El director del Instituto de Investigaciones Industriales de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Freddy Gutiérrez, calificó este miércoles de acertada la iniciativa para industrializar el litio, emprendida por el gobierno nacional.
“Pienso que es una medida acertada, dado que este proyecto data de muchos años atrás”, manifestó Gutiérrez, añadiendo que se debe realizar un estudio sobre la demanda del mineral no metálico, por la diversidad en su uso y aplicación.
El 10 de mayo, el Gobierno boliviano asumió la decisión de introducir a Bolivia en la era de la industrialización del litio desembolsando para ese fin un aporte inicial de $us 6 millones de dólares, cuyo proyecto será impulsado hasta hacer realidad la intención de exportar litio boliviano al mundo.
“Me imagino que el Gobierno hizo algún estudio, creo que es importante hacer esta explotación ya que contamos con un yacimiento (de litio) que es uno de los más grandes del mundo”, sostuvo.
En ese sentido, también sugirió que el estudio debe tomar en cuenta los posibles impactos ambientales que la industrialización y explotación del litio puede generar.
De acuerdo a Gutiérrez, la Facultad de Ciencias Puras y la Carrera de Ingeniería Química realizaron diversos estudios, trabajos y tesis sobre las utilidades del litio.
“Como Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) siempre estamos con ese afán de seguir investigando más alternativas que pueden darse con el litio (…) pero tiene que haber un estudio de ingeniería, de mercado, analizar precios, ver donde exportar”, dijo Gutiérrez.
El salar de Uyuni es el mayor desierto de sal del mundo con 12.000 kilómetros cuadrados, ubicado a 3.650 metros sobre el nivel del mar y con una cantidad de litio que la ubica como la mayor reserva del mineral a nivel mundial.
El Gobierno, a través de un decreto supremo, autorizó a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) destinar 5 millones 700 mil dólares para crear una instancia que se encargue de la industrialización de los recursos evaporíticos del Salar de Uyuni.
Como consecuencia de ese decreto el Poder Ejecutivo decidió instalar esta planta piloto en el Salar de Uyuni en el plazo de 18 meses y así aprovechar los recursos del litio, para el desarrollo productivo, económico y social del departamento de Potosí.
“Pienso que es una medida acertada, dado que este proyecto data de muchos años atrás”, manifestó Gutiérrez, añadiendo que se debe realizar un estudio sobre la demanda del mineral no metálico, por la diversidad en su uso y aplicación.
El 10 de mayo, el Gobierno boliviano asumió la decisión de introducir a Bolivia en la era de la industrialización del litio desembolsando para ese fin un aporte inicial de $us 6 millones de dólares, cuyo proyecto será impulsado hasta hacer realidad la intención de exportar litio boliviano al mundo.
“Me imagino que el Gobierno hizo algún estudio, creo que es importante hacer esta explotación ya que contamos con un yacimiento (de litio) que es uno de los más grandes del mundo”, sostuvo.
En ese sentido, también sugirió que el estudio debe tomar en cuenta los posibles impactos ambientales que la industrialización y explotación del litio puede generar.
De acuerdo a Gutiérrez, la Facultad de Ciencias Puras y la Carrera de Ingeniería Química realizaron diversos estudios, trabajos y tesis sobre las utilidades del litio.
“Como Universidad Mayor de San Andrés (UMSA) siempre estamos con ese afán de seguir investigando más alternativas que pueden darse con el litio (…) pero tiene que haber un estudio de ingeniería, de mercado, analizar precios, ver donde exportar”, dijo Gutiérrez.
El salar de Uyuni es el mayor desierto de sal del mundo con 12.000 kilómetros cuadrados, ubicado a 3.650 metros sobre el nivel del mar y con una cantidad de litio que la ubica como la mayor reserva del mineral a nivel mundial.
El Gobierno, a través de un decreto supremo, autorizó a la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) destinar 5 millones 700 mil dólares para crear una instancia que se encargue de la industrialización de los recursos evaporíticos del Salar de Uyuni.
Como consecuencia de ese decreto el Poder Ejecutivo decidió instalar esta planta piloto en el Salar de Uyuni en el plazo de 18 meses y así aprovechar los recursos del litio, para el desarrollo productivo, económico y social del departamento de Potosí.
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