domingo, 19 de enero de 2014

Bolivia registra sólo el 50% del mineral que exporta (Parte final)

NR.- Con la inclusión de ésta última parte publicamos toda la nota producida por Industry Minerals que nos lleva a un recuento obligado de una serie de aspectos relacionados con planes mineros que finalmente no se cumplieron o avanzaron tan lentamente que en la actualidad siguen siendo referencia importante en los planes de la ansiada reactivación minera. Por ejemplo el caso de Karachipampa, todavía en fase de ajustes para poner en funcionamiento el horno Kivcet que no ha fundido ningún mineral. La variante en factor tiempo sobre los proveedores de concentrados se centra ahora en la provisión que asegura la minera San Cristóbal y se supone que las otras alternativas también facilitarán el proceso de darle valor agregado a muchos de nuestros minerales.

El caso del juqueo (robo) de minerales en Huanuni, si bien disminuyó por efecto de un mayor control, persiste en baja escala y sigue causando pérdidas en la importante mina estatal.

El caso de la planta volatilizadora de La Palca, todavía es motivo de muchas preocupaciones, habiéndose consignado en los planes de la nueva minería. Cerramos este análisis retrospectivo de la minería, con la buena intención de que se reconozcan muchos errores y se los enmiende para mejorar el trabajo que debe ser impulsado con una nueva perspectiva minera.



REHABILITAN OTRAS MINAS E INGENIOS

La planta fundidora de Karachipampa, que está ubicada cerca de la población de Chaqui (Potosí), será rehabilitada al igual que la de Palca, en el mismo departamento, y el ingenio de la mina Pulacayo, que está situado a 22 kilómetros al noroeste de Uyuni. Así lo anunció el director general de Minería, Freddy Beltrán.

La fundidora de Karachipampa fue construida en 1983 por el consorcio alemán-belga Klockner-Sidech-Menchin con un costo que supera los 130 millones de dólares. Las maquinarias nunca entraron en funcionamiento porque no había suficiente estaño en bruto para fundir. Actualmente, la firma norteamericana Atlas Precious Metals, bajo un contrato de riesgo compartido con la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), pretende reactivar los hornos con una inversión que supera los 140 millones de dólares, aunque la compañía todavía no entregó la boleta de garantía. Esta empresa está readecuando la planta para que procese plomo, plata y zinc.

La planta tiene capacidad para procesar anualmente 51 mil toneladas de plomo, plata y zinc.

Los accionistas de esta empresa extranjera también prevén instalar una refinería de zinc y una fábrica de ácido sulfúrico. El proyecto prevé tratar los complejos de plomo y plata a través de un sistema mejorado que se llama "kivcet".

La reactivación de esta metalúrgica puede generar unos 650 empleos directos y mayores recursos económicos para departamento de Potosí.

Esta planta tiene previsto recibir concentrados de varias minas. Las cooperativas del sur de Potosí, las minas San Bartolomé, San Vicente, Amayapampa, Japo, Poopó y Pulacayo entregarán su producción a esta fundidora que es considerada como una de las más grandes de América Latina.

El Ejecutivo también pretende rehabilitar la planta volatilizadora de estaño de Palca que en 1979 sufrió una catástrofe, pues un cerro cercano se deslizó y ocasionó graves pérdidas materiales.

Según las proyecciones del Ministerio de Minería, esta metalúrgica también procesa complejos metálicos y podría aportar con más de un millón de dólares anuales, aunque el Gobierno todavía no tiene financiamiento para su reparación.

En estos hornos se procesarán los minerales rescatados de desmontes y relaves. La planta reanudará su trabajo en el centro minero potosino de Colavi Canutillos que generará fuentes de trabajo para profesionales y obreros del sur del país.

El Director General de Minería adelantó que también existe un proyecto para la reactivación del ingenio de la mina Pulacayo, que está situado en el sur del departamento de Potosí. La mina dejó de funcionar en 1959, aunque todavía hay cooperativas mineras que explotan plata.



LOS CASOS

Aunque el gerente de la EMH, dijo que el juqueo disminuyó en los últimos meses en la mina Posokoni gracias al resguardo de los efectivos militares, todavía existen ladrones que sustraen mineral del yacimiento.

La Corporación Minera de Bolivia (Comibol) aseguró que en Huanuni operan alrededor de 300 delincuentes, quienes roban del cerro Posokoni hasta 200 toneladas de concentrados al mes.

Los jucus operan en grupos de entre 10 y 20 personas que se internan en los oscuros socavones en busca del mineral acopiado por los trabajadores mineros.

En una sola noche un ladrón de mineral puede extraer hasta 50 kilos de concentrados. La carga extraída de los socavones es transferida a los rescatadores o a las empresas que se dedican a la comercialización.

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