El agua de copagira es el resultado de los procesos de extracción de cargas mineralizadas en el Sumac Orcko y sale por socavones de la parte baja del yacimiento afectando la tierra y las personas
Aunque en pequeña escala, comenzó el tratamiento de las aguas de copagira que salen de las bocaminas inferiores del Cerro Rico de Potosí, según el anuncio efectuado por el responsable del Programa Pilcomayo, Víctor Saúl Arancibia. Técnicos del programa explicaron que el agua que absorbe el cerro entra en contacto con los minerales de los socavones y el oxigeno, formando lo que se conoce como "agua de copagira" o aguas ácidas con alto contenido de elementos mineralizados y oxidados.
Se está impulsando el tratamiento pasivo de las aguas con el método RAPS, sigla en inglés de, Sistema de Producción Sucesiva de Alcalinidad que se basa en el uso de materia orgánica para precipitar los sólidos y la piedra caliza que opera como un filtro.
Arancibia comenta que la calidad de esa agua es pésima pues cuando tiene un PH (potencial de hidrógeno) 5 ya se considera de mala calidad y que se podría decir de las aguas que salen del Cerro Rico con un 2 de PH.
"Se trata de agua de muy mala calidad que afecta al medio ambiente por lo cual es urgente encarar su tratamiento con la finalidad de extraer las partículas en suspensión que se encuentran en la misma", detalló el entrevistado.
Ya se instaló una pequeña planta de tratamiento de las aguas cerca de la bocamina Santa Catalina en la que se neutraliza el agua contaminada que drena de ese yacimiento.
De acuerdo al estudio efectuado por el Programa Pilcomayo, el agua ácida sale por los niveles más bajos del cerro por lo que es conveniente la instalación de pequeñas plantas de tratamiento.
Se descartó el concepto que manejaron algunos profesionales, en sentido de concentrar las aguas que salen de los diferentes socavones para encarar su tratamiento en una gran planta.
El mencionado proceso permitirá bajar el nivel de contaminación de las aguas para que se evite el elevado daño que actualmente existe a las tierras próximas al yacimiento así como a los afluentes circundantes.
El tratamiento de las aguas es uno más de los pasos que se encaran como parte de la solución global a la contaminación que se da en la parte alta de la rivera del Pilcomayo, tal como se pudo conocer en la explicación del proceso ambiental.
Aunque en pequeña escala, comenzó el tratamiento de las aguas de copagira que salen de las bocaminas inferiores del Cerro Rico de Potosí, según el anuncio efectuado por el responsable del Programa Pilcomayo, Víctor Saúl Arancibia. Técnicos del programa explicaron que el agua que absorbe el cerro entra en contacto con los minerales de los socavones y el oxigeno, formando lo que se conoce como "agua de copagira" o aguas ácidas con alto contenido de elementos mineralizados y oxidados.
Se está impulsando el tratamiento pasivo de las aguas con el método RAPS, sigla en inglés de, Sistema de Producción Sucesiva de Alcalinidad que se basa en el uso de materia orgánica para precipitar los sólidos y la piedra caliza que opera como un filtro.
Arancibia comenta que la calidad de esa agua es pésima pues cuando tiene un PH (potencial de hidrógeno) 5 ya se considera de mala calidad y que se podría decir de las aguas que salen del Cerro Rico con un 2 de PH.
"Se trata de agua de muy mala calidad que afecta al medio ambiente por lo cual es urgente encarar su tratamiento con la finalidad de extraer las partículas en suspensión que se encuentran en la misma", detalló el entrevistado.
Ya se instaló una pequeña planta de tratamiento de las aguas cerca de la bocamina Santa Catalina en la que se neutraliza el agua contaminada que drena de ese yacimiento.
De acuerdo al estudio efectuado por el Programa Pilcomayo, el agua ácida sale por los niveles más bajos del cerro por lo que es conveniente la instalación de pequeñas plantas de tratamiento.
Se descartó el concepto que manejaron algunos profesionales, en sentido de concentrar las aguas que salen de los diferentes socavones para encarar su tratamiento en una gran planta.
El mencionado proceso permitirá bajar el nivel de contaminación de las aguas para que se evite el elevado daño que actualmente existe a las tierras próximas al yacimiento así como a los afluentes circundantes.
El tratamiento de las aguas es uno más de los pasos que se encaran como parte de la solución global a la contaminación que se da en la parte alta de la rivera del Pilcomayo, tal como se pudo conocer en la explicación del proceso ambiental.
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