Al menos dos muertos y ocho heridos es el saldo de los enfrentamientos en la mina Santa María (Oruro) entre campesinos de la comunidad Puna Huaylluma de la provincia Bolívar (Cochabamba) y ex cooperativistas de Huanuni. Los hechos ocurrieron el martes 25.
Unos 120 ex cooperativistas fueron contratados por la empresa Sociedad Minera del Centro (Comicen), concesionaria del yacimiento, y, según el abogado de esta compañía, Willy Blacutt, retomaron posesión del distrito minero el lunes a las 04.00.
El representante legal de la empresa explicó que decidieron volver a operar porque, tras ser expulsados por los campesinos el 16 de julio de 2007, presentaron un amparo administrativo minero ante la Superintendencia del sector, que salió a su favor y en el que se instruye su retorno.
La ocupación del lunes, según dijo, fue pacífica. Sin embargo, el martes, los ex cooperativistas de Huanuni fueron atacados por los campesinos, quienes portaban dinamitas y armas de fuego.
Boris Mollinedo, uno de los ex mineros de Huanuni, relató que fueron hostigados por los originarios y aproximadamente a las 15.00 del martes huyeron del lugar como pudieron porque les dispararon y les apedrearon. Sin embargo, su padre, Eloy Mollinedo (62), no corrió la misma suerte, fue capturado por los campesinos y no pudo hacer nada para salvarlo. “Yo también iba a ser víctima de esos gerrilleros”. Los restos de su progenitor fueron rescatados ayer a cinco kilómetros del cerro Santa María y fueron trasladados a la plaza 10 de Febrero de Oruro.
“Le han destrozado el rostro con una piedra grande, le han machucado los dedos”, retrató Lucio Lazo, quien fue parte de la comitiva que salvó el cadáver.
Mollinedo dijo que él y cuatro de sus compañeros arriesgaron su vida para recuperar el cuerpo de su papá, pues ni la Policía, ni las autoridades de la Prefectura aceptaron acompañarles.
“Talvez mi papá iba a vivir, no había quien vaya al lugar y la gente no dejaba ingresar”, aseguró Soledad, hija menor del difunto.
Ayer en la noche también llegó a la plaza 10 de Febrero el cadáver de José Ordoñez Ramos (55). Con lágrimas en los ojos su esposa, María Macías, explicó que el cuerpo “está totalmente martirizado, parece que con picota le han medito en su cabeza, no tiene sano su cuerpo. Su cadera está quedrada, está totalmente destrozado”.
Ordoñez deja en la orfandad a cinco menores de entre 4 y 15 años. Macías también reclamó porque las autoridades policiales y de la Prefectura no fueron a rescatar a las personas capturadas.
Lazo dijo que incluso la empresa ofreció cuatro flotas para que personal del gobierno departamental vaya al lugar.
Mollinedo aseguró que de las 120 personas que fueron al lugar aún falta conocer la situación de 23, que están desaparecidos.
Lazo explicó que aceptaron la oferta de trabajo de Comicen porque, desde la nacionalización del cerro Posokoni de Huanuni, no tienen qué dar de comer a sus hijos. “Evo Morales dijo que no iban a haber analfabetos, pero nuestros hijos no están estudiando, van a ser analfabetos, no tenemos trabajo para hacerles estudiar”.
Sostuvo que fueron a operar en una concensión privada y no a quitar sus tierras a los campesinos.
La Fiscal Cila Terán de Oruro informó que inspeccionaron el lugar el martes y que encontraron a personas portando armas. “Los hemos traido para darles una citación para que se presenten a las investigaciones”.
Sin embargo, Mollinedo explicó que esos sujetos que tenían dinaminas fueron capturados por ellos y entregados a la Fiscalía.
Alberto Lenz, comandante de la Policía de Oruro, dijo que se incautó 2 fusiles mauser, 4 rifles y 18 cartuchos de dinamita.
Heridos
Las personas que resultaron heridas son: Rubén Ramírez (30); Erminio Mollinedo (51).
Además de Filomenio Talahuara Mendoza (29), Eugenio Acarapi (45) y Julio Copa (50).
Se suman Tomás Álvaro Achacollo (61), Rosaldo Acaparpi (43) y Julio Villalpando (34).
Estas personas fueron internadas en la clínica Urme de la ciudad de Oruro.
Los muertos fueron velados desde ayer en la plaza 10 de febrero de la capital del folklore.
Los familiares claman justicia y acusan a las autoridades de no actuar con prontitud.
Testimonios
Filomeno Tallahuara
Herido
“El ingeniero (de la empresa Comicen) me dijo hay que llevar 20 personas a la mina para que entren a trabajar y sacar el mineral, yo dije ya, pero el ingeniero no nos dijo que en el sector habían campesinos. Fui allá, pero ellos han venido a atacarnos con sus pistolas, mausers, dinamitas y otros con piedra. Me han agarrado, nos han dado con piedras y también patadas. Había un río y me botaron hacia abajo, mi carro no sé en que estado está, vi que rompieron los vidrios, no se si estará ahí o se lo habran llevado. Perdí todo”.
Rosaldo Acarapi
Herido
“Nos han dado con warakas nos han echo escapar, nos han baleado con armas. Estaba escapando, pero me han pillado, me han agarrado, con piedras me han dado y me salió harta sangre. Me he rogado grave, ya no me hagan papitos así. Pero me han respondido para que vienes aquí, vas a morir. Con una piedra de unos 60 kilos me querían arrojar, matar. Si voy a morir ni modo dije, harta sangre ha salido, con piedras me han agujereado mi cabeza y me han suturado, mi costilla está quebrado. Esto ha debido pasar a las 17.00”.
Antonio Acarapi
Herido
“Nosotros somos cooperativistas, trabajabamos en Huanuni. El lunes en la mañana entramos con policías al lugar. Nos ubicamos al frente de la mina, nos hemos instalado por secciones. Ese día no había nada, los campesinos se han ido al ver que estábamos con la Policía, han escapado. El martes primero aparecieron cinco personas y luego de a poco se han reunido varias personas, unas 150 eran. Desde la pampa nos han botado con dinamita y con sus armas de fuego nos han atacado y disparado y era preferible escaparse a morir. Ahí han aprovechado para capturar a los compañeros y los han torturado”.
Unos 120 ex cooperativistas fueron contratados por la empresa Sociedad Minera del Centro (Comicen), concesionaria del yacimiento, y, según el abogado de esta compañía, Willy Blacutt, retomaron posesión del distrito minero el lunes a las 04.00.
El representante legal de la empresa explicó que decidieron volver a operar porque, tras ser expulsados por los campesinos el 16 de julio de 2007, presentaron un amparo administrativo minero ante la Superintendencia del sector, que salió a su favor y en el que se instruye su retorno.
La ocupación del lunes, según dijo, fue pacífica. Sin embargo, el martes, los ex cooperativistas de Huanuni fueron atacados por los campesinos, quienes portaban dinamitas y armas de fuego.
Boris Mollinedo, uno de los ex mineros de Huanuni, relató que fueron hostigados por los originarios y aproximadamente a las 15.00 del martes huyeron del lugar como pudieron porque les dispararon y les apedrearon. Sin embargo, su padre, Eloy Mollinedo (62), no corrió la misma suerte, fue capturado por los campesinos y no pudo hacer nada para salvarlo. “Yo también iba a ser víctima de esos gerrilleros”. Los restos de su progenitor fueron rescatados ayer a cinco kilómetros del cerro Santa María y fueron trasladados a la plaza 10 de Febrero de Oruro.
“Le han destrozado el rostro con una piedra grande, le han machucado los dedos”, retrató Lucio Lazo, quien fue parte de la comitiva que salvó el cadáver.
Mollinedo dijo que él y cuatro de sus compañeros arriesgaron su vida para recuperar el cuerpo de su papá, pues ni la Policía, ni las autoridades de la Prefectura aceptaron acompañarles.
“Talvez mi papá iba a vivir, no había quien vaya al lugar y la gente no dejaba ingresar”, aseguró Soledad, hija menor del difunto.
Ayer en la noche también llegó a la plaza 10 de Febrero el cadáver de José Ordoñez Ramos (55). Con lágrimas en los ojos su esposa, María Macías, explicó que el cuerpo “está totalmente martirizado, parece que con picota le han medito en su cabeza, no tiene sano su cuerpo. Su cadera está quedrada, está totalmente destrozado”.
Ordoñez deja en la orfandad a cinco menores de entre 4 y 15 años. Macías también reclamó porque las autoridades policiales y de la Prefectura no fueron a rescatar a las personas capturadas.
Lazo dijo que incluso la empresa ofreció cuatro flotas para que personal del gobierno departamental vaya al lugar.
Mollinedo aseguró que de las 120 personas que fueron al lugar aún falta conocer la situación de 23, que están desaparecidos.
Lazo explicó que aceptaron la oferta de trabajo de Comicen porque, desde la nacionalización del cerro Posokoni de Huanuni, no tienen qué dar de comer a sus hijos. “Evo Morales dijo que no iban a haber analfabetos, pero nuestros hijos no están estudiando, van a ser analfabetos, no tenemos trabajo para hacerles estudiar”.
Sostuvo que fueron a operar en una concensión privada y no a quitar sus tierras a los campesinos.
La Fiscal Cila Terán de Oruro informó que inspeccionaron el lugar el martes y que encontraron a personas portando armas. “Los hemos traido para darles una citación para que se presenten a las investigaciones”.
Sin embargo, Mollinedo explicó que esos sujetos que tenían dinaminas fueron capturados por ellos y entregados a la Fiscalía.
Alberto Lenz, comandante de la Policía de Oruro, dijo que se incautó 2 fusiles mauser, 4 rifles y 18 cartuchos de dinamita.
Heridos
Las personas que resultaron heridas son: Rubén Ramírez (30); Erminio Mollinedo (51).
Además de Filomenio Talahuara Mendoza (29), Eugenio Acarapi (45) y Julio Copa (50).
Se suman Tomás Álvaro Achacollo (61), Rosaldo Acaparpi (43) y Julio Villalpando (34).
Estas personas fueron internadas en la clínica Urme de la ciudad de Oruro.
Los muertos fueron velados desde ayer en la plaza 10 de febrero de la capital del folklore.
Los familiares claman justicia y acusan a las autoridades de no actuar con prontitud.
Testimonios
Filomeno Tallahuara
Herido
“El ingeniero (de la empresa Comicen) me dijo hay que llevar 20 personas a la mina para que entren a trabajar y sacar el mineral, yo dije ya, pero el ingeniero no nos dijo que en el sector habían campesinos. Fui allá, pero ellos han venido a atacarnos con sus pistolas, mausers, dinamitas y otros con piedra. Me han agarrado, nos han dado con piedras y también patadas. Había un río y me botaron hacia abajo, mi carro no sé en que estado está, vi que rompieron los vidrios, no se si estará ahí o se lo habran llevado. Perdí todo”.
Rosaldo Acarapi
Herido
“Nos han dado con warakas nos han echo escapar, nos han baleado con armas. Estaba escapando, pero me han pillado, me han agarrado, con piedras me han dado y me salió harta sangre. Me he rogado grave, ya no me hagan papitos así. Pero me han respondido para que vienes aquí, vas a morir. Con una piedra de unos 60 kilos me querían arrojar, matar. Si voy a morir ni modo dije, harta sangre ha salido, con piedras me han agujereado mi cabeza y me han suturado, mi costilla está quebrado. Esto ha debido pasar a las 17.00”.
Antonio Acarapi
Herido
“Nosotros somos cooperativistas, trabajabamos en Huanuni. El lunes en la mañana entramos con policías al lugar. Nos ubicamos al frente de la mina, nos hemos instalado por secciones. Ese día no había nada, los campesinos se han ido al ver que estábamos con la Policía, han escapado. El martes primero aparecieron cinco personas y luego de a poco se han reunido varias personas, unas 150 eran. Desde la pampa nos han botado con dinamita y con sus armas de fuego nos han atacado y disparado y era preferible escaparse a morir. Ahí han aprovechado para capturar a los compañeros y los han torturado”.
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