El ministro Luis Alberto Echazú precisa que el sector privado prevé invertir $us 244 millones; en riesgos compartidos, se calcula otros $us 112,3 millones y la inversión estatal será de $us 53,9 millones. Los cambios a las normas preocupan a las compañías.
Las perspectivas para el sector minero son prometedoras, puesto que para este año, las inversiones en esa actividad desde las áreas privada, mixta y estatal ascenderán a $us 410,2 millones, según informa el Ministerio de Minería.
En los dos últimos años, la minería en el país ha recobrado el protagonismo perdido a mediados de los 80 por la caída de los precios de los minerales. Hoy, la tendencia se ha revertido, ya que, por la creciente demanda de las economías emergentes, las cotizaciones han vuelto a alcanzar niveles récord.
Así, la actividad minera volvió a posicionarse en el segundo puesto en exportaciones, con $us 809,9 millones hasta octubre del 2007.
Mientras, hacia el primer trimestre del año pasado, la inversión en este rubro se constituyó en el motor que hizo crecer a la inversión extranjera que capta el país, con el 81% ($us 94,5 millones de 116,6 millones) del total captado.
Según un reporte del Banco Central de Bolivia (BCB), entre enero y septiembre, las inversiones extranjeras en minería habían llegado a $us 206,4 millones.
“El gran total del sector minero (en inversiones) son $us 410,2 millones para el 2008. Ojalá que se concrete todo”, afirma el ministro de Minería, Luis Alberto Echazú.
En el caso de los emprendimientos privados, Echazú detalla que la inversión será de $us 244 millones. Una de las empresas que colocará capital en el rubro minero nacional es la empresa canadiense Apogee Minerals, con 65 millones de dólares que se concentrarán en Pulacayo y en Mina Paca.
Luego, está la inversión de la empresa india Jindal Steel & Power Limited (JSPL), prevista para el segundo semestre del año. En su reciente visita al país, el presidente de la compañía, Naveen Jindal, indicó que este año se invertirán entre $us 250 a 300 millones. “Un poco más moderadamente, pienso que Jindal puede invertir unos $us 100 a 120 millones en el segundo semestre del año”, dice Echazú.
Según el detalle brindado por la autoridad, la Minera San Cristóbal, subsidiaria de la estadounidense Apex Silver y de la japonesa Sumitomo, prevé invertir $us 20 millones. Mientras, la empresa estadounidense Coeur D\'Elaine, cuya representante en Bolivia es Manquiri —del proyecto San Bartolomé en el Cerro Rico de Potosí— colocará dos millones de dólares.
La compañía Sinchi Wayra, subsidiaria de la suiza Glencore, invertirá $us 6,15 millones en Porco, $us 2,2 millones en Colquiri y $us 3,4 millones en otros proyectos.
Otros dos emprendimientos privados completan la lista con un total de 32 millones de dólares.
Luis Alberto Echazú señala que también habrá inversiones en riesgo compartido, por un total de $us 112,3 millones. La autoridad precisa que en la mina Bolívar se invertirán $us 17 millones y otros $us 25 millones en San Vicente.
A ellas se sumaría la empresa Atlas Precious Metals, con $us 70 millones que se invertirán en Karachipampa. Aunque, Echazú aclara que esta inversión está sujeta a la firma del contrato con la compañía y a la correspondiente entrega de la boleta de garantía.
Finalmente, están las inversiones estatales, que sumarán $us 53,9 millones. Algunos de los proyectos mencionados por el Ministro de Minería, que estarían contemplados en la cifra son Corocoro, con $us 8,7 millones; relaves San Miguel, con $us 11,3 millones y 15 millones de dólares más en la Empresa Metalúrgica Vinto.
No obstante, existen tres temas que preocupan a las empresas mineras que operan en el país. Para la minera San Cristóbal, “las limitantes más preocupantes son de orden impositivo y político”. En respuesta a un cuestionario enviado por este medio, la compañía precisa que el proyecto se elaboró en base a políticas impositivas que hoy serán cambiadas. “De concretarse estos cambios, la viabilidad del proyecto estaría en riesgo”.
Con esta preocupación coincide la Asociación Nacional de Mineros Medianos. Marco Calderón, secretario general de la entidad, indica que el proyecto para modificar los tributos mineros vuelve al país menos atractivo para la inversión. Agrega que otro tema preocupante es la inseguridad de los emprendimientos privados ante las recurrentes tomas de minas por parte de comunarios.
A San Cristóbal también le preocupan los cambios que introduce el nuevo texto constitucional.
El proyecto para reactivar Corocoro
Hidrometalúrgico
El Proyecto Hidrometalúrgico de Cobre Corocoro fue planificado en dos etapas. En la primera fase del plan, se apunta a beneficiarse del cobre contenido en las colas y relaves acumulados desde hace más de 30 años, como desechos de la concentración de los minerales mixtos de cobre en la planta de flotación “Lequelequeni”.
2a etapa
La segunda etapa está proyectada para beneficiarse de los minerales que se explotarán a cielo abierto (open pit) del yacimiento cuprífero de la mina de Corocoro. La cantidad de minerales a explotarse dependerá de los estudios de prospección y exploración. De esta etapa se encargará la coreana Kores.
Socio
Corea del Sur y Bolivia emprenderán un joint-venture (riesgo compartido) en el proyecto. El país asiático cuenta con la segunda mayor refinería de cobre del mundo. El año pasado, Corea invirtió $us 639 millones en la explotación de minerales en el extranjero. El 2006 fueron $us 186 millones.
Puntos de vista
“Hablar de Corocoro, Karachipampa y Matilde es como un viaje al pasado”
DIONISIO GARZÓN. Ex ministro de Minería.
“Corocoro, Karachipampa y Matilde, más que proyectos mineros, son caros anhelos del pueblo boliviano y el mencionarlos parece un viaje al pasado. El proyecto de Corocoro llegó a etapas de prefactibilidad en los años 80, con resultados no muy alentadores para implementar una operación a cielo abierto. Entonces, sobrecoge la incertidumbre cuando se pretende actualizarlo. (...) La mina tenía una reserva remanente de 688.554 toneladas con 1,65% de cobre y tenía colas y relaves de 749.221 toneladas con 0,62% de cobre. ¿Será de largo aliento generar un proyecto para producir 3.500 toneladas de cobre electrolítico al año con este nivel de reservas? (...) Lo mismo se puede decir de Matilde, una famosa mina de zinc ya agotada, cuya exploración para encontrar otras estructuras mineralizadas o la continuidad de las ya explotadas, tuvo resultados negativos. También la infructuosa tentativa de producir zinc metálico en Karachipampa, por las características técnicas de la planta, la difícil ecuación de suministro de materia prima adecuada, las políticas de comercialización de concentrados y la adecuación tecnológica necesaria. En cuanto a proyectos generados por el sector privado, difícilmente seguirán desarrollándose en las actuales condiciones del país y de las nuevas normas”.
“Hay que preguntarse, por qué desde hace tiempo no llegan las inversiones”
JORGE ESPINOZA. Ex ministro de Minería.
“La única inversión que se va a hacer en minería es el Mutún. No hay ningún otro proyecto grande, lo cual es muy delicado porque como en minería todos los últimos proyectos han tenido un tiempo de maduración de más de 10 años —como San Cristóbal y San Bartolomé— ha de ser duro, pero no vamos a tener una mina nueva de importancia en los próximos 10 años. Si incluso cambiara la situación y alguien decide invertir este año, tomará por lo menos unos 10 años. Y ni siquiera tenemos algo como proyecto. (...) Las inversiones no están viniendo desde hace un tiempo porque tenemos un problema en el aspecto social: las invasiones a las minas, el cambio de las reglas de juego, que empezó con lo del litio. Lo de las tomas de minas se ha acentuado con este Gobierno y, además, ha continuado el cambio de reglas. porque ahora el nuevo sistema impositivo es bastante duro, que está entre los más altos en el mundo. Si con el Código de Minería, que establecía condiciones ventajosas para la inversión, no se han atraído inversiones mineras, es de suponer que ahora que ha cambiado la parte impositiva y que tenemos más problemas sociales, hade ser mucho más difícil. Pero si no han venido desde hace tiempo hay que preguntarse por qué (...). Hay que definir cuál es la realidad de nuestros recursos mineros”.