Una de las mayores preocupaciones en el ámbito minero, es la demora en disponer medidas de cumplimiento urgente para desarrollar planes de prospección y exploración minera para reemplazar paulatinamente los que están propiamente agotados y con un tiempo ya marcado de supervivencia productiva, pues algunas de nuestras minas (estatales) nos entregan sus riquezas desde tiempos de la Colonia, como lo señalan profesionales y empresarios del sector.
El problema de los precios internacionales influyó notoriamente en los procesos productivos que disminuyeron en volúmenes de extracción y en la generación de recursos al bajar simultáneamente los ingresos para el Estado y las regalías para las regiones, lo que debe inducir a las autoridades del área minera a buscar con la mayor celeridad nuevos yacimientos, que aseguren proyectos de envergadura para encarar una nueva minería.
Ciertamente el problema no es tan simple, pues se requiere principalmente de un buen soporte financiero que permita trabajar en la proyección de establecer nuevas fuentes de empleo y empresas mineras rendidoras que utilizando moderna tecnología compitan con emprendimientos que se realizan en países vecinos gracias a las condiciones favorables para la atracción de capitales, una forma muy práctica para dinamizar ésta actividad en el país, considerada de momento como la segunda fuente de sustento de la economía nacional.
Se insiste en la necesidad de establecer una política minera renovada, pero aún no se dan las condiciones para operativizar este proyecto debido a que está faltando una dirección superior, debidamente estructurada para movilizar todos los elementos necesarios que muevan la pesada maquinaria productiva de la minería y la metalurgia, esa dirección que debe encomendarse a la Comibol.
Sin embargo y mientras en el orden interno se trabaja en la reestructuración de la estatal minera, han surgido propuestas interesantes de nivel externo, tratando de incluirse entre las que desean explorar y explotar nuestros recursos mineros.
Un leve ascenso en los precios y la "imagen país" con seguridades de solvencia financiera, inducen a empresas y gobiernos incluso del otro lado del mundo a plantear sus ofertas de incursionar con inversiones en proyectos mineros.
LAS OFERTAS LLEGAN
Una de esas empresas envió sus delegados para que se contacten con las autoridades nacionales con el fin de "explorar oportunidades de inversión en diferentes áreas, especialmente en minería". Se trata de la compañía australiana Fortescue Metals Group (FMG), que ya sostuvieron encuentros con los ministros de minería y planificación, para definir áreas de interés comercial, abriéndose opciones hacia la explotación de oro, litio, potasio, cobre y otros. Hay que indicar que la FMG, es considerada la cuarta más grande del mundo en la explotación de hierro y níquel en su país de origen, Australia.
Por otro lado, el Banco Nacional de Kuwait, oficializó ante nuestro gobierno su interés en otorgar a Bolivia financiamiento para proyectos de infraestructura en los rubros de salud, educación y caminos y otros vinculados al plan de desarrollo en el que se consignan proyectos productivos en hidrocarburos y minería.
Por otra parte, el ministro de planificación y desarrollo, René Orellana, confirmó que tras la conferencia de promoción que se realizó en Nueva York, se logró la firma de un contrato entre la Corporación Minera de Bolivia y una compañía canadiense - que no identificó - para impulsar un importante proyecto del sector minero.
Lo importante ahora es que no se pierda la oportunidad de concretar convenios, evaluando y aprovechando las mejores opciones, para dar un paso importante en la parte más crítica de los emprendimientos mineros, financiar los programas de prospección y exploración. La premura para trabajar en el tema debe ser motivo de reclamar el reglamento a la Ley Minera, y paralelamente aprobar una política sectorial, otorgándole a Comibol, las condiciones legales para esa finalidad.
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