Una de las ciudades más al norte de Suecia, Kiruna, será trasladada en su totalidad tres kilómetros para que la minera estatal LKAB pueda seguir perforando la mina de hierro que se encuentra bajo la urbe, la más grande de Europa.
Con más de 18 mil habitantes, la mudanza de la localidad al este tendrá un costo de $us 1.000 millones y tardará 20 años en concretarse.
Para convencer a los vecinos de la mudanza, la empresa ha ofrecido comprar las actuales viviendas con una prima del 25% por encima del precio de mercado o la construcción de una en la nueva localización, además de mantener en pie los edificios históricos en la actual ciudad.
Kiruna no es la primera ciudad del mundo en cambiar de ubicación. La localidad minera de Hibbing, Minnesota, se trasladó en 1921 por el mismo motivo, y otras dos (en EE.UU. y Australia) fueron trasladadas por los riesgos de inundación tras la construcción de una represa.
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