Concesiones improductivas

Según la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera (AJAM), durante el periodo entre los años 2014 al 2017, se revirtieron a favor del Estado la cantidad de 673 concesiones mineras, porque las mismas eran consideradas improductivas un detalle calificativo de la autoridad pertinente, al observar en inspecciones in situ la falta de operaciones mineras.

La AJAM respalda el cumplimiento de sus actos al considerar "que aquellos actores productivos mineros que no estuviesen cumpliendo con una función económica social, que no estuviesen realizando actividades mineras en las áreas donde tienen derecho, se pueden revertir". En el proceso de verificación de actividades y reconocimiento de áreas concedidas improductivas, participa personal del viceministerio de política minera, informando a la autoridad lo que considera necesario para que se produzca la reversión.

La reversión de concesiones al Estado según la Ley 403 de Reversión de Derechos Mineros, aprobada en septiembre del 2013, se debe a la inactividad en el sector minero y el incumplimiento de su función económica social. "Ante la inexistencia de actividades mineras se procede a la reversión, se emite el acto administrativo que dispone o no la reversión del área". La AJAM es una entidad que depende del Ministerio de Minería y Metalurgia y está encargada de la dirección, administración, registro, control y fiscalización de la actividad minera del país.

Bajo esos conceptos se entiende la operación de reversión de más de 600 concesiones mineras, una apreciable cantidad de áreas en las que debían efectuarse tareas mineras, seguramente en mayoría, desde las fases de prospección y exploración minera, pero que debido a "causas desconocidas", situaciones de riesgo por el tema de propiedad de áreas, posiblemente falta de elementos propicios para encarar proyectos mineros, algunas de las concesiones no funcionaron, un buen número simple y llanamente fueron obtenidas sin idea de movilizar tareas mineras y la reversión resulta una lógica consecuencia en busca de una nueva oportunidad de servicio.

Nos referimos al tema, porque con los datos conocidos, se confirma la existencia de áreas o superficies mineralizadas que por algunos indicios han tenido que ser solicitadas y en algunos casos "trabajadas", en otros seguramente, como sucede en minería sólo fueron "destellos sin mayor importancia de rendimiento minero", pero lo cierto es que al haber sido nuevamente expuestas al interés de los mineros e industriales mineros, corresponde que además se tomen en cuenta ciertos parámetros para que se apoyen aquellos emprendimientos realmente interesantes para desarrollar una minería más segura y más activa. Sólo de ese modo se cambiará el rótulo de "minería improductiva" por otro que sea "proyectos mineros productivos", los que merecerán decidido apoyo para su financiamiento, con seguridades para invertir y desarrollarse en tiempo y espacio.