Cuando han transcurrido 64 años de la creación de la primera empresa estatal minera, estableciendo su denominativo como Corporación Minera de Bolivia y la simplificación en una sigla perdurable como la Comibol, se reitera un compromiso que tiene que ver con los fines originales de la medida, insertos en el texto del Decreto Supremo 31196 dictado el 2 de octubre de 1952 como un anticipo a la nacionalización de las minas que se produjo 29 días después, el 31 del mismo mes de octubre y año.
La parte importante de la medida establece que "la flamante Corporación asumió la dirección en la administración de la industria minera fiscal para cumplir fines específicos como, la prospección, la exploración, explotación, beneficio y comercialización de los importantes yacimientos minerales que encierra el subsuelo nacional".
Entre los justificativos de la medida "se establece que existe un aprovechamiento parcial, defectuoso e inarticulado de la riqueza minera señalando la urgencia de organizar de manera intensa la explotación de todos los recursos mineralógicos del país, para beneficio del pueblo boliviano".
El Decreto Supremo
Con esos argumentos se emitió el decreto que en su "Artículo 1º, señala: "Crease una entidad autónoma con personería jurídica denominada, Corporación Minera de Bolivia que estará en relación con el Poder Ejecutivo por intermedio del Minas y Petróleo". El segundo artículo define el rol de la Comibol, estableciendo que la entidad tendrá por objeto: " a).-Explorar, explotar y beneficiar los minerales de los yacimientos mineros que el Gobierno de la Nación le asigne. b.-) La comercialización y exportación de los productos minerales en ejecución del D.S. 3072 de dos de junio del presente año: c.-) La importación de maquinarias, herramientas, materiales, implementos de trabajo minero y artículos de pulpería tanto para la atención de sus necesidades, como de las del resto de la minería nacional".
El D.S. de creación de la Comibol, en su Art 3º señala claramente que: "El Estado aportará los recursos necesarios para su constitución y funcionamiento". En tanto que el 4to Artículo señala claramente que: "La Corporación Minera de Bolivia podrá constituir sociedades para la mejor explotación de determinadas minas a su cargo, previa autorización del Poder Ejecutivo mediante Resolución Suprema. (R.S.) motivada en cada caso y reteniendo necesariamente el mínimum del cincuenta y uno por ciento (51%) de las acciones emitidas.
Dos artículos más configuran la vigencia y funcionalidad de Comibol, el 5to Art, indica que "La Comibol será manejada por un directorio formado por siete miembros que serán nombrados por el Poder Ejecutivo mediante R.S. Dos de esos miembros serán elegidos de una terna propuesta por la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia. El último Art.- 6to.- Señala que "mientras la Corporación Minera de Bolivia tome a su cargo el monopolio de rescate y la comercialización de minerales a que se refieren los Artículos b) y c) del Art.- 2 El Banco Minero de Bolivia continuará ejerciendo esas funciones.
La buena idea
Sin lugar a dudas, fue una buena idea la creación de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), con la intención de contar con "un organismo adecuadamente especializado, en el cual se centralice la dirección y administración de la industria minera fiscal y que se ocupe de la prospección, exploración, explotación, beneficio y comercialización de los importantes yacimientos minerales que encierra el subsuelo patrio, centro de un plan general y racional técnicamente elaborado".
Según los analistas, retrocediendo en el tiempo y ubicándose en la actualidad, hay que reconocer que 64 años antes se pensó positivamente en función de generar un desarrollo apropiado de la actividad minera, ordenándola y proporcionándole las condiciones apropiadas para que este recurso natural sirva a los fines de generar empleos, producir utilidades, diversificar las áreas de explotación, avanzar hacia la industrialización de nuestros recursos mineros y mejorar las condiciones de su exportación con valor agregado y mejores ingresos para el TGN, pero también vía regalías para las comunidades donde se produce la extracción de minerales.
Ésta celebración de un año más de la Comibol, pudo ser propicia para presentarla completamente renovada, reestructurada como corresponde a su jerarquía y a la obligación de enmarcarse en buena parte del Decreto de su creación. Necesita un equipo superior altamente profesional, para cumplir la "buena idea de sus responsabilidades", actualizando algunas, apropiándolas al tiempo presente.
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