Un trabajo que se cumple hace más de un año, aunque reservadamente, por varios investigadores bolivianos está dirigido a descubrir una fórmula para la producción de carbonato de litio de alta calidad a partir del tratamiento de las salmueras en el Salar de Uyuni.
Las informaciones sobre el particular son alentadoras si tomamos en cuenta que por fin nuestros profesionales tienen la oportunidad de poner en práctica capacidad y experiencia para generar sistemas (nuestros) para el tratamiento de las riquezas naturales que tenemos, caso del litio “escondido” en las salmueras elemento base para industrializar el producto y competir con otros países productores de litio. Hay quien señaló que estamos “evolucionando ante la inveterada costumbre de producir sólo materias primas”.
El Ministro de Minería y Metalurgia Luís Alberto Echazú se mostró orgulloso al confirmar que destacados profesionales paceños, orureños y potosinos han logrado un método especial para la obtención de carbonato de litio que será industrializado en otra fase del proyecto que se desarrolla en Uyuni.
Una de las primeras previsiones y por supuesto muy efectiva es la de registrar las patentes pertinentes para garantizar la vigencia de una fórmula boliviana para la explotación del litio y convertirnos en una “potencia energética soberana y con capacidad propia” para el tratamiento de nuestros recursos evaporíticos y la tendencia de su futura industrialización.
Es ponderable el trabajo de nuestros profesionales y la dinámica que en el futuro se aplicará para el tratamiento de 100 millones de toneladas de litio ahora esparcidas en una extensión de más de 10 mil kilómetros cuadrados.
SALAR DE COIPASA
En cuanto al Salar de Coipasa que se ubica en el Departamento de Oruro hay otros proyectos interesantes que también están propiamente en marcha y que podrían definir la explotación directa de las sales y cloruro de potasio para abrir otra alternativa de aprovechamiento de los recursos “salinos”, además de la posibilidad de explotar ácido bórico que se constituye en importante elemento, imprescindible para la industrialización del litio.
De todos modos se espera el resultado de una evaluación técnica que permita determinar también la cuantía o el potencial del salar orureño para encarar los planes necesarios de su tratamiento. Una planta piloto será implementada en el curso de los próximos meses.
EL PELIGRO DE ESPERAR
Las informaciones en torno al interés por el litio boliviano muestran algunas alternativas importantes, pero aún no determinantes. Por ejemplo el hecho de que nuestro país esperará hasta el 2013 para asociarse con empresas estratégicas y producir baterías de litio, parece pérdida de un valioso tiempo (4 años) en el que se podría avanzar negociaciones trascendentales para la concreción de acuerdos estratégicos que nos permitan entrar al gran mercado de la competitividad en la producción de litio.
Hay que reconocer que así se estime que en las salmueras de Bolivia (Uyuni y Coipasa) se encuentra el 50 % de las reservas mundiales de litio, recientes descubrimientos como el de Zacatecas y San Luís Potosí en México muestran otras regiones con no menos apreciables reservas de litio. A propósito se dice que se trata de una superficie de 36 mil hectáreas y una profundidad de 100 metros que podrían rendir 800 gramos de litio por tonelada de mineral. En ese caso sólo demorarán el tiempo necesario para instalar una planta piloto con capacidad de producción de 10 mil a 12 mil toneladas anuales de carbonato de litio y eso sucederá a fines del 2010.
Por el ejemplo de la dinámica que ponen otros gobiernos poseedores de litio en la necesidad de explotar esos recursos no se justificaría que el nuestro siga con la idea de esperar hasta el 2013 para tomar la decisión de concretar algún acuerdo “asociativo” con inversionistas industriales del litio.
Lo que corresponde es definir las políticas específicas para desarrollar el proyecto del litio y generar condiciones propicias para su explotación y la futura industrialización de la estratégica materia prima.
No hay que olvidar que Estados Unidos, Chile, Australia, China, Argentina, Brasil, Canadá y Portugal tienen yacimientos de litio y están en la competencia mundial por imponer su producto en mercados internacionales. (Agencia Uru)
Las informaciones sobre el particular son alentadoras si tomamos en cuenta que por fin nuestros profesionales tienen la oportunidad de poner en práctica capacidad y experiencia para generar sistemas (nuestros) para el tratamiento de las riquezas naturales que tenemos, caso del litio “escondido” en las salmueras elemento base para industrializar el producto y competir con otros países productores de litio. Hay quien señaló que estamos “evolucionando ante la inveterada costumbre de producir sólo materias primas”.
El Ministro de Minería y Metalurgia Luís Alberto Echazú se mostró orgulloso al confirmar que destacados profesionales paceños, orureños y potosinos han logrado un método especial para la obtención de carbonato de litio que será industrializado en otra fase del proyecto que se desarrolla en Uyuni.
Una de las primeras previsiones y por supuesto muy efectiva es la de registrar las patentes pertinentes para garantizar la vigencia de una fórmula boliviana para la explotación del litio y convertirnos en una “potencia energética soberana y con capacidad propia” para el tratamiento de nuestros recursos evaporíticos y la tendencia de su futura industrialización.
Es ponderable el trabajo de nuestros profesionales y la dinámica que en el futuro se aplicará para el tratamiento de 100 millones de toneladas de litio ahora esparcidas en una extensión de más de 10 mil kilómetros cuadrados.
SALAR DE COIPASA
En cuanto al Salar de Coipasa que se ubica en el Departamento de Oruro hay otros proyectos interesantes que también están propiamente en marcha y que podrían definir la explotación directa de las sales y cloruro de potasio para abrir otra alternativa de aprovechamiento de los recursos “salinos”, además de la posibilidad de explotar ácido bórico que se constituye en importante elemento, imprescindible para la industrialización del litio.
De todos modos se espera el resultado de una evaluación técnica que permita determinar también la cuantía o el potencial del salar orureño para encarar los planes necesarios de su tratamiento. Una planta piloto será implementada en el curso de los próximos meses.
EL PELIGRO DE ESPERAR
Las informaciones en torno al interés por el litio boliviano muestran algunas alternativas importantes, pero aún no determinantes. Por ejemplo el hecho de que nuestro país esperará hasta el 2013 para asociarse con empresas estratégicas y producir baterías de litio, parece pérdida de un valioso tiempo (4 años) en el que se podría avanzar negociaciones trascendentales para la concreción de acuerdos estratégicos que nos permitan entrar al gran mercado de la competitividad en la producción de litio.
Hay que reconocer que así se estime que en las salmueras de Bolivia (Uyuni y Coipasa) se encuentra el 50 % de las reservas mundiales de litio, recientes descubrimientos como el de Zacatecas y San Luís Potosí en México muestran otras regiones con no menos apreciables reservas de litio. A propósito se dice que se trata de una superficie de 36 mil hectáreas y una profundidad de 100 metros que podrían rendir 800 gramos de litio por tonelada de mineral. En ese caso sólo demorarán el tiempo necesario para instalar una planta piloto con capacidad de producción de 10 mil a 12 mil toneladas anuales de carbonato de litio y eso sucederá a fines del 2010.
Por el ejemplo de la dinámica que ponen otros gobiernos poseedores de litio en la necesidad de explotar esos recursos no se justificaría que el nuestro siga con la idea de esperar hasta el 2013 para tomar la decisión de concretar algún acuerdo “asociativo” con inversionistas industriales del litio.
Lo que corresponde es definir las políticas específicas para desarrollar el proyecto del litio y generar condiciones propicias para su explotación y la futura industrialización de la estratégica materia prima.
No hay que olvidar que Estados Unidos, Chile, Australia, China, Argentina, Brasil, Canadá y Portugal tienen yacimientos de litio y están en la competencia mundial por imponer su producto en mercados internacionales. (Agencia Uru)
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