Se informó recientemente que el ministerio de minería oficializará la posibilidad de construir una planta fundidora de concentrados de zinc, en las instalaciones interiores de la Metalúrgica de Vinto, para lo que se dispondrá de un financiamiento consistente en 290 millones de dólares, a objeto de concretar el proyecto y diversificar el sistema productivo de la fundición orureña.
La información preliminar corresponde al presidente de la brigada parlamentaria, Gonzalo Choquehuanca, quien anunció la visita del ministro de minería César Navarro, para hacer conocer los detalles del proyecto, financiamiento, tiempo de ejecución y las perspectivas de su producción y comercialización.
En realidad podría ser la confirmación de un anuncio que se espera desde hace más de dos años, cuando el propio mandatario anunció la construcción de dos plantas de zinc, una en Oruro y la otra en Potosí, aprobándose entonces un financiamiento de 500 millones de dólares. Se presumía ese monto divisible entre los dos proyectos. El informe del parlamentario orureño, refiere una inversión de 290 millones de dólares, posiblemente con ajuste actualizado de las cuentas.
El proyecto de las plantas de zinc es parte de una estrategia para impulsar y fortalecer el desarrollo regional, priorizando las alternativas que tienen que ver con la transformación de nuestras materias primas, dándoles valor agregado para mejorar el precio de su exportación, pero también para posibilitar su uso en las industrias derivadas que necesitan de ese material, es decir que se abren muchas posibilidades cuando se trata de encarar la diversificación productiva, que también asegura fuentes de empleo seguro y una ampliación de los ingresos económicos para el Estado y para la región.
Toda promesa es deuda y esta hay que pagarla, en el caso de la planta de zinc, lo que se espera es que comience cuanto antes su construcción, sin dudar que en la Metalúrgica de Vinto se adoptarán las previsiones del caso para implementar la refinadora de zinc, un anuncio que también lo formuló hace tiempo atrás el principal ejecutivo de la metalúrgica, anticipándose a la versión parlamentaria que complementaría la seriedad de avanzar en tan importante proyecto. Descontando el tiempo perdido, se estima que en los próximos tres años estará la planta en funcionamiento.
Un detalle que debe ser tomado en cuenta por los promotores del proyecto, es asegurar la futura y permanente provisión de materia prima, zinc que se necesitará en grandes cantidades para cumplir los fines de alto rendimiento productivo. Hay que tomar en cuenta que Colquiri que produce zinc, lo hará para su propia planta fundidora, se espera que los planes de diversificación en Huanuni y otros distritos aseguren esa dotación de concentrados para la nueva planta de zinc en Oruro.
La Planta de Colquiri
En el caso de la planta de tratamiento y concentración de minerales de zinc y estaño que se instalará en Colquiri, las cosas avanzarán con mayor rapidez, toda vez que ya se adoptaron algunas previsiones para su instalación y se prevé que la misma generará una utilidad de 40 millones de dólares anualmente.
La planta de Colquiri demandará una inversión de 75,8 millones de dólares y su infraestructura le permitirá procesar 2.000 toneladas por día (TPD) de concentrados.
Actualmente Colquiri es el centro minero estatal de mejor rendimiento, no tiene pérdidas y en los nueves meses pasados logró una utilidad de 9,4 millones de dólares y se espera que hasta fines de la presente gestión, el beneficio alcanzará a los 12,9 millones de dólares, aprovechando un leve incremento en los precios internacionales de minerales.
Un beneficio adicional que tendrá la nueva planta de Colquiri, es que duplicará la producción de concentrados de minerales. Actualmente Colquiri produce 350 toneladas métricas finas (TMF) de estaño y 1.500 TMF de zinc. Parte de ese material se dispondrá para alimentar el horno Ausmelt de Vinto, mejorando su producción y rendimiento. Lo que tranquiliza a los ejecutivos, dirigentes y trabajadores de Colquiri es que estudios técnicos especializados realizados por la unidad especializada de la Universidad Técnica de Oruro, certifican que las reservas mineras del importante centro están aseguradas en una perspectiva de 30 años más, garantizándose estabilidad productiva y fuentes de empleo.
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