son dueños absolutos del suelo y del subsuelo”, indica Villca.
Marco Calderón indica que hay una “honda preocupación” en las empresas medianas “porque las señales que se dan a los inversores es que no existe un Estado de Derecho que proteja la inversión”.
Trabajadores piden estabilidad
La Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) ha manifestado su preocupación por las tomas de minas que impiden el desarrollo de las actividades mineras.
César Lugo, secretario general de la FSTMB, indica que se solicitó garantías a la estabilidad laboral de los trabajadores. “Tiene que haber respeto a las fuentes de trabajo. No puede continuar el avasallamiento a título de que son comunarios. Hay algunas dificultades que tienen que arreglar, pero eso no significa que tengan que tomar las minas”, asevera.
Lugo indica que los mineros asalariados están preocupados por lo sucedido en las minas Himalaya, Lipichi y Caracoles, puesto que las ocupaciones ilegales por parte de comunarios han hecho que varios trabajadores se queden sin empleo.
Cita el caso de los trabajadores de Himalaya. “Niños que no están yendo a la escuela, jóvenes que no están pudiendo trabajar, las esposas que no pueden volver a sus casas porque la mina ha sido tomada”. El sector aguarda soluciones por parte del Gobierno.
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