La falta de infraestructura vial, portuaria y férrea; la provisión de gas natural; la entrega tardía de las tierras por parte del Gobierno; las denuncias de compra con sobreprecio de terrenos y la investigación judicial iniciada al respecto postergan el despegue del proyecto siderúrgico del Mutún, el emprendimiento minero más importante de la última década en el país.
Han pasado más de tres años y medio desde que la firma india Jindal Steel & Power se adjudicara, en junio de 2006, la explotación del 50 por ciento del yacimiento de hierro ubicado en Puerto Suárez, Santa Cruz.
La empresa prometió una inversión de 2.100 millones de dólares.
De este monto, 1.500 millones de dólares debían ejecutarse durante los primeros cinco años a un promedio anual de 300 millones.
El director de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), José Padilla, dijo que el principal problema que afecta al desarrollo del proyecto es la infraestructura que debe acompañar el emprendimiento.
Por ejemplo, la carretera Mutún- Puerto Busch no está en condiciones de soportar el peso de camiones de alto tonelaje que transportarán el mineral cuando se lo comience a extraer del yacimiento.
En materia portuaria hay 400.000 toneladas acumuladas de la producción anticipada que tienen como destino Panamá, pero el caudal del canal Tamengo no tiene la profundidad adecuada para transportar la carga.
Según Padilla, la solución pasa por la construcción de un megapuerto en la hidrovía Paraguay-Paraná y la vía férrea Motacucito-Mutún-Puerto Busch.
Estas obras demandan al menos dos años y aún no se han iniciado, lo cual perjudica la explotación de hierro.
Otro problema pendiente de definición es la provisión de gas natural.
Se precisan ocho millones de metros cúbicos por día, cinco para la termoeléctrica que alimentará de energía al proyecto y tres millones de metros cúbicos día para que se comience a producir hierro esponja, primera fase del proceso.
De acuerdo con Padilla, la seguridad en la provisión de gas está en manos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), pero depende también de que se llegue a acuerdos con Brasil para que la producción que no compre se destine al yacimiento de hierro.
Sin embargo, la explotación del yacimiento también ha sido perjudicada por factores externos.
La entrega de 18 predios en el área circundante del Mutún no se efectivizó hasta el mes de mayo porque previamente la compra de las tierras sufrió una demora de al menos tres meses.
En dos de ellos, Campiña Grande y San Antonio de la empresa Ongole, con un área de 243 hectáreas, no hubo acuerdo en el precio, por lo que el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) tuvo que proceder a la reversión que fue impugnada ante el Tribunal Agrario.
Debido a que no se podía esperar mucho la resolución de la justicia, se apeló al Código de Minería para expropiar las tierras, que eran fundamentales para que la Jindal inicie los trabajos.
Una investigación del Ministerio de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción encontró en septiembre de 2009 sobreprecios en la adquisición de 18 predios en 2,1 millones de dólares, cuando su valor sólo era de 46.000 dólares.
Esa cartera de Estado denunció ante la Fiscalía al ex presidente de la ESM Guillermo Dalence por negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones, contratos lesivos al Estado y conducta antieconómica.
La investigación se extendió al director del INRA, Juan Carlos Rojas, quien al igual que Dalence llegó a ser aprehendido por algunas horas y luego fue puesto en libertad.
El caso sigue en manos del Ministerio Público que aún acumula las pruebas y toma declaraciones.
El yacimiento del Mutún fue descubierto en 1848. Recién a partir de 1956 Comibol y el Servicio Geológico de Bolivia (Geobol) realizaron estudios para su explotación.
Hasta 1993, la Empresa Metalúrgica del Oriente (Emedo), parte de Comibol, explotó 350.000 toneladas de concentrados para metalúrgicas de Paraguay y Argentina.
La empresa Jindal comprometió $us 2.100 millones de inversión.
La ESM evaluará plan de inversión
El Directorio de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) evaluará este próximo 15 de enero el nuevo plan de inversiones presentado por la firma india Jindal Steel Bolivia y de producción anticipada del yacimiento de hierro.
El director de la ESM , José Padilla, informó que existe el compromiso de la compañía india de acelerar la inyección de capital e impulsar el proyecto a partir de este año con la instalación de tres plantas de producción de pelte, acero y energía.
El plan presentado en septiembre de 2009 fue observado por la ESM debido a que Jindal pretendía reducir el compromiso de inversión en un 50 por ciento en los primeros cinco años. La ESM no aceptó porque el contrato está respaldado por la ley.
La Prensa informó el 2 de diciembre que Jindal hizo la propuesta de invertir sólo 812 millones de dólares y no los 1.500 millones comprometidos para los primeros cinco años en el contrato de riesgo compartido con el Estado, debido a que encontró fósforo mezclado en el mineral, lo que demanda hacer un cambio en la tecnología que se usará en la reducción del hierro esponja, que les permitirá entrar en la industrialización de este mineral.
Según Padilla, ahora la firma está dispuesta a cumplir lo que señala el contrato y en la reunión de los próximos días explicará la forma en la que llevarán adelante las inversiones y los proyectos que encararán.
La semana pasada, el presidente Evo Morales dijo no estar conforme con el avance el proyecto del Mutún y las inversiones comprometidas, y amenazó con ejecutar las boletas de garantía de 18 millones de dólares.
Según Padilla, hay dos boletas, cada una de nueve millones de dólares, emitidas por Jindal, que son de correcta inversión y que fenecen en marzo, pero recordó que el Estado también incumplió con la entrega de las tierras a tiempo.
Como este proceso se cumplió en mayo, recién corren los plazos de las boletas, pero aseguró que la empresa india está dispuesta a renovarlas.
Han pasado más de tres años y medio desde que la firma india Jindal Steel & Power se adjudicara, en junio de 2006, la explotación del 50 por ciento del yacimiento de hierro ubicado en Puerto Suárez, Santa Cruz.
La empresa prometió una inversión de 2.100 millones de dólares.
De este monto, 1.500 millones de dólares debían ejecutarse durante los primeros cinco años a un promedio anual de 300 millones.
El director de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), José Padilla, dijo que el principal problema que afecta al desarrollo del proyecto es la infraestructura que debe acompañar el emprendimiento.
Por ejemplo, la carretera Mutún- Puerto Busch no está en condiciones de soportar el peso de camiones de alto tonelaje que transportarán el mineral cuando se lo comience a extraer del yacimiento.
En materia portuaria hay 400.000 toneladas acumuladas de la producción anticipada que tienen como destino Panamá, pero el caudal del canal Tamengo no tiene la profundidad adecuada para transportar la carga.
Según Padilla, la solución pasa por la construcción de un megapuerto en la hidrovía Paraguay-Paraná y la vía férrea Motacucito-Mutún-Puerto Busch.
Estas obras demandan al menos dos años y aún no se han iniciado, lo cual perjudica la explotación de hierro.
Otro problema pendiente de definición es la provisión de gas natural.
Se precisan ocho millones de metros cúbicos por día, cinco para la termoeléctrica que alimentará de energía al proyecto y tres millones de metros cúbicos día para que se comience a producir hierro esponja, primera fase del proceso.
De acuerdo con Padilla, la seguridad en la provisión de gas está en manos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), pero depende también de que se llegue a acuerdos con Brasil para que la producción que no compre se destine al yacimiento de hierro.
Sin embargo, la explotación del yacimiento también ha sido perjudicada por factores externos.
La entrega de 18 predios en el área circundante del Mutún no se efectivizó hasta el mes de mayo porque previamente la compra de las tierras sufrió una demora de al menos tres meses.
En dos de ellos, Campiña Grande y San Antonio de la empresa Ongole, con un área de 243 hectáreas, no hubo acuerdo en el precio, por lo que el Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) tuvo que proceder a la reversión que fue impugnada ante el Tribunal Agrario.
Debido a que no se podía esperar mucho la resolución de la justicia, se apeló al Código de Minería para expropiar las tierras, que eran fundamentales para que la Jindal inicie los trabajos.
Una investigación del Ministerio de Transparencia y Lucha Contra la Corrupción encontró en septiembre de 2009 sobreprecios en la adquisición de 18 predios en 2,1 millones de dólares, cuando su valor sólo era de 46.000 dólares.
Esa cartera de Estado denunció ante la Fiscalía al ex presidente de la ESM Guillermo Dalence por negociaciones incompatibles con el ejercicio de funciones, contratos lesivos al Estado y conducta antieconómica.
La investigación se extendió al director del INRA, Juan Carlos Rojas, quien al igual que Dalence llegó a ser aprehendido por algunas horas y luego fue puesto en libertad.
El caso sigue en manos del Ministerio Público que aún acumula las pruebas y toma declaraciones.
El yacimiento del Mutún fue descubierto en 1848. Recién a partir de 1956 Comibol y el Servicio Geológico de Bolivia (Geobol) realizaron estudios para su explotación.
Hasta 1993, la Empresa Metalúrgica del Oriente (Emedo), parte de Comibol, explotó 350.000 toneladas de concentrados para metalúrgicas de Paraguay y Argentina.
La empresa Jindal comprometió $us 2.100 millones de inversión.
La ESM evaluará plan de inversión
El Directorio de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM) evaluará este próximo 15 de enero el nuevo plan de inversiones presentado por la firma india Jindal Steel Bolivia y de producción anticipada del yacimiento de hierro.
El director de la ESM , José Padilla, informó que existe el compromiso de la compañía india de acelerar la inyección de capital e impulsar el proyecto a partir de este año con la instalación de tres plantas de producción de pelte, acero y energía.
El plan presentado en septiembre de 2009 fue observado por la ESM debido a que Jindal pretendía reducir el compromiso de inversión en un 50 por ciento en los primeros cinco años. La ESM no aceptó porque el contrato está respaldado por la ley.
La Prensa informó el 2 de diciembre que Jindal hizo la propuesta de invertir sólo 812 millones de dólares y no los 1.500 millones comprometidos para los primeros cinco años en el contrato de riesgo compartido con el Estado, debido a que encontró fósforo mezclado en el mineral, lo que demanda hacer un cambio en la tecnología que se usará en la reducción del hierro esponja, que les permitirá entrar en la industrialización de este mineral.
Según Padilla, ahora la firma está dispuesta a cumplir lo que señala el contrato y en la reunión de los próximos días explicará la forma en la que llevarán adelante las inversiones y los proyectos que encararán.
La semana pasada, el presidente Evo Morales dijo no estar conforme con el avance el proyecto del Mutún y las inversiones comprometidas, y amenazó con ejecutar las boletas de garantía de 18 millones de dólares.
Según Padilla, hay dos boletas, cada una de nueve millones de dólares, emitidas por Jindal, que son de correcta inversión y que fenecen en marzo, pero recordó que el Estado también incumplió con la entrega de las tierras a tiempo.
Como este proceso se cumplió en mayo, recién corren los plazos de las boletas, pero aseguró que la empresa india está dispuesta a renovarlas.
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