viernes, 7 de abril de 2017

La minería un factor determinante que apoya el crecimiento nacional

La información proporcionada por el Ministro de Economía y Finanzas Públicas resulta alentadora para un sector como la minería que entra abiertamente en la competencia con otros como el sistema financiero y la construcción, en la medida de ser parte del crecimiento de la economía boliviana, aspecto que se verificó en el tercer trimestre del año en curso, mostrando niveles de expansión mucho mayores a los registrados en igual periodo de la pasada gestión.

Tal información se complementa con otra al señalar que el Órgano Ejecutivo prevé que el crecimiento del país este año será de 4,7%, en tanto que tal índice del 2016 será oficializado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la presente semana y confirmaría el porcentaje ya anticipado de 4,3%.

A nivel oficial se informa que entre enero y marzo de este año, "la demanda interna sigue siendo el motor del crecimiento económico nacional y ese efecto repercute en forma directa en el sector de los empresarios privados".

En lo que corresponde al rubro de la minería, se menciona un hecho importante y es el relacionado con un paulatino ascenso en el precio internacional de algunos de los minerales de mayor exportación, el caso del estaño, que además vendemos como metálico con valor agregado y de reconocida calidad en el exterior. Se están dando pasos importantes para establecer un comportamiento más seguro en la producción de plomo y plata metálica en Karachipampa, lo que significará también mejorar el índice de exportación de más metales con valor agregado, en tanto el trabajo de Karachipampa está nuevamente suspendido por más fallas detectados en el horno Kivcet.

En la perspectiva de transformación de nuestros concentrados, está el zinc con una demanda interesante, pero atendida actualmente con la venta de concentrados en tanto se disponga de la planta fundidora - refinadora que será emplazada en la metalúrgica de Oruro y que tiene aprobado un presupuesto superior a $us. 300 millones. Más adelante se instalará una segunda fundición de zinc, la misma que será emplazada en Potosí, con esos proyectos cumplidos en tiempos que no excedan de dos gestiones, incluyendo la actual, se estima que nuestras exportaciones de metálicos configurarán una nueva estructura de precios y volúmenes de exportación de los minerales bolivianos.

Pero todavía falta bastante para llegar a objetivos de alto rendimiento metalúrgico y para ese fin se necesita un fuerte apoyo financiero que se está dando aunque en forma reducida y limitada con fondos estatales, por lo mismo es urgente que se ponga en práctica las recomendaciones de la Ley de Minería, que abre el cauce para desarrollar emprendimientos minero metalúrgicos con inversiones privadas, nacionales o extranjeras, y en algunos casos con participación estatal en contratos mixtos, a objeto de impulsar de manera práctica y objetiva la productividad del sector, considerado en el último tiempo, como determinante en el crecimiento de la economía nacional.



Importancia y apoyo

La minería cuando tiene adecuado respaldo y en condiciones favorables a las exigencias de su rendimiento, se convierte en un elemento que "motoriza" el crecimiento de la economía nacional.

En esa condición reconocida en los niveles financieros del país, es urgente la definición de una política minero metalúrgica que haga sostenible un proyecto integral en sus diferentes fases, especialmente dirigido al descubrimiento de nuevos yacimientos para su explotación con rentabilidad económica que engrose los ingresos para el Erario Nacional y para las regiones donde se localicen proyectos de intensa actividad productiva minera.

En ese orden de identificar nuevos yacimientos, lo ineludible en el tiempo presente son los trabajos de prospección y exploración minera, que implican fuertes inversiones para alcanzar objetivos tangibles de explotación de minerales y su futura comercialización, ojala en todos los casos con valor agregado.

Cuando se esbozan planes especiales para aumentar la explotación de nuestros recursos naturales, en este caso los minerales, el primer elemento de factibilidad está directamente vinculado con el rubro de las inversiones y si estas no satisfacen la demanda de los proyectos, entonces sucede lo que se observa en el presente. Planes que avanzan lentamente, con recursos pobremente dispuestos para fines de prospección y exploración de yacimientos y por lo mismo con resultados poco alentadores, lo que coloca al sector en la triste realidad de seguir "arañando", como dicen los trabajadores mineros, en los viejos yacimientos, que dicho sea de paso, por grandeza de la Providencia, siguen facilitando la extracción de más concentrados, aunque cada vez en menos volumen por efecto del lógico agotamientos de las vetas.

En el otro lado productivo, caso de los hidrocarburos, la estatal petrolera YPFB y varias de sus filiales, tendrán hasta el 2021, una inversión interesante de 10.500 millones de dólares, indicándose que desde el presente año y los próximos cuatro el 60% del monto total o sea 6.300 millones de dólares serán destinados a fines de exploración intensiva de nuevos pozos y su paulatina explotación.

Aparte se mencionan otras alternativas de inversión a través de convenios que se cumplirán con la Petrobras del Brasil o YPF de Argentina, países a los que vendemos gas, lo que significa una ventaja especial para mejorar las condiciones y cantidades del energético boliviano para esas plazas comercialmente aseguradas.

Surge entre los expertos comerciales, especialmente los que tienen visión de futuro para el sostenimiento de nuestra economía, la gran interrogante, de no saber por qué causa o motivo, no pueden extremarse recursos para que la estatal minera, (Comibol) tenga opción de acceder a soportes financieros especiales para encarar planes "agresivos" de prospección y exploración, para alcanzar objetivos rendidores como los que se prevén de YPFB.

Más allá de los macro proyectos que están en fase de ejecución, como el litio que resulta el más avanzado en el presente, por la determinación estatal de consolidar su industrialización, hay que esperar a mediano plazo lo que pueda ocurrir con el hierro del Mutún, o todavía sin tiempo establecido la implementación de las refinerías de zinc, una en Oruro y la otra en Potosí, empero lo que se necesita además es trabajar en prospectar y explorar nuevos yacimientos, aprovechando algunos indicios que han servido para señalar futuros emprendimientos.

Se menciona el proyecto minero Thuthu, que se convertirá en nueva unidad productiva de la Comibol, mientras que no se define una estrategia operativa para el caso de Mallku Khota cuyo potencial estimado por la empresa extranjera que la exploraba, puede ser tan importante como la mina San Cristóbal.

Faltan inversiones, pero también decisiones desde un nivel superior, con un esquema de responsabilidad profesional que elimine la improvisación y defina estrategias de futura explotación minera, con seguridad operativa.

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