La actividad productiva de la minería nacional se desarrolla desde hace tiempo bajo ciertas condiciones calificadas como "rutinarias" por los expertos que no tienen nada nuevo que resaltar como innovación en los sectores mineros, pues la falta de incentivos, por una parte, la inseguridad vigente en otro sector, la indefinición en una urgente reestructuración de la Comibol, y de manera global la carencia de una política minera, hacen que este importante sector productivo siga siendo un "soporte coyuntural" en la estructura de nuestra economía, cuando en realidad tendría que estar a la par de la producción de hidrocarburos y el gas, sustentando el desarrollo sostenible del país.
En el transcurso del último tiempo es realmente preocupante la ausencia de proyectos mineros renovables que estén listos para sustituir a los desgastados y viejos yacimientos tradicionales, pero sobre todo que se incorporen como una fuerza renovada en la creación de fuentes de empleo que sean parte de miles de soluciones sociales, bajo alternativas de seguridad jurídica, respeto a la propiedad privada y que además permitan avanzar en la industrialización del sector minero, para diversificar la instalación de nuevas empresas que produzcan los materiales que ahora importamos de mercados vecinos.
Pero el asunto no es tan simple si no se disponen medidas correctivas, como por ejemplo sugiere un experto en minería, ex ministro del ramo y analista de la materia, al sugerir un retorno al sistema de concesiones de áreas mineras pero con la obligación de realizar trabajos en las mismas dentro las posibilidades reales de exploración y explotación. Tomar en cuenta que si bien el Art 99 de la Ley 535, señala que el Estado garantiza la seguridad jurídica de las inversiones en minería, cuyos titulares exigen plena y efectiva protección frente a reacciones hostiles de personas que se oponen a la minería y que alteran los derechos mineros reconocidos. La exigencia es nada más que seguridad jurídica para trabajar en minería.
Se sugiere también la vigencia de un sistema tributario estable y competitivo en relación a sistemas de países vecinos para poder atraer capitales externos y que las empresas inversionistas no sean objeto de cobros irregulares vía impositiva o deducciones arbitrarias en el manejo de cuentas. Se sugiere además que en nuevas operaciones, como sucede en otros países, la regalía deberá pagarse sobre el valor neto de venta, descontando gastos de fundición y refinación, para hacer equitativa la vigencia de regalías.
Son algunas sugerencias que aplicadas correctamente, podrían abrir el interés de inversionistas mineros, en todos los sectores, dependiendo del fiel cumplimiento de las normas vigentes en la CPE y en la Ley Minera 535.
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