martes, 12 de mayo de 2015

"Decisiones heroicas" en salvataje minero

El rumbo de la minería en el tiempo actual es de total incertidumbre debido a la sostenida baja en el precio de la mayoría de minerales que se producen o más propiamente se explotan en los yacimientos nacionales, que entre otras cosas son residuos de la epopeya minera del siglo pasado.

Los nuevos emprendimientos son pocos y corresponden al sector privado, varios se ubican en el departamento de Potosí, el mayor es de la minera San Cristóbal, se cuentan también San Vicente, San Bartolomé, Manquiri y algunas cooperativas que operan en el Cerro Rico.

En el caso de Oruro el proyecto más importante fue el de Inti Raymi en su proyecto Kori Kollo, ya cerrado y donde se explotó oro, la misma empresa desarrolla todavía otro proyecto aurífero en un yacimiento próximo a la ciudad, es el de Kori Chaka que está en fase de liquidación debido a la baja del oro y el incremento salarial. Se han producido despidos y es posible su cierre.

Nuevos proyectos aún no han sido definidos, aunque se mencionó uno en la zona de Challapata, pero todavía no se confirma el emprendimiento del que se sabe requiere de una fuerte inversión.

En el caso de la minería estatal, el distrito más importante es el de Huanuni, sin embargo, es al mismo tiempo el más vulnerable a la oscilación de precios en las pizarras internacionales. La baja cotización de estaño coloca a este distrito fuera de su límite de equilibrio entre costo de producción sin que arroje pérdidas, lo optimo sería que logre utilidades, pagando a más de 4.000 trabajadores.

Colquiri que es el otro distrito productor de estaño, está en la línea de sostenimiento productivo sin riesgo de pérdidas, puede mantenerse con su actual sistema productivo porque no tiene la fuerte responsabilidad de la planilla laboral. En este caso son algo más de 1.200 trabajadores. En el caso de Colquiri, lamentablemente ha resurgido un problema entre asalariados y cooperativistas, por la explotación en áreas "preconstituidas", que sin embargo son reclamadas por los asalariados que invierten tiempo y esfuerzo en preparar esos parajes, mientras que los "cuentapropistas" se apropian del mineral. Es un problema que debe solucionarse a la brevedad para que no sea causa de más enfrentamientos como los que ocurrieron en el año 2012, que precisamente dio lugar a un incremento de personal en la mina Colquiri.



ANÁLISIS

DE SITUACIÓN

El suplemento Economía y Finanzas que edita El Diario, en su más reciente publicación rememora lo que le ocurrió al MNR "que desde 1952 contrató muchos trabajadores para Comibol y en 1986 los despidió, el MAS está haciendo lo mismo en mucho menos tiempo, porque después de contratar 4.000 trabajadores para Huanuni en el 2006, ahora quiere despedir por lo menos a 564 de ellos".

La nota de análisis añade que "la causa de esos dos traumas fue la misma, la mala administración, uso de criterios políticos para manejar una empresa, falta de previsiones para aprovechar los buenos momentos, falta absoluta de exploraciones para encontrar nuevos yacimientos, falta de profesionalismo, etc"

Se recuerda que el Gobierno propuso a Huanuni un fondo de 11 millones de dólares para pagar los beneficios sociales de 564 mineros en edad de jubilación, como parte del pan de contingencia para enfrentar la crisis por la caída del precio del estaño.

La propuesta según el análisis de Economía y Finanzas (E y F), es equivalente a lo que la Ministra de Desarrollo Productivo Verónica Ramos llamaría "decisiones heroicas", o lo que se conoce en el resto del mundo empresarial como el despido masivo de trabajadores estatales y en Bolivia como "relocalización".

Se justifica la apreciación señalando que "los términos con los que se denominan estas decisiones siempre han sido importantes en el país. Lo que ahora se llama una "decisión heroica", fue explicado como la única forma de mantener abierta una empresa estatal que pierde dinero".



PLATOS ROTOS

Con relación a esto que ocurre en el nivel oficial, el hecho es que alguien tiene que pagar "los platos rotos" y en la nota de análisis de E y F se menciona claramente que en el caso de las empresas estatales, cuando éstas empiezan a perder dinero, no es lo mismo que una empresa privada. Cuando una estatal es ineficiente y pierde dinero, son los bolivianos los que cubren las pérdidas (pagan los platos rotos).

Los 11 millones de dólares para despedir a 564 trabajadores de Huanuni saldrán de las arcas del Estado y ese es dinero de todos los bolivianos.

No es un primer caso, han sucedido varios y las pérdidas se han cubierto con los recursos del presupuesto nacional, como sucederá, tal parece en la presente situación de emergencia que ciertamente debe ser conjurada con una "decisión heroica".

Datos complementarios en torno a este delicado problema ratifican, según el ministro César Navarro, que en el primer trimestre del año en curso Huanuni registra una pérdida de 4 millones de dólares. Con el crédito gubernamental de 11 millones de dólares a la estatal minera de Huanuni se pagaría un promedio de 19.500 dólares a cada uno de por lo menos 600 despedidos.

Para los que entienden la figura, el asunto puede plantearse como una muy buena alternativa de lograr una "indemnización" de casi $us 20.000 que están propiamente financiados y solo es cuestión de trámite su desembolso y el pago a los mineros que decidan apartarse de la minera Huanuni. Puede ser una buena oportunidad de lograr una recompensa social que tal vez, dicen los analistas, no se presente después.

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