Hablar de minería en gran escala es sinónimo de enormes inversiones que respaldan el interés de visionarios industriales del sector para arriesgar capitales, pues la minería no siempre genera utilidades y menos a la vuelta de esquina, por otra parte en el caso de nuestro país hay alternativas que tienen que ver con seguridad jurídica, disposiciones que no se cumplen y carencia de políticas de incentivo para la atracción de recursos externos, pese a las limitaciones existentes la minería sigue siendo el rubro más seguro en la generación de divisas y en ciertos periodos después de los hidrocarburos.
No hay que dudar de la potencialidad –en reserva– de yacimientos minerales que tiene nuestro territorio, pero tampoco de la necesidad imperiosa de contar con apoyos financieros muy concretos para encarar grandes emprendimientos, hecho que se cristalizará una vez que exista dedicación a “tiempo completo” para considerar uno a uno los proyectos de inversión en exploración de manera prioritaria como base de los futuros pasos de explotación y ojala transformación de nuestros concentrados minerales en productos con valor agregado que son requeridos en los países altamente industrializados.
Estamos transitando por un periodo en que la agenda política de gobierno tiene preferencia por la actividad electoral, aunque este signo ya es de tiempo atrás pero con mayor fuerza en este último periodo, lo que posterga el tratamiento de orden estrictamente técnico que debe darse al conjunto de la minería nacional.
Si bien en la perspectiva minera oficial se habla bastante de proyectos como los del Mutún, ya en marcha con algunas dificultades; en el caso del litio el impulso incipiente del gobierno tiene todavía mucho por avanzar y sin duda que en esa dirección no podrá evitarse la necesidad de capitalizar ese gigante proyecto que en su desarrollo otorgará grandes satisfacciones a la economía boliviana.
EL CASO DEL MUTÚN
Una reciente información oficializada por los ejecutivos de la empresa Jindal
Steel Bolivia (JSB), subsidiaria de la hindú Jindal Steel y Power refiere que se cumplirá un cronograma de inversiones con los desembolsos pertinentes y que fuera de los gastos iniciales por un monto mayor a los 80 millones de dólares, en el proyecto del Mutún y algo en hidrocarburos, se prevé una inversión de ochocientos (800) millones de dólares hasta el año 2012 en cumplimiento al convenio de riesgo compartido suscrito con el Estado Boliviano y que se refiere a la explotación del hierro del Mutún en la zona de Santa Cruz de la Sierra.
Una aclaración que corresponde al ejecutivo regional de la Jindal, Arvind Sharma, señala que la inversión global es obligatoria en función al convenio que está en vigor y que ha sido entregado como “proyecto de operaciones” para su aprobación final a nivel del directorio del “Órgano Ejecutivo” que está conformado por los delegados de la empresa hindú, la subsidiaria nacional y el Estado Boliviano lo que permitirá avanzar en el “plan de inversión” que comprende también la futura operación de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM).
El uso de 800 millones de dólares, es altamente significativo y se entiende que en los próximos tres años se producirá –hasta– el total de la inversión de la Jindal en el proyecto del Mutún, acometiendo no sólo con la explotación de hierro sino también con la construcción de una planta de concentración y la instalación de un primer horno para la obtención de acero, previamente habrá una inversión imprescindible en la compra e instalación de gigantes turbinas para la producción de energía eléctrica, base del funcionamiento de la siderúrgica del Mutún.
Cuando se hace referencia al proyecto del Mutún, se menciona 800 mil dólares que serán desembolsados en los próximos tres años, pero hay que recordar que el contrato en toda su extensión significa un largo periodo de 40 años y en todo ese tiempo la inversión total deberá llegar a los 2 mil 100 millones de $us.
El proyecto del Mutún según el ex presidente ejecutivo despedido, confronta algunos problemas que postergan el cumplimiento de un cronograma inicial debido a que el Ministerio Público sigue investigando el caso de la compra de algunos predios con sobreprecio. Ese problema debe culminar para eliminar las dudas que causan “dolores de cabeza” a los hindúes, fuera de otros propios del cumplimiento de ofertas a dirigentes cívicos de la zona, construcción de un tramo carretero, dotación de fuentes de empleo a trabajadores de la zona y otros no menos importantes, pero imposible de soslayarlos.
ALGO QUE PREOCUPA
Si bien hay desembolsos iniciales de la Jindal (hasta 80 millones $us), se sabe que futuros gastos pueden ser restringidos en tanto se regularice la vigencia del acuerdo de “riesgo compartido” en una de sus cláusulas dice con mucha propiedad que “el plazo del contrato no se contará hasta que no sean entregadas todas las tierras debidamente saneadas” a favor de la Jindal. En la actualidad todavía hay problemas con algunos predios, cuya compra no ha sido saneada y por tanto existe un problema legal en la vigencia del contrato.
Mientras tanto la Jindal no quedó con las “manos atadas” y aunque hay problemas, ya se cumplen tareas de explotación de hierro con dos procesadoras de minerales con capacidad para tratar 400 toneladas de mineral por hora. En la primera fase se producirán 80 mil toneladas mensuales de hierro listas para su exportación. Ya existe una considerable cantidad de material para exportación, en tanto se cumplan los trámites legales de la transferencia de tierras. Con algunas dificultades, como señalamos en anterior edición, el proyecto millonario del Mutún está avanzando. (Agencia URU)
No hay que dudar de la potencialidad –en reserva– de yacimientos minerales que tiene nuestro territorio, pero tampoco de la necesidad imperiosa de contar con apoyos financieros muy concretos para encarar grandes emprendimientos, hecho que se cristalizará una vez que exista dedicación a “tiempo completo” para considerar uno a uno los proyectos de inversión en exploración de manera prioritaria como base de los futuros pasos de explotación y ojala transformación de nuestros concentrados minerales en productos con valor agregado que son requeridos en los países altamente industrializados.
Estamos transitando por un periodo en que la agenda política de gobierno tiene preferencia por la actividad electoral, aunque este signo ya es de tiempo atrás pero con mayor fuerza en este último periodo, lo que posterga el tratamiento de orden estrictamente técnico que debe darse al conjunto de la minería nacional.
Si bien en la perspectiva minera oficial se habla bastante de proyectos como los del Mutún, ya en marcha con algunas dificultades; en el caso del litio el impulso incipiente del gobierno tiene todavía mucho por avanzar y sin duda que en esa dirección no podrá evitarse la necesidad de capitalizar ese gigante proyecto que en su desarrollo otorgará grandes satisfacciones a la economía boliviana.
EL CASO DEL MUTÚN
Una reciente información oficializada por los ejecutivos de la empresa Jindal
Steel Bolivia (JSB), subsidiaria de la hindú Jindal Steel y Power refiere que se cumplirá un cronograma de inversiones con los desembolsos pertinentes y que fuera de los gastos iniciales por un monto mayor a los 80 millones de dólares, en el proyecto del Mutún y algo en hidrocarburos, se prevé una inversión de ochocientos (800) millones de dólares hasta el año 2012 en cumplimiento al convenio de riesgo compartido suscrito con el Estado Boliviano y que se refiere a la explotación del hierro del Mutún en la zona de Santa Cruz de la Sierra.
Una aclaración que corresponde al ejecutivo regional de la Jindal, Arvind Sharma, señala que la inversión global es obligatoria en función al convenio que está en vigor y que ha sido entregado como “proyecto de operaciones” para su aprobación final a nivel del directorio del “Órgano Ejecutivo” que está conformado por los delegados de la empresa hindú, la subsidiaria nacional y el Estado Boliviano lo que permitirá avanzar en el “plan de inversión” que comprende también la futura operación de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM).
El uso de 800 millones de dólares, es altamente significativo y se entiende que en los próximos tres años se producirá –hasta– el total de la inversión de la Jindal en el proyecto del Mutún, acometiendo no sólo con la explotación de hierro sino también con la construcción de una planta de concentración y la instalación de un primer horno para la obtención de acero, previamente habrá una inversión imprescindible en la compra e instalación de gigantes turbinas para la producción de energía eléctrica, base del funcionamiento de la siderúrgica del Mutún.
Cuando se hace referencia al proyecto del Mutún, se menciona 800 mil dólares que serán desembolsados en los próximos tres años, pero hay que recordar que el contrato en toda su extensión significa un largo periodo de 40 años y en todo ese tiempo la inversión total deberá llegar a los 2 mil 100 millones de $us.
El proyecto del Mutún según el ex presidente ejecutivo despedido, confronta algunos problemas que postergan el cumplimiento de un cronograma inicial debido a que el Ministerio Público sigue investigando el caso de la compra de algunos predios con sobreprecio. Ese problema debe culminar para eliminar las dudas que causan “dolores de cabeza” a los hindúes, fuera de otros propios del cumplimiento de ofertas a dirigentes cívicos de la zona, construcción de un tramo carretero, dotación de fuentes de empleo a trabajadores de la zona y otros no menos importantes, pero imposible de soslayarlos.
ALGO QUE PREOCUPA
Si bien hay desembolsos iniciales de la Jindal (hasta 80 millones $us), se sabe que futuros gastos pueden ser restringidos en tanto se regularice la vigencia del acuerdo de “riesgo compartido” en una de sus cláusulas dice con mucha propiedad que “el plazo del contrato no se contará hasta que no sean entregadas todas las tierras debidamente saneadas” a favor de la Jindal. En la actualidad todavía hay problemas con algunos predios, cuya compra no ha sido saneada y por tanto existe un problema legal en la vigencia del contrato.
Mientras tanto la Jindal no quedó con las “manos atadas” y aunque hay problemas, ya se cumplen tareas de explotación de hierro con dos procesadoras de minerales con capacidad para tratar 400 toneladas de mineral por hora. En la primera fase se producirán 80 mil toneladas mensuales de hierro listas para su exportación. Ya existe una considerable cantidad de material para exportación, en tanto se cumplan los trámites legales de la transferencia de tierras. Con algunas dificultades, como señalamos en anterior edición, el proyecto millonario del Mutún está avanzando. (Agencia URU)
¿y que pasa con la logística para transportar el mineral hacia China o India?
ResponderEliminarSi no se prevé la compra de medios de transporte o la contratación de un operador del transporte, será imposible movilizar 8 millones de toneladas anuales.
Deberían haber contratado el transporte fluvial por la Hidrovía, cuando menos.