Un elemento importante visualizado y explicado en profundidad por el analista Juan Carlos Zuleta, en una nota publicada en El Diario de La Paz, muestra la importancia de la actividad minera en general, como un hecho de relieve al tomar en cuenta la ubicación del departamento de Potosí, como el primer exportador nacional, por la venta de minerales al exterior, dejando en segundo lugar a Santa Cruz que lideraba las exportaciones hasta el primer trimestre del año en curso.
La interesante relación señala además que el distrito oriental desplazó a Tarija del segundo al tercer puesto en exportaciones, sigue La Paz que a su vez desplazó a Oruro a un quinto puesto y en todos los casos con una marcada diferencia de orden porcentual que muestra variantes sustantivas en el comportamiento de las actividades productivas de nuestros distritos.
La explicación del analista tiene que ver con una disminución en la exportación de hidrocarburos, desplazamiento que favorece a la extracción de minerales, cuya exportación en mayor volumen alcanza un interesante porcentaje. De manera concreta se aclara que "cuando se adicionan los valores de exportación de los minerales y compuestos químicos erróneamente clasificados como parte de la actividad económica de exportación - industria manufacturera - y con cifras al primer trimestre de este año, se encuentra que el sector minero metalúrgico alcanza una participación del 47% respecto de las exportaciones totales, en tanto que el sector hidrocarburos solamente llega a un 33% de las ventas totales al extranjero".
La pérdida de ingresos por hidrocarburos se agudizó por la baja de los precios internacionales del petróleo a partir de julio del 2014. Hay que añadir que similar fenómeno se presenta en materia de precios bajos para la minería, que sin embargo repuntan paulatinamente y permiten sostener operaciones con un ajustado equilibrio en los costos de producción. Huanuni soporta la peor parte de la crisis de precios.
En el caso de Potosí y pese a ocupar el lugar de privilegio en exportaciones sobre las que efectuó Santa Cruz, Juan Carlos Zuleta cierra su comentario preguntando "si tiene sentido que a pesar de seguir generando más de un cuarto de las divisas del país, el departamento que más ha aportado al erario nacional… continúa ocupando los últimos lugares en desarrollo humano y siga siendo el furgón de cola político del actual Estado". Una opinión compartida por la generalidad de potosinos.
EL LITIO, UNA ESPERANZA
El distrito de Potosí, realmente es el más privilegiado del país en materia de reservas mineras y las consiguientes operaciones que allí realizan varias empresas internacionales en importantes yacimientos de alto rendimiento, sobresaliendo el caso de las más fuertes inversionistas que disponen de impuestos y regalías para esa región.
Entre las expectativas de explotación de riquezas mineras, está el caso del litio, un megaproyecto que se desarrolla desde hace algún tiempo atrás y que se espera pueda entrar en su fase de producción en el curso de la próxima gestión para entrar en la competencia con los planes de los países vecinos, Argentina y Chile que tienen cierta ventaja en sus avances de industrialización del litio.
La gran esperanza de los potosinos y del país en sí, está justamente en la concreción del proyecto del litio en el salar de Uyuni, el importante reservorio de la materia prima para producir las baterías de ión litio que requerirá una nueva industria automotriz eléctrica y que ya está poniendo a prueba sus modelos pioneros a través del impulso de grandes empresas mundiales.
El litio entonces se observa como la "bendición económica" para el país y por supuesto para Potosí, en cuya jurisdicción se realiza este millonario emprendimiento que recibirá los réditos de una enorme inversión.
Sin embargo, por lo menos en el sentido inicial del proyecto, no todo será brillante como la inmensa blancura del salar, ya que unas estimaciones muy reales que ofrece un especialista en el desarrollo del "proyecto litio", el analista Juan Carlos Zuleta, señala que "aun cuando Bolivia llegara a vender 5.000 toneladas métricas de carbonato de litio por año, al iniciarse el proyecto del salar de Uyuni entre los años 2019 al 2020, el ingreso anual bordearía apenas 75 millones de dólares y el monto de las regalías departamentales para Potosí no llegarían a 1,3 millones de dólares anuales". En la explicación del analista Zuleta, se sumaría más de un millón de dólares en beneficios regionales que dejaría la producción anual oficialmente anunciada de 350 mil toneladas métricas (TM) de cloruro de potasio, por valor adicional de $us 75 millones, con lo que los nuevos ingresos potosinos por recursos evaporíticos hacia el año 2020 no superarían los 2,5 millones de dólares anuales.
En materia de estimaciones es normal que se presenten ciertas contradicciones, tomando en cuenta en cada caso el origen de las informaciones y la seriedad con se manejen particularmente las cifras, para no caer en errores que muestran a los informantes como desinformadores o simplemente como responsables de divulgar notas apartadas de la verdad.
En Potosí y desde hace tiempo se espera que se consolide el proyecto del litio y que su rendimiento se convierta en una fuente de ingresos importantes para generar desarrollo sostenible en ese departamento, hablando de un megaproyecto como la explotación e industrialización del litio, el más caro del país y el que estratégicamente, también debería impulsar el fortalecimiento de la economía nacional.
Sin que se privilegie el futuro de regalías mineras y en función de la magnitud que entraña la extracción, tratamiento e industrialización del litio y sus componentes, se espera un importante ingreso, económicamente saneado, como se perfila la idea de ingresos y desarrollo de proyectos. Para no ir muy lejos en la visión optimista, el analista del tema litio, refiere que "la compleja aplicación de las regalías mineras, en el mejor de los casos su beneficio para Potosí por cada 1.500 millones de dólares anuales, rozaría $us 24 millones al año, después del 2020".
Para unos se cubre algo de la expectativa para recuperar la visión de riqueza de la Villa Imperial, para otros, incluyendo trabajadores mineros, dirigentes cívicos e institucionales, el proyecto debe rendir mucho, pero mucho más.
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