El reciente paro de los funcionarios aduaneros de Chile que paralizaron sus labores al cumplir una huelga en demanda de soluciones salariales por parte de su gobierno, ocasionó un grave perjuicio a la economía nacional y un impacto directo en el movimiento financiero del sector minero metalúrgico del país.
Concretamente la empresa afectada resulta la Metalúrgica de Vinto, que posterga su operación de exportación de 300 toneladas métricas de estaño metálico, detenido en la ruta entre Bolivia y Chile, cerca al paso fronterizo y de control aduanero donde los encargados cumplían un paro desde la anterior semana.
Ese hecho implica la pérdida de 6,5 millones de dólares, considerando un perjuicio diario de 350 mil dólares diarios por la paralización de la exportación a través de los puertos chilenos de Arica, Antofagasta e Iquique, los tres confrontando problemas sociales totalmente ajenos a los servicios de control aduanero.
Fue el ministro de minería quien se refirió al perjuicio, calificándolo de "de muy serio y dramático" para el sector minero boliviano, debido a que la empresa fundidora boliviana no puede sacar su metálico por más de 6,5 millones de dólares
Por otra parte el mismo problema de interrupción de exportaciones de minerales afecta la venta de complejos de plomo, zinc, plata, oro y cobre que debían llegar a los puertos para su embarque con destinos especiales de compradores en varios países de ultramar, incluyendo algunos de Europa y Asia, lo que se suma a los daños económicos que confrontará la minería y que de momento no hay perspectivas de recuperación de los daños ocasionados desde Chile.
Se harán trámites ante organismos internacionales especializados, demandando a Chile el resarcimiento de daños, pues el monto que suman los perjuicios no pueden convertirse en pérdidas irrecuperables, tomando en cuenta que las causas del fuerte daño, son atribuibles directamente al paro de actividades de funcionarios portuarios chilenos.
El problema que afecta de manera directa a la Empresa Metalúrgica de Vinto (EMV) también se extiende a las mineras de Huanuni y Colquiri que siendo proveedoras de concentrados, tendrán demora en la recuperación de los montos por su venta a la fundición, la que igualmente tendrá que soportar un desfase en la recuperación de sus transacciones comerciales.
Según los datos que muestra la secuencia de daños, el problema de los puertos y la interrupción del proceso de exportación de lingotes tiene que ver con la EMV, en tanto que de manera indirecta complica a las mineras productivas, tal el caso de Huanuni que provee un 60 por ciento de concentrados a la fundición, mientras que Colquiri cubre un 30 por ciento y el resto es cubierto por cooperativas que trabajan en Potosí y Oruro, que igualmente tendrán problemas.
La dependencia del país con los puertos del norte chileno, constituye uno de los mayores problemas para sostener un flujo regular de exportaciones de nuestros minerales y metales a través de Arica, Antofagasta o Iquique, que cuando alteran sus servicios, como ya ha sucedido varias veces, significa un grave problema que se siente con mucho peso a tiempo de recuperar las liquidaciones por la venta y entrega de nuestras materias primas.
En lo que corresponde al perjuicio empresarial, se consignan por lo menos cuarenta privadas entre grandes, medianas y chicas, además de medio centenar de cooperativas que operan en Potosí, Oruro y La Paz. Hay que añadir a las empresas mineras estatales que son más sensibles a los factores negativos en el cobro o recuperación de los montos por entregas a la EMV o en otros casos por las exportaciones directas, en suma un daño de consecuencias irreparables.
La EMV, además del daño económico, puede sufrir sanciones por parte de las industrias compradoras, en función al retraso en los programas de abastecimiento comprometido, lo que incrementaría la pérdida ya señalada. Vinto recibe alrededor de 22,5 millones de dólares mensuales por la exportación de 1.235 toneladas métricas finas de estaño metálico. El mayor porcentaje de compras realiza Estados Unidos y le sigue Alemania, dos destinos que con el último paro aduanero en Chile se perjudican en la recepción de los embarques de estaño boliviano.
A la cadena de perjuicios, según autoridades del ministerio de minería, se suma el que sufrirán las gobernaciones y municipios que demorarán en recuperar los montos provenientes de las regalías por exportación, un hecho que en materia de reclamos debe ser parte de la formal denuncia contra las autoridades de Chile que deben ser conminadas a resarcir los daños ocasionados a nuestro país.
La complicada situación que debe ser tomada en cuenta por nuestra cancillería, según los damnificados que son muchos, debe elevarse incluso a nivel de organismos internacionales, dadas las características del problema que siendo de orden socio laboral del vecino país, trasciende con su efecto negativo a nivel externo de ese país y causa enormes perjuicios en los sistemas del comercio internacional y los compromisos contraídos en este caso, por Bolivia con destinatarios externos que no admiten alteraciones en contratos, aún como los que ocurren por causas no atribuidas a nuestra empresa exportadora, la Metalúrgica de Vinto que de todas maneras deberá insumir en su cuenta los perjuicios que el paro de aduaneros chilenos ocasiona en la economía del país.
Este nuevo contratiempo motivó airadas y justificadas reacciones de transportistas pero también de dirigentes de las cámaras de exportadores, comercio e industria de nuestro país, coincidiendo en la necesidad de exigir al gobierno de Chile, el cumplimiento de convenios y especialmente del Tratado de 1904, relativo al libre y garantizado tránsito de los embarques de y hacia Bolivia, por los puertos de ese país, admitiendo que sus problemas internos no pueden alterar en ningún caso el derecho de vía portuaria para el tráfico de minerales, maquinarías y variada mercadería, además de productos alimenticios en viaje a ultramar o de esa procedencia para empresas nacionales. Hay además convenios internacionales que garantizan la operabilidad de todos los sistemas portuarios, precisamente para evitar daños irreparables en el manejo de envíos consignados en la doble instancia de exportaciones e importaciones.
Por la denuncia del Ministro de Minería, queda claro que la Metalúrgica de Vinto registró una pérdida de 6,5 millones de dólares, al interferirse la exportación de 300 toneladas métricas de estaño metálico.
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