sábado, 5 de noviembre de 2016

Bolivia pasa de la dependencia petrolera a depender del oro y la soya

Mientras Bolivia ingresa a un déficit en sus exportaciones sin precedentes, la industria manufacturera en los rubros de soya y oro metálico está sustituyendo al sector de hidrocarburos en la balanza comercial boliviana, según un informe del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE). Hasta el pasado mes de septiembre, el aporte de la industria manufactura a las exportaciones llegó al 38% superando a los hidrocarburos que se estancaron en 30%, siendo ahora “la principal actividad exportadora del país”, afirmó el Presidente del IBCE Antonio Rocha Gallardo.

“Las exportaciones no levantan cabeza y llevan a Bolivia a un nuevo déficit comercial este año: al tercer trimestre del 2016 el desbalance llega ya a 835 millones de dólares”, dice el informe. “Cabe recordar que a septiembre del 2015 el déficit era de -308 millones, mientras que en igual lapso del 2014 había más bien un saldo positivo de +2.308 millones. Las exportaciones del país a septiembre cayeron 22%: ­casi -1.500 millones de dólares respecto a igual período del 2015, estando su valor de este año casi en la mitad de lo que era en la gestión 2014”.

Considerando que la caída de las importaciones (14%) es menor que la disminución de las exportaciones (22%) el pronóstico es que Bolivia registrará por segundo año consecutivo un nuevo déficit que es casi seguro que supere los 1.034 millones de dólares del saldo negativo del 2015, el primer desbalance comercial que sufrió Bolivia en 11 años.

Frente al no-ingreso de más de 5.600 millones de dólares en los últimos 21 meses por la baja de las exportaciones, el Presidente del IBCE hizo votos porque las políticas públicas se orienten a favor del desarrollo de las Exportaciones No Tradicionales, dada su alta capacidad de generación de divisas y empleo a corto plazo.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), procesados por el IBCE, Bolivia registró 835 millones de dólares de déficit comercial entre enero y septiembre del 2016, por la abrupta caída del valor de las exportaciones —casi 1.500 millones de dólares, sin contar reexportaciones ni efectos personales— saldo comercial que supera de lejos el déficit que se había registrado en igual período durante la pasada gestión, por 308 millones de dólares, y que definitivamente no guarda relación con el superávit que había el año 2014 por 2.308 millones de dólares, hasta el tercer trimestre de la indicada gestión.
Exportaciones en “caída libre”

Según el ejecutivo del IBCE, al tercer trimestre del 2016 el valor de las exportaciones —sin reexportaciones ni efectos personales (que no significan un ingreso de divisas para el país)— sumó 5.298 millones de dólares, estando 1.487 millones por debajo de lo registrado en igual período del 2015, reflejando una caída del 22% comparado al año pasado, siendo un 47% menor respecto a su valor, a septiembre del 2014. El volumen de las ventas externas del país registró una baja del 4% comparado al tercer trimestre del 2015 y una caída del 8% respecto al 2014, evidenciando el “efecto precio negativo” que experimentan hoy las ventas externas bolivianas, vale decir que, la caída del quantum es mucho menor que el descenso del valor, explicando que el “bajón” en los ingresos se debe al “derrumbe” de los precios.

Rocha destacó, como dato importante, que a septiembre del 2016, el aporte de la industria manufactura a las exportaciones llegó al 38% superando a los hidrocarburos (30%), siendo ahora la principal actividad exportadora del país, registrando además un crecimiento en valor del 5% y 20% en volumen mientras que los hidrocarburos bajaron -50% en valor y -8% en volumen. Dentro de la industria manufacturera destacan la exportación de los derivados de soya por 689 millones de dólares y el oro metálico por 585 millones, destacando que ambos crecieron tanto en valor como en volumen. Dentro de este grupo, están los sectores que siguen a la baja como los textiles con -65%; calzados con -41%; maderas y sus manufacturas -20% y cueros y sus manufacturas con -16%, comparados con igual lapso de la gestión 2015.

El valor de las exportaciones agropecuarias cayó -4% (menos cuatro por ciento) pese al aumento de su volumen en un 15%, debido a la baja de precios, tal el caso de la quinua que vio reducido su valor en -33% pese al aumento de su volumen en 8%, significando que Bolivia hace un mayor esfuerzo productivo, pero gana menos. De igual forma, la venta de minerales, pese a un crecimiento de su volumen exportado del 9%, experimenta un mínimo crecimiento de sólo 0,3%.
Importaciones caen, pero menos…

balanza-comercial-importacionesEl valor de las importaciones a septiembre sumó 6.133 millones de dólares, cifra menor en 960 millones —un 14%— comparativamente a igual lapso del 2015.

El 31% de las compras a septiembre fue de suministros industriales; 23% de bienes de capital y 18% de equipos de transporte, registrándose bajas en el valor de casi todas las categorías excepto en alimentos y bebidas que registró un leve crecimiento del 0,2% aunque su volumen aumentó un 15%, lo que implica que Bolivia está importando cada vez más alimentos, a un menor precio.

Para Rocha, la buena noticia es el menor gasto del país por la compra de combustibles que sumó 451 millones de dólares por 798.000 toneladas hasta septiembre del 2016, cuando en igual periodo del 2015 se gastó 738 millones por 881.000 toneladas, sin embargo, algo que podría llamar a la preocupación es la importación de bienes de capital siendo que cayó tanto en valor y volumen, en 21% y 8%, respectivamente.

Socios comerciales
Si bien Brasil es aún el principal socio comercial de Bolivia, la relación bilateral reporta un saldo deficitario pese a la cuantiosa venta de gas natural: el déficit comercial con este país hasta septiembre suma ya 50 millones de dólares, producto de ventas por 1.055 millones de dólares y compras por 1.105 millones.
El nuevo socio comercial de preponderancia para Bolivia es China, habiéndose convertido en el primer proveedor del país por la vía de las importaciones, con ventas por 318 millones y compras por 1.196 millones, registrándose el mayor déficit con este país, por 878 millones.
EEUU viene a ser el tercer socio comercial más importante para el país, con ventas por 823 millones y compras de 614 millones, dejando un superávit de 209 millones de dólares, el segundo que mayor rédito deja al país.
Colombia que es el cuarto socio comercial para las ventas externas del país con ventas de 532 millones de dólares y compras por 143 millones, dejando un superávit de 389 millones de dólares a favor de Bolivia.

Apostar por exportaciones renovables

“El comercio exterior de Bolivia desde el 2015 no pasa por un buen momento: en los últimos 21 meses las ventas externas cayeron más de 5.600 millones de dólares (cerca de 4.200 millones el pasado año, casi 1.500 millones en el 2016), y el futuro no es promisorio por la “reprimarización” de las exportaciones del país, que han tornado fuertemente dependiente a Bolivia de los precios de las materias primas, impactando negativamente sobre las Reservas Internacionales Netas (RIN) del país que, luego de llegar a sumar cerca de 15.500 millones de dólares a fines del año 2014, a la fecha están ya por debajo de los 11.000 millones”, reflexionó el Presidente del Ibce, Antonio Rocha Gallardo.

Frente a esta preocupante situación, la urgente recomendación del IBCE es, apostar por las Exportaciones No Tradicionales —agropecuarias, agroindustriales, manufactureras, forestales y artesanales— por su doble cualidad de rápida capacidad de reacción al estar basadas en recursos naturales renovables, y la alta capacidad de generación de divisas y empleos para los bolivianos.

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