Si hace dos meses los ejecutivos mineros celebraban el hecho de que el cobre lograra su máxima cotización histórica, hoy los ánimos no están para fiestas. Tras el récord de US$ 4,07 del 3 de julio pasado, el cobre ha vivido una seguidilla de jornadas a la baja, aún cuando se mantiene en niveles elevados.
Ayer, en la Bolsa de Metales de Londres el mineral cerró en US$ 3,17 lo que representó una baja de 1,2% en comparación con el cierre del viernes. Ese mismo día, el metal rojo ya había caído 4,65% tras pasar a US$ 3,2 desde los US$ 3,36 del jueves.
Desde el 3 de julio el metal ha bajado nada menos que 22,2% es decir, la depreciación alcanza los US$ 0,9 por libra. Complejo si se tiene en cuenta que por cada centavo que sube el precio del metal, el fisco chileno recibe US$ 35 millones adicionales.
En su informe de la semana pasada, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) apuntó a una situación estacionaria como la responsable de la menor estreches que viven los mercados en general, la que además se demuestra con la acumulación de inventarios que se está produciendo en las bolsas internacionales.
“El mercado menos estrecho se explica en el contexto del debilitamiento estacional de la demanda en el hemisferio norte, con bajos indicios de recuperación de demanda de cobre en China”, dijo Cochilco.
El factor dólar
El director de Cesco, Juan Carlos Guajardo, cree que son las razones financieras las que más están haciendo bajar al cobre y, en particular, el repunte del dólar.
“Hoy sucede que el dólar estadounidense se ha fortalecido, lo que ha hecho que el proceso de cobertura que había favorecido a los commodities se revierta parcialmente”, señala, y agrega que un factor clave en el mercado es el temor que la demanda de China “no vuelva a subir después que se mantuvo baja durante el verano del hemisferio norte y las olimpiadas”.
Sin embargo, su mirada de futuro es optimista. “Siempre es bueno ser cauteloso y mirar los riesgos futuros, pero en base a lo expuesto, creo que el ciclo de precios altos sigue en pie.
El molibdeno también
se transará
En tanto, el tercer producto más exportado por Chile, el molibdeno, comenzará a ser transado en la Bolsa de Metales de Londres, rueda en donde hoy también se transa -entre otros metales- el cobre.
Con nada menos que US$ 4 mil millones anuales en envíos, el comienzo de las transacciones de este metal en la plaza inglesa de valores busca darle una mayor organización al mercado global de éste producto.
Así al menos lo informó ayer la Asociación Internacional del Molibdeno (IMOA) que es presidida por el chileno Víctor Pérez. Representantes de la industria mundial de molibdeno se dieron cita en Chile, para llevar a cabo la vigésima reunión anual de dicho organismo.
El metal cuesta hoy US$ 76 el kilo. Y su producción depende de manera directa de la producción del cobre. Es más, se considera un subproducto del cobre, y se utiliza principalmente en aleaciones de metales. Actualmente cerca de dos tercios de la producción mundial de molibdeno son de Estados Unidos.
Ayer, en la Bolsa de Metales de Londres el mineral cerró en US$ 3,17 lo que representó una baja de 1,2% en comparación con el cierre del viernes. Ese mismo día, el metal rojo ya había caído 4,65% tras pasar a US$ 3,2 desde los US$ 3,36 del jueves.
Desde el 3 de julio el metal ha bajado nada menos que 22,2% es decir, la depreciación alcanza los US$ 0,9 por libra. Complejo si se tiene en cuenta que por cada centavo que sube el precio del metal, el fisco chileno recibe US$ 35 millones adicionales.
En su informe de la semana pasada, la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) apuntó a una situación estacionaria como la responsable de la menor estreches que viven los mercados en general, la que además se demuestra con la acumulación de inventarios que se está produciendo en las bolsas internacionales.
“El mercado menos estrecho se explica en el contexto del debilitamiento estacional de la demanda en el hemisferio norte, con bajos indicios de recuperación de demanda de cobre en China”, dijo Cochilco.
El factor dólar
El director de Cesco, Juan Carlos Guajardo, cree que son las razones financieras las que más están haciendo bajar al cobre y, en particular, el repunte del dólar.
“Hoy sucede que el dólar estadounidense se ha fortalecido, lo que ha hecho que el proceso de cobertura que había favorecido a los commodities se revierta parcialmente”, señala, y agrega que un factor clave en el mercado es el temor que la demanda de China “no vuelva a subir después que se mantuvo baja durante el verano del hemisferio norte y las olimpiadas”.
Sin embargo, su mirada de futuro es optimista. “Siempre es bueno ser cauteloso y mirar los riesgos futuros, pero en base a lo expuesto, creo que el ciclo de precios altos sigue en pie.
El molibdeno también
se transará
En tanto, el tercer producto más exportado por Chile, el molibdeno, comenzará a ser transado en la Bolsa de Metales de Londres, rueda en donde hoy también se transa -entre otros metales- el cobre.
Con nada menos que US$ 4 mil millones anuales en envíos, el comienzo de las transacciones de este metal en la plaza inglesa de valores busca darle una mayor organización al mercado global de éste producto.
Así al menos lo informó ayer la Asociación Internacional del Molibdeno (IMOA) que es presidida por el chileno Víctor Pérez. Representantes de la industria mundial de molibdeno se dieron cita en Chile, para llevar a cabo la vigésima reunión anual de dicho organismo.
El metal cuesta hoy US$ 76 el kilo. Y su producción depende de manera directa de la producción del cobre. Es más, se considera un subproducto del cobre, y se utiliza principalmente en aleaciones de metales. Actualmente cerca de dos tercios de la producción mundial de molibdeno son de Estados Unidos.
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