viernes, 3 de junio de 2016

Necesitamos con urgencia nuevos yacimientos mineros

• El proceso de prospección y exploración minera debe constituirse en un programa de emergencia

• La Comibol necesita nuevos centros de operación para reemplazar varios casi agotados con nuevos emprendimientos

• La tarea no es sencilla y además importa una fuerte inversión para concretarse


La minería tradicional se agota, necesitamos nuevos yacimientos para fortalecer la minería del mañana /Archivo
La historia de nuestra minería nos coloca frente a una realidad inobjetable y es que desde que se comenzó a explotar los ricos yacimientos de Potosí y Oruro, los principales centros que nutrieron economías extranjeras y que permitieron un aprovechamiento tardío, pero salvador, en el caso de la República, aún están en explotación y jugando -como dice un experto- el tiempo de los descuentos.

Es algo que no se puede negar y si bien debe reconocerse la potencialidad de esos viejos yacimientos, el portentoso Cerro Rico de Potosí o el gigante depósito estannífero de Posokoni en Huanuni, sin olvidar Colquiri y Corocoro, el resto es nada más que historia y recuerdos de una época magnífica pero que sirvió a otros intereses y muy poco a la Nación.

El tiempo corre y las vetas se agotan, fueron décadas en que la minería entregó su riqueza y era verdadero sustento de la economía nacional. Otros periodos se anotaron en los índices productivos, como sorprendentemente activos y muchas divisas generadas por la minería del occidente, sirvió para el crecimiento del oriente y el valle. En otros tiempos fueron gobiernos irregulares que aprovecharon de la minería y esos recursos se dilapidaron sin pena y sin gloria.

En otras latitudes, se desarrollan planes especiales de prevención, justamente para evitar lo que actualmente sucede en el país, estamos "arañando" lo último que queda en las vetas y no se ha desarrollado ningún programa serie para reemplazar esos agotados yacimientos.

La minería estatal que pasó de mano en mano en algún periodo y luego retornó al Estado vía nacionalizaciones, es la misma de la época de los barones del estaño, sólo como referencia y eso ya es bastante para el recuento de lo mucho que se pudo extraer de las entrañas de esos ricos yacimientos, ahora en una fase crítica que sin embargo todavía puede permitirnos un tiempo de espera, para alcanzar el objetivo de una renovación con centros mineros productivos.

Si en los tiempos pasados no se desarrollaron planes para el sostenimiento de la minería, sólo se trabajó en la extracción de la riqueza minera y no se buscaron otras fuentes de explotación, el resultado de esa imprevisión se observa en la actualidad, cuando disminuyen los volúmenes de producción y se encarecen los costos de extracción por las condiciones cada vez más difíciles de obtener buena calidad de concentrados.

Un recuento de nuevas operaciones sólo se ha dado en el sector de la minería privada, con fuertes inversiones y confrontando algunas contradicciones con las normas vigentes que todavía no dan garantías plenas, por ejemplo para abrir el espacio a nuevas inversiones. Entre las que sobresalen en el último tiempo, algo más de una década atrás, puede hablarse del importante proyecto de San Cristóbal desde el 2007 en actividad real, están también San Bartolomé que explota la empresa Manquiri del 2008, un año después se incorpora la Pan American Silver para trabajar San Vicente, tres proyectos de la minería mediana que han permitido elevar los índices de exportación de nuestros minerales y en algún caso alimentar las fundiciones caso de Karachipampa que utiliza mineral que provee San Cristóbal. Los mayores beneficios directos son para Potosí que percibe buenas regalías, pues los grandes proyectos están en su jurisdicción.

En el caso de Oruro, sólo como recuerdo, se toma en cuenta el proyecto aurífero de Kori Kollo desarrollado por la empresa Inti Raymi que, con tecnología de punta, inició una operación sorprendente a "cielo abierto", constituyéndose en un aporte de tecnología, pero sobre todo de ingresos para el Erario Nacional y de regalías para la región. La misma empresa años después, trasladó sus actividades a otro yacimiento aurífero, el de Iroco cerca a la ciudad de Oruro, denominado Kori Chaca, que hace poco anunció el paulatino cierre de sus operaciones. De entonces a la fecha, no hay perspectiva cierta sobre la habilitación de otro yacimiento minero de potenciales características en Oruro. Se mencionó Challapata como una posibilidad de abrir actividad minera, lamentablemente el proyecto no avanza por la oposición comunitaria que rechaza actividades mineras en una zona considerada agroganadera. Sin embargo, la propuesta minera, de alta y moderna tecnología garantiza el absoluto cuidado medioambiental.

Los inexorables ciclos de precios en la minería se han cumplido y en cada periodo, de acuerdo a las circunstancias han ocasionado serios problemas por la fuerte dependencia de nuestro país a la venta de materias primas, en este caso especialmente los minerales. La crisis de la década de los 80, con una baja del precio del estaño, generó una masiva desocupación de trabajadores. En la década que transcurre otra depresión en el precio de los minerales (2001 al 2003) obliga tomar medidas de emergencia para solventar la minería estatal, las cooperativas y la pequeña minería, pasado ese tiempo y por los registros de la Comibol, se establece que entre el 2004 al 2006 se presenta un repunte paulatino en los precios que permite la recuperación de nuestra minería, lentamente, pero con un ciclo de escalada debido al requerimiento inusitado de materias primas por parte del coloso asiático, la China.

Y…llegamos al tiempo actual, tomando en cuenta que desde 2006 hasta el 2014, nuestro país vivió un excepcional periodo de precios altos de nuestros minerales y ese hecho permitió la recuperación de algunas minas, aumentó el número de cooperativistas, y las operaciones del sector estatal se compensaron entre costos y gastos, lo que no sirvió empero para que se tomen previsiones y se pueda establecer un fondo de operaciones, para encarar precisamente proyectos de prospección y exploración de nuevos yacimientos, menos de ahorrar algún porcentaje de ingresos para los tiempos de crisis que ya se venían aproximando pues los ciclos de precios, tienen jugadas muy duras.

Un recuento de lo ocurrido, una caída que se acentúa en 2015 y una serie de anuncios sobre planes para mejorar la minería, corren fideicomisos para salvar las situaciones de mayor crisis en la minería estatal, caso Huanuni, anuncios para desarrollar exploración, pero el tiempo corre y no hay ningún nuevo yacimiento, ni siquiera Mallku Khota que ya tenía un avance en su prospección, se presentaba como una alternativa tan importante como San Cristóbal, pero bajo administración de Comibol, que dicho sea de paso, no se reestructura, no hay nada cierto, no hay ningún nuevo yacimiento. Falta política minera, abrir paso a inversiones y disponer de instrumentos normativos para dinamizar la minería.

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