La economía chilena crecerá este año 1,7%, según las perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dos décimas más de lo que la organización había augurado en su anterior informe publicado en junio. Pero la sorpresa vino con las proyecciones para 2017, para cuando espera un crecimiento de 2,5%, mientras que dio por vez primera su pronóstico para 2018, que situó en el 2,6%.
En su nuevo informe semestral de perspectivas, la organización que agrupa a las economías más desarrolladas del planeta señaló que a partir del año próximo desaparecerán los frenos que han contenido la economía chilena este año, como la caída de los precios de las materias primas y de la demanda externa.
Esa mejora en las ventas impulsará la inversión y el consumo interno, lo que estimulará la economía y hará disminuir la tasa de paro, que para este año se prevé que acabe en 6,5%, para pasar a 6,4% en 2017 y 6,2% al año siguiente.
En particular, la OCDE indicó que la economía china y la de los vecinos latinoamericanos o unas condiciones financieras mundiales volátiles podrían incidir en la demanda externa.
Trump motoriza a las economías más importantes del mundo.
El PIB del mundo ahora se expandirá 3,3% el año próximo, por encima del 0,1 punto porcentual estimado en el pronóstico de septiembre, y espera 3,6% en 2018, lo que constituye el ritmo más rápido desde 2011.
El Índice S&P 500 subió a un nivel máximo y los rendimientos de los bonos aumentaron desde que Trump ganó la elección estadounidense el 8 de noviembre. Las promesas del presidente electo de gastar en infraestructura y de recortar impuestos deberían incrementar la demanda en EEUU, estimulando las inversiones y dando impulso al conjunto de la producción una vez que asuma el cargo en enero.
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