lunes, 7 de septiembre de 2015

Serán invertidos 1.200 millones de dólares en importante plan quinquenal de minería


Los fondos están garantizados y provienen de capital estatal

• Se definió inversión masiva para planes de exploración minera

• Macro proyectos mineros nos permitirán independencia económica


La nueva minería necesita fuertes inversiones y apropiada tecnología
El sector de la minería nacional en su conjunto ha debido recibir con plácemes el anuncio que formuló el titular del Ministerio de Minería y Metalurgia (MMM) del país, Cesar Navarro, en la segunda semana del pasado mes señalando muy claramente que se invertirán 1.200 millones de dólares en la minería boliviana.

El anuncio oficial se complementa con una explicación sobre el destino que se dará a una parte de tales recursos, sobresaliendo que "una inversión masiva" permitirá encarar la exploración minera, desarrollando proyectos importantes en pos de habilitar nuevos yacimientos, en coordinación con los gobiernos departamentales, los que seguirán destinando por su parte un 10 % de sus regalías para apoyar los trabajos correspondientes.

Otra parte de la inversión se destinará a las actividades de producción, tanto en minería como también en metalurgia, esperándose que en los cinco años en que se manejará la inversión, queden consolidados nuevos emprendimientos de explotación minera y se afirme el trabajo de transformación de nuestros minerales en metales con valor agregado, para mejorar sus valores de exportación.

De acuerdo a la proyección del MMM, en tres años se intensificarán los proyectos de prospección y exploración, esperándose definir en ese tiempo la habilitación de por lo menos dos o tres yacimientos de potencialidad extractiva garantizada que demanden la inversión apropiada para su fase productiva.

En realidad la intención es muy buena pero en materia de minería, según señalan los expertos, los grandes proyectos demandan bastante tiempo en las etapas precisamente de prospección y explotación para cualificar y cuantificar la importancia de un yacimiento, esos periodos son propiamente de trabajo a "fondo perdido", hasta que una adecuada preparación, tecnológicamente avalada, abra la puerta a la extracción de la riqueza minera y recién comience el periodo de recuperación de minerales y las posibilidades de su futura comercialización.

Por lo mismo se trata de un proceso mínimamente de mediano plazo en el que no tendría que fallar, bajo pretexto alguno, la provisión de recursos para llegar al objetivo de operar nuevos yacimientos. Se menciona como perspectiva de avance el caso Mallku Khota, con una calificación inicial muy halagüeña, pero cuya fase de continuidad exploratoria confronta algunos retrasos.

En función de retraso y este es realmente muy marcado, cuando el titular de minería refiere que "se elaboran dos proyectos de fundición y refinación de zinc para Oruro y Potosí". En realidad se suponía que esos proyectos ya estaban con cierto avance, pues su data corresponde al año 2010, cuando la Comibol lanza la licitación para la construcción de una fundición de zinc en el departamento de Oruro con un costo de 250 millones de dólares. Paralela gestión se cumple en el caso de Potosí, lo que significaba una inversión de medio millón de dólares.

Según el justificativo de la licitación, "la construcción de las plantas significaba la creación de un mayor número de fuentes de trabajo, además permitirá que Bolivia obtenga ganancias adicionales por la extracción de otros metales que hasta ahora benefician a fundiciones extranjeras".

La licitación se complementaba señalando que las empresas oferentes deberán adjudicarse la obra bajo la modalidad de "llave en mano" y determinar además, el lugar más adecuado para la instalación de la fundición. Incluso se mencionó la participación de la empresa china "Henan Yuguan Internacional Economic" que algo tuvo que ver en el proceso de licitación que no marcha hasta el presente.

Ahora con el anuncio del ministro Navarro, el asunto vuelve a la palestra minera, pero resulta que, "se elaboran dos proyectos de fundición y refinación de zinc en Oruro y Potosí", proyectos que supuestamente tendrían que estar mínimamente en fase de ejecución, tomando en cuenta que estos negocios siempre tardan mucho más de lo programado.

Lo que ahora interesa es que el anuncio de la importante inversión se plasme en realidad y que comenzando lo más pronto posible se utilice parte de los recursos en los proyectos de prospección y exploración minera, priorizando los que ya tienen cierto avance tanto en Potosí como en el distrito de Oruro, los centros más importantes de la minería nacional.



La macro minería

Como aditamento a la seguridad de invertir 1.200 millones de dólares en minería, surgen algunas alternativas que pueden ser parte de la proyección que tiene la cabeza de sector, en este caso el MMM, donde se están tomando importantes decisiones para salvar el importante sector productivo nacional que de momento confronta problemas por la baja cotización internacional de los minerales, pero también por la carencia de normativas definidas a través de un reglamento para la Ley de Minería, la definición de su escala tributaria y finalmente la aprobación de todo lo que se hace para reestructurar la Corporación Minera de Bolivia.

Una vez que esos factores adversos sean resueltos es posible dar paso a otra etapa de la explotación minera y metalúrgica, definiendo macro proyectos que una vez impulsados con adecuado financiamiento permitirían a Bolivia independizarse de las cotizaciones internacionales que al bajar desestabilizan la economía nacional.

La propuesta de encarar macro proyectos mineros, corresponde al Senador del MAS por Oruro, Rubén Medinacelli, en cuyo criterio "lo que hay que hacer es incrementar la producción, en el caso de la minería debemos pensar en grandes proyectos mineros, ya que no podemos pensar en tratar 1.000 o 500 toneladas día, ahí nos hacemos muy sensibles al precio internacional, pero si podemos tratar 20 o 30 mil toneladas día, nos vamos hacer independientes de la cotización" aseguró el parlamentario de Oruro.

La situación se presenta con interesantes alternativas, pero lo importante es que se adopten decisiones de alto nivel y que las soluciones planteadas oficialmente se cumplan estrictamente, empezando por los desembolsos que se requieran de un total de 1.200 millones de dólares, para proyectos de prospección y exploración

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