PARTE 2
El componente insoslayable para estas centrales nucleares como materias primas son el uranio, el litio, el torio, el tantalio, y la columbita o niobita. Bolivia cuenta con estos recursos, en cada uno de los departamentos.
No deseo referirme a este caso novedoso de las centrales nucleares a introducir un cambio en el proceso minero de minerales radiactivos porque estoy seguro de que, en el país, se tiene un criterio bien formado sobre este tema y solo recordar en parte todo un plan, toda una proyección, toda una empresa y toda una política encarnada a la esperanza del pueblo orureño refiriéndome a Coboen toda una obra llamada Comisión Boliviana de Energía Nuclear que, en 1972, ya procesó minerales uraníferos de las zonas de Huancarani, Tholapalca, Wichaylupi, Sevaruyo, Cerro Pahua y La Amistad, obteniéndose el apetitoso "Yellow-Cake"U3O8, materia prima llamada combustible nuclear para las plantas nucleares y la posterior generación de energía núcleo eléctrica.
En efecto, debemos tomar medidas trascendentales para el futuro orureño, con una política de estado definida y configurada y ejercer, con capacidad autónoma, la explotación de estos recursos.
Inicialmente, se debe canalizar y transferir recursos hacia una inversión minera de un alto contenido tecnológico como son las Centrales Nucleares acondicionadas a la generación de energía eléctrica. Recordemos que el Acuerdo de Cartagena y el Pacto Andino han relegado al país, en su momento, en el desarrollo de este importante sector minero con una política económica equivocada imponiéndonos un costo económico crítico y peligroso cuando el sector minero necesitaba el apoyo más grande para sacarlo de su postración y no ser dependiente de un mercado artificial y de regulaciones de costos sociales altísimos que repercutieron en nuestra población.
Hagamos de la energía nuclear una alternativa ya no teórica más bien una estratégica de desarrollo que transforme a Oruro en sociedades modernas que el orureño y el boliviano en general sume niveles de bienestar a una realidad económica armónica y equilibrada con capacidad propia y firme en la toma de decisiones.
Las centrales nucleares de Fisión a partir de nuestros recursos de minerales de Uranio, como país pacifista, si bien crean un segundo elemento como lo es el Plutonio no deben considerarse que seamos un país armamentista. El uso de estos recursos estará dirigido íntimamente a variables pertinentes para apoyar a la medicina nuclear, actividades tales como la ganadera, agrícola, siderúrgica de fundiciones y a la industria en general.
Estando postergados por el enclaustramiento territorial, daríamos un salto histórico hacia el crecimiento y bienestar enfrentando con nuestra potencialidad minera al atraso empírico, mecanizado, parcialmente automatizado y sin el mayor indicio cibernético al proceso de desarrollo nuclear y múltiple.
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